GenevièveEl ambiente en casa estaba sumamente tenso y extraño, por un lado estaba mi madre, con rostro melancólico y silenciosa, y por el otro estaba mi mamá, bastante dispersa y conversadora.
Cada una de mis hermanas se encontraba encerrada es su habitación, todas separadas, pude notar a raíz de eso que cada una necesita su espacio hoy, cosa que para mí es muy razonable.
Cuando llegamos Ella quiso quedarse en la cocina para ayudar a Joanne con el almuerzo y platicar, mientras que yo salía hacia la terraza buscando un poco de aire, tantas emociones me tenían sumamente agobiada y ahogada.
Al estar fuera respiro profundamente el aire frío y me relajo con esta acción, se siente tanta paz aquí, cierro mis ojos y me dejo ir unos en segundos en la sensación, eso hasta que un carraspeo detrás mío me hizo sobresaltar y maldecir.
-¡Carajo! -Exclamo para luego cubrir mi boca con vergüenza por haberme asustado tanto, Maxine detrás mío ríe levemente. -Max, ¿Qué diablos haces aquí congelándote?
-Estaba buscando un poco de tranquilidad, hoy es un poco difícil encontrarla. -Responde con simpleza encogiéndose de hombros, veo lo que tiene en sus manos y reconozco un viejo álbum de fotos entre ellas. -Además, quería ver esto yo sola.
-Entiendo, yo.. volveré con Ella, no quiero molestarte. -Digo con rapidez acercándome de vuelta a la puerta.
-No.. quédate, no me molestas. -Dice frenándome con su mano en mi muñeca suavemente. -Ven a verlas conmigo, son muchas.
En ese momento me trago mis ganas de llorar y asiento con lentitud caminando hacia ella.
-Oh.. hace mucho que no ojeaba este álbum, es uno de los más grandes que tenemos. -Comento sentándome junto a ella y observando las fotografías página tras página.
-Me gusta esa. -Dice señalando una en la que estamos Lu y yo de bebés, debe ser nuestro primer cumpleaños ya que estábamos muy pequeños, en la foto yo estoy mirando a mi hermano impactada mientras él sopla las velitas del pastel, tenía los ojos cerrados y la boquita hecha un puchero, una completa ternura. -Eran demasiado adorables.
-Si, lo éramos. -Contesto enternecida pasando mis dedos superficialmente por la foto. -Pareciera que ha pasado tanto tiempo desde aquellos momentos.
-No es así, siento que hasta lo recuerdo y ni siquiera estaba ahí aún. -Asegura al admirarla detalladamente. -Oww, mira, el pequeño Lu era todo un modelo. -Dice señalando una foto donde este debe haber tenido unos tres años, está posando con ambas manos en su cintura, a la vez que luce un vestido celeste que seguramente era mío y unas gafas de sol de mamá, lo gracioso es que en la imagen parece estar reclamando algo. -Con mucha personalidad.
-Definitivamente la personalidad jamás fue un problema para él. -Digo negando con lentitud. -Mira nada más, ahí estás tú Max.
-¿Dónde? -Responde viendo con detalle la foto.
-En la panza de mamá boba. -Comento señalando el abultado vientre de mamá en la fotografía, ese día debió ser su baby shower ya que todo estaba plagado de rosa y en la imagen solo están nuestra madre y mamá sonriendo a la cámara con coronas de princesa. -¿Sabías que yo elegí tu nombre? Claro, mamá descartó la idea de llamarte jalea de fresa y ramita, pero Maxine le pareció una excelente opción.

ESTÁS LEYENDO
Tacto Dulzón
Novela JuvenilEn ese momento Geneviève se recriminaba de tantas formas a si misma, no podía lidiar con esto. ¿De qué le había servido ser perfecta toda su vida? ¿De qué le había servido hacer todo como se suponía que debía hacerlo? ¿De qué le había servido sa...