GRAVITY | Steve Rogers ²

11 | ciérralo

El monstruo se abalanzó, destrozando taxis y autos abandonados mientras se dirigía hacia ellos. Bruce miró al monstruo y comenzó a caminar hacia él.

—Doctor Banner —dijo Steve—. Ahora podría ser un muy buen momento para que te enojes.

—Ese es mi secreto, Capitán —respondió Bruce—. Siempre estoy enojado.

Y luego apareció Hulk, golpeando con su puño al Chitauri y haciendo que se volteara lentamente. Tony le disparó al monstruo en su vientre expuesto y, cuando el monstruo explotó, todos se pusieron a cubierto. Clint agarró a Natasha y la empujó detrás de un taxi, Thor levantó su martillo para protegerse y Steve cubrió a Freya y a él mismo con el escudo.

Los monstruos restantes gruñeron colectivamente, y el sonido resonó por las calles vacías. Cuando los héroes se pusieron de pie, formando un círculo, finalmente se unieron como equipo.

Sobre sus cabezas, más monstruos comenzaron a emerger del portal. Freya miró hacia arriba—. Chicos.

—Tú mandas, Capitán —dijo Tony.

—Escuchen —dijo Steve—. Hasta que podamos cerrar ese portal, nuestra prioridad es contenerlos. Barton, te quiero en ese techo. Observa patrones y enemigos aislados. Stark, Daniels, el perímetro. Si algo se aleja 3 calles, lo regresan o lo queman.

Clint miró a Freya—. ¿Me llevas?

Freya asintió—. Seguro.

—Mejor prepárate, Legolas —bromeó Tony, mientras Freya agarraba la mano de Clint y los dos salían disparados por los aires.

Una vez en la azotea, Freya notó que Chitauri se acercaba a ellos, habiéndolos visto volar por el aire—. Clint...

—Ve. Ve a ayudar a Stark —dijo Clint, levantando su arco—. Yo tengo esto.

Freya estaba a punto de saltar del techo cuando una explosión Chitauri hizo que parte del techo se derrumbara. Clint trató de agarrar su mano, pero fue demasiado lento, y Freya se cayó. Steve la escuchó gritar a través de su auricular.

—¿Daniels? —preguntó Steve—. ¿Estás bien?

—Sí, me acabo de caer de un edificio pero estoy bien, ¿y tú? —preguntó Freya.

—¿Te acabas de caer de un edificio y me preguntas si estoy bien? —preguntó Steve.

—Estoy bien, Cap. Me atrapé —respondió Freya.

—¡Apenas!

—¿Estoy muerta? No, entonces estoy bien —dijo Freya—. Debo ir a ayudar a Stark a vigilar el perímetro. Grita si me necesitas.

Freya disparó por el aire, dirigiéndose al perímetro—. Stark, ¿dónde estás?

—Tiene un montón de perros olfateando su cola —respondió Clint desde su azotea.

—En eso —dijo Freya.

—Solo quiero quitarlos de las calles —dijo Tony—. Oigan, ¿alguien más notó que Daniels brillaba hace un rato?

—Sí, lo entendemos —dijo Freya, alcanzando a Tony—. Tony, tengo un plan, pero necesito que confíes en mí.

—Bueno, me salvaste la vida, así que confío en ti —dijo Tony.

—Está bien, estoy a tu derecha —dijo Freya—. Cuando te diga, necesito que se den la vuelta y les dispares, ¿de acuerdo?

—Lo tengo —dijo Tony—. A tu señal.

Freya se giró en el aire, encarando a los Chitauri—. Bien, ¡ahora!

Cuando Tony giró y disparó docenas de pequeños misiles como los Chitauri, Freya esperó hasta que casi impactaron antes de enviarlos disparados hacia el cielo, viéndolos explotar sobre ellos. De esa manera habría menos impacto en el suelo, y solo serían escombros los que dañarían la ciudad.