GRAVITY | Steve Rogers ²

72 | vengadores

Freya peleó la batalla, pero era un desastre. Constantemente lanzaba campos de fuerza creando cambios gravitacionales para alejar a Thanos de sus amigos, atrapándolos cuando los arrojaban a un lado como si no fueran nada y atacándolo con todo lo que tenía. 

Esto era por Nat.

La razón por la que estaba luchando era por su amiga, la que había visto algo en Freya de la misma manera que ella había visto algo en ella. Habían sido el dúo más letal que S.H.I.E.L.D tenía a su disposición, y cada vez que se añadía a Clint a la mezcla, eran imbatibles.

Por eso atacó a Thanos con la fuerza de una mujer que canalizaba el recuerdo de su amiga caída para darle la ira que necesitaba para luchar. Si no fuera por Thanos, Natasha aún estaría viva.

Thanos era la razón de todo esto; la muerte de la mitad de sus amigos hace cinco años, la muerte de Natasha Romanoff, la destrucción del hogar de Freya. Era seguro decir que estaba realmente enojada y que haría cualquier cosa para asegurarse de que Thanos no viviera para ver otro amanecer.

El sol saldría sobre un universo agradecido, y no sería por Thanos. 

No merecía vivir, no cuando Natasha estaba muerta. 

Freya observó desde el aire cómo Tony aterrizaba en el suelo y una docena de repulsores se extendían desde su traje—. Está bien, Thor. Golpéame.

Thor gritó e invocó un rayo, golpeando a Tony en la espalda y permitiéndole canalizar la iluminación en una docena de rayos de energía letal. Freya observó conmocionada cómo Thanos usaba su espada para desviar los rayos de energía, moviéndose lentamente hacia Tony. Thor arrojó su viejo martillo al aire antes de usar Stormbreaker para golpearlo hacia Thanos, derribando a Tony de las manos del Titán.

—¡Tony! —gritó Freya, disparando tras él y atrapándolo con sus poderes. Ella lo bajó al suelo y lo sacudió por el hombro—. ¡Tony, despierta! 

—Freya, ¡un poco de ayuda! —gritó Thor. 

Freya miró a Tony con impotencia antes de despegar hacia Thor, lista para lanzar a Thanos a las profundidades de la Tierra si eso era lo que hacía falta. En cambio, vio cómo Mjolnir volaba hacia Thanos, alejándolo de Thor, antes de regresar a la mano de Steve Rogers.

—Lo sabía —rió Thor. 

Freya aterrizó junto a él y ayudó a Thor a ponerse de pie, riéndose al ver a Steve pelear contra Thanos. 

—Has elegido un compañero digno —comentó Thor.

Freya vio a Steve pelear contra Thanos, y por más que hizo lo mejor que pudo, no fue suficiente, y Thanos finalmente lo dominó, golpeando a Steve contra el suelo antes de derribarlo, destruyendo el escudo en el proceso.

—En todos mis años de conquista, de violencia, de masacre... nunca fue algo personal —dijo Thanos—. Pero ahora les diré, que lo que estoy por hacerle a su terco y molesto planetita, lo voy a disfrutar mucho... muchísimo. 

Fue entonces cuando Freya vio que se acercaba el ejército y dejó escapar un grito furioso.

Voló hacia Thanos, quien la agarró por el cuello y sostuvo su cuerpo luchando entre sus manos—. Matarte ahora sería demasiado pronto. No llegarías a ver la destrucción de tu planeta. 

—Déjala ir —exigió Steve, caminando hacia Thanos. 

Thanos se rió, arrojando a Freya hacia Steve. Freya tambaleó hacia atrás y se quedó atrapada en el aire, mirando al Titán—. Ahora es personal.

—Oye, Cap —dijo una voz por los auriculares, mientras Freya enviaba sus poderes para poner a Thanos de rodillas—. ¿Me escuchas? —Freya casi se echó a llorar de felicidad cuando escuchó la voz—. Cap, habla Sam. ¿Me escuchas? A tu izquierda. 

Detrás de Freya y Steve, se abrió un portal y salieron T'Challa, Shuri y Okoye. Sam voló alrededor de ellos, los portales se abrieron y sus aliados pasaron a primer plano. 

—Steve —jadeó Freya—. Steve, están aquí.

Todos habían traído ejércitos con ellos, y Freya no podía contener su felicidad a pesar del peligro que se avecinaba con del ejército de Thanos. Sonrió cuando vio un traje de Iron Man aterrizar al frente de la multitud, y cuando vio a Athena Stark detrás de la visera, dejó escapar un pequeño chillido de emoción. 

—¿Esos son todos? —preguntó Doctor Strange. 

—¿Qué? ¿Querías más? —replicó Wong.

Astrid apareció desde un portal, con Clint siguiéndola mientras Scott repentinamente irrumpía desde debajo de las ruinas del complejo de los Vengadores, soltando a Rhodey, Hulk y Rocket de su palma. Freya casi se desmaya al ver a tantos héroes rodeándola, y ahora sabía que Thanos no tenía ninguna posibilidad contra todos ellos. 

Habían regresado.

Lyanna, Peter, Bucky, Sam, Wanda... todos los que habían desaparecido por culpa de Thanos habían regresado, e incluso el propio Titán se veía un poco nervioso ante la presencia de tanta gente que venía a enseñarle que se había metido en el universo equivocado.

Steve levantó la mano para convocar a Mjolnir—. ¿Quieres hacer los honores? 

—Te dejaré esto a ti, Cap —sonrió Freya. 

—¡VENGADORES —gritó Steve, cuando Mjolnir se estrelló contra su palma—, REÚNANSE!