GRAVITY | Steve Rogers ²

55 | una alternativa

—Asumimos que volverán, ¿no? —preguntó Rhodey, mientras el equipo discutía su plan de ataque.

—Y claramente pueden encontrarnos —dijo Wanda.

—Necesitamos toda la ayuda posible —dijo Bruce—. ¿Dónde está Clint?

—Luego de los Acuerdos, él y Scott hicieron un trato —explicó Natasha—. Fue demasiado duro para sus familias. Tienen arresto domiciliario.

—¿Quién es Scott? —preguntó Bruce.

—Ant-Man —respondió Sam.

—¿Hay un Ant-Man y un Hombre Araña? —preguntó Bruce—. Bueno, miren, Thanos tiene el ejército más grande del universo y no se detendrá hasta conseguir... la Gema de Vision.

—Bueno, entonces debemos protegerla —dijo Freya, sentada en una silla con Aria en su regazo, quien felizmente estaba comiendo Fruit Loops directamente de la caja.

—No, debemos destruirla —contrarrestó Vision—. Pensé mucho en este ente en mi cabeza. Sobre su naturaleza. Pero también sobre su composición. Creo que si la exponemos a una fuente de energía poderosa, algo que tenga una firma muy parecida a la suya, quizá... se rompería su integridad molecular.

—Sí, y tú con ella —dijo Wanda—. No es una opción.

—Solo eliminándola podemos asegurarnos de que Thanos no la consiga —respondió Vision y, aunque hablaron en voz baja, todos seguían escuchando.

—Es un precio muy alto —dijo Wanda.

Vision la miró y sacudió la cabeza—. Solo tú tienes el poder de pagarlo.

Wanda se apartó de él y se alejó. Freya negó con la cabeza—. Vision, amigo...

—Thanos amenaza a medio universo —dijo Vision—. Una vida no puede obstaculizar su derrota.

—Pero debería —respondió Steve—. No intercambiamos vidas, Vision.

—Hace 70 años, diste tu vida para salvar, ¿a cuántos millones? Dime, ¿cuál es la diferencia? —preguntó Vision.

—Mami, ¿por qué no sacas la gema? —preguntó Aria, mirando a Athena.

Los ojos de Bruce se agrandaron—. Dios mío.

—¿Qué? —preguntó Vision.

—Podrías tener una alternativa —respondió Bruce—. Tu mente está hecha de un complejo entramado de capas. Jarvis, Ultrón, Tony, yo, la Gema. Todas mezcladas, cada una aprendiendo de las otras.

—¿Dices que Vision es más que la Gema? —preguntó Wanda.

—Digo que si sacamos la Gema quedaría mucho de Vision. Quizá las mejores partes —respondió Bruce.

—¿Puede hacerlo? —preguntó Natasha.

—Yo no, aquí no —dijo Bruce.

—Bueno, será mejor que encuentres a la persona y el lugar rápido —respondió Rhodey—. Ross no dejará que vuelvan a sus habitaciones.

—Conozco algún lugar —dijo Steve.

Freya miró a Aria—. Eres inteligente. Tienes la inteligencia de tu papá.

Aria se rió cuando Athena se veía feliz y triste—. Sí, tiene la mente de su padre. Igual que Lyanna y...

Athena se pasó la mano por el estómago y Freya jadeó—. No puede ser, no estás...

—Me enteré ayer por la mañana —respondió Athena—. Iba a decírselo a Tony cuando caminábamos por el parque, pero luego Bruce saltó a través de un portal y Tony desapareció y lo siguiente que sé es que me está llamando desde una maldita nave espacial diciéndome que tiene a los chicos. Todos están allá arriba, en una nave espacial en medio del espacio, ¿y si nunca regresan para ver crecer al bebé Stark?

—Oye, oye —dijo Freya, poniéndose de pie y colocando a Aria en el suelo—. Ellos van a volver. Son Tony y Lyanna. Son bastardos persistentes.

—¡Tres dólares! —gritó Aria, y Freya maldijo sus orejitas por escuchar todo.

—Espero que tengas razón —dijo Athena, antes de mirar a Steve—. ¿A dónde planeas ir?

—Wakanda —respondió Steve—. ¿Recuerdan a T'Challa?

—Le disparé con un Taser unas seis veces —dijo Natasha.

—Trató de matarme en la persecución en auto —recordó Freya.

—El gato raro —murmuró Sam.

—Bueno, parece que vamos a Wakanda —dijo Freya.

—Tenemos media hora —respondió Steve.

—Iré con ustedes —dijo Athena, recogiendo a su hija—. Puede que no sea buena en el campo, pero soy buena con la ciencia.

—Es demasiado peligroso —dijo Steve, sacudiendo la cabeza—. Estás embarazada y Thanos podría venir por la Gema en cualquier momento. Además, necesitamos al menos un Stark en Nueva York en todo momento.

Athena no parecía impresionada—. Bien, pero júrame que si escuchas algo de Tony, me llamarás de inmediato, ¿de acuerdo?

Steve asintió—. Por supuesto.

Freya recogió la caja de Fruit Loops de Aria y se los entregó a la niña mientras el resto del equipo se iba a preparar—. Oye, hazme un favor, ¿sí?

—¿Sí? —preguntó Aria.

—Cuida a tu mamá por mí —pidió Freya—. Depende de ti ser una niña grande, ¿de acuerdo? Vamos a encontrar a tu papá y lo traeremos a casa, pero hasta entonces debes mantener feliz a mamá, ¿de acuerdo?

Athena miró a Freya—. Estoy justo aquí, ¿sabes?

—¡Shh! —la interrumpió Aria, cubriendo la boca de Athena con su mano—. La tía Freya está hablando.

Freya se rió—. Esa es mi chica. Te veré pronto. Lo prometo.

Besó la frente de Aria antes de abrazar a Athena con fuerza. Athena se aferró a Freya todo el tiempo que se atrevió—. Es bueno verte.

—A ti también —respondió Freya, alejándose de Athena—. También es bueno estar en casa, aunque claramente no por mucho tiempo.

Athena rió—. Sí, bueno, después de la pequeña guerra civil no pensé que volveríamos aquí. Y nunca tuve la oportunidad de decírtelo, pero Lyanna y Peter comenzaron a salir después de que salvaron el mundo.

—Eso es lindo —sonrió Freya—. Amor joven. Asqueroso.

—No lo digas así —rió Athena—. Tú estás enamorada de Steve.

—¿Pero somos jóvenes? —preguntó Freya, sacudiendo la cabeza—. No.

Aria abrazó las piernas de Freya—. Por favor, no te vayas, tia Freya.

Freya se agachó para mirar a Aria, cuyo labio inferior temblaba—. Oye, no te preocupes por mí. Solo me iré por un rato, ¿de acuerdo? Volveré pronto, y cuando lo haga te llevaré a comer hamburguesas, helado y donas.

—¿Y waffles?

—Y waffles —rió Freya besando la frente de Aria de nuevo—. ¿Recuerdas lo que dije? Prométeme que serás fuerte por mí y por tu mamá.

Aria asintió—. Lo prometo.

Abrazó a Athena y Aria una vez más antes de salir de la habitación, dirigiéndose a la armería en busca de algunos suministros muy necesarios.