Living with 5SOS.

40. Happily Ever After.... Or not.

"We are the in between, cast down as sons of war. Struck to the earth like lightning, on this world we're torn. We won't cause the pain, of living out their own. Take joy in who you are, we know our wings are blown."

Fallen angels — Black Veil Brides.

40. Happily Ever After... Or not.

Alex's POV: ((no sé por qué sigo poniendo esto porque en los últimos diez capítulos narró Alex así que))

Estamos sentados en el pasto verde, admirando las estrellas, en una noche sin nubes.

Él se para, se acerca al auto, y vuelve con una manta a cuadros, roja.

La extendemos, y nos acostamos.

Reposo mi cabeza en su pecho, él envolviendo sus brazos en mi cintura.

Nuestras respiraciones son desiguales; primero baja su pecho, luego el mío, como si se estuvieran persiguiendo.

El momento es perfecto, de esos que sabes que nunca volverán a suceder.

O puede que sí, pero no será exactamente igual y lo quieres conservar en tu corazón, y no soltarlo nunca.

‘Desearía congelar este momento, justo aquí, justo ahora, y vivir en él para siempre.’ 

—¿Alex? —pregunta, susurrando.

—Sigo aquí.

—Quiero decirte algo.

Él se separa, y se arrodilla a mi lado. Imito su posición, pero no puedo dejar de preguntarme qué es lo que se trae entre manos.

Me mira con sus hermosos ojos, en los que noto el reflejo de la luna.

Suspira fuertemente, como si quisiera pensar en lo que va a decir, y estar seguro.

Pasa una mano por su pelo rubio, se rasca la nuca, y me observa con timidez, sonrojado.

Le sonrio, y eso parece darle confianza para empezar.

—Alex, yo te amo. Te amo con locura, con toda mi alma. Eres la persona más dulce, tierna, encantadora, sexy y divertida que he conocido. Al empezar nuestra relación, prometí que nada ni nadie iba a separarnos. Y, pues, mira, aquí estamos. Prometí amarte, y no dejarte ir, nunca. Amo despertarme en la mañana, y ver tus ojos, tu cara, tu cuerpo. No soportaría estar sin ti. Tengo más palabras de las que imaginas para describir mi amor, pero no quiero aburrirte. Ni parecer gay. —suelto una risita, y lo dejo seguir—. Sé que sólo tenemos veinticinco años; yo acabo de terminar mi carrera, y tú la tuya. No tengo ni idea de lo que haré ahora, lejos de la universidad. Lo único que sé es que quiero estar contigo. Quiero acostarme y sentir como la cama se hunde bajo tu peso, a mi lado; quiero llevarte a cenar todas las noches; quiero decirte ‘te amo’ cada vez que pueda, porque nunca dejaré de amarte. Aunque llueve, truene o nieve, nada me separará de ti. Puede que nuestra relación no vaya a ningún lado, pero siempre estarás en mi corazón. Siempre serás mi Alexandra, la chica que me robó el corazón, y jamás me lo devolvió —lágrimas salen de mis ojos. Él alza su mano, apoyándola en mi mejilla, y seca las gotas saladas que caen en mi rostro —. Oh, cariño, no llores. Está todo bien. Ahora me voy a dejar de explicaciones, e iré al grano. Creéme, tú estás llorando, pero a mi me sudan hasta los mocos —se arrodilla, poniendo la pierna derecha arriba, y equilibrándose en la izquierda—. Alexandra Whittmore, prometo amarte hasta que me duela el corazón; protegerte hasta que me muera; y no engañarte con Megan Fox. Voy a estar a tu lado para siempre, sólo si respondes mi pregunta —mete la mano en su bolsillo, y saca una caja de terciopelo rojo. La abre, y dentro de ella hay un anillo de oro.—. ¿Te quieres casar conmigo?