" You know you look so Seattle but you feel so LA."
Irresistible — Fall Out Boy.
25. Un encuentro con la muerte. Bueno, casi.
Alex's POV:
-Claro, y yo voy a casarme con Channing Tatum -respondí irónica-. Hazme un favor y LÁRGATE, ¿quieres? -le ordené señalando la escalera.
-Tienes que creerme Alex. Sé que no te caigo bien -'chocolate por la noticia' grita mi yo interior-, pero es verdad. Te amo, y lo he hecho desde que éramos pequeños, aunque no lo haya demostrado.
-No tengo tiempo para esto. -dije cerrando la puerta, pero me impidió cerrarla poniendo un pie en el medio.
-Sólo escúchame, es lo único que te pido. Sé que sientes lo mismo, y también sé que con un poco de tiempo, podremos estar juntos de nuevo, justo como antes.
El horror de la persona en que se ha convertido se reflejó en mi cara.
Y allí me di cuenta de la verdad.
Will no me amaba.
Él no estaba enamorado de mí.
Estaba obsesionado.
Suena egoísta, pero es la verdad. No era un loco, que se iba a convertir en un psicópata y me iba a matar porque me había negado a ser su novia.
Él creía que yo correspondía sus sentimientos. Se había quedado atrás en el tiempo; en esos días que todavía éramos pareja.
-Tienes que irte, por favor. -supliqué.
De pronto, la opción de que se volviera un psicópata ya no me resultaba tan lejana.
Cada vez estaba más cerca; iba avanzando hacia mí poco a poco, al mismo tiempo que yo retrocedía lentamente para no parecer tan asustada. Cuando tomé consciencia de que el asunto requería medidad más drásticas porque un "vete, te lo ruego" no bastaba;
William ya estaba en el umbral de la puerta.
Traté de propinarle una patada, pero mi intento falló en el aire, cuando él baja mi pierna de un golpe con la mano. Miro a mi alrededor, buscando algo que usar en su contra, pero lo único que veo es el control de la tele, y sinceramente no creo que el botón de "PAUSA" funcione en humanos.
Mi cabeza pareció querer funcionar, y recordé que convivía con cuatro personas más en el apartamento.
-¡Luke! ¡Mike! -grité desesperada-. ¡Calum! ¡Asht-
-¡Calla, la puta madre! -me interrumpió propinándome una cachetada.
Se sintió como cuando estás indispuesta, y te duelen los ovarios. Un dolor infernal que no puedes curar aunque te tomes mil tabletas de ibuprofenos. Luego de unos minutos, sólo sentí un leve hormigueo.
¿En qué clase de persona se había convertido William? Estaba segurísima de que había dejado de ser el niño que me llevaba muñecos de acción cuando era niña -hace demasiado tiempo-, pero... ¡Me había pegado!
La única vez que me pegaron fue cuando tenía 6 años. Me pegó el novio de mi tía por haber derramado mostaza sobre su gorra preferida de los Jets. Es lo poco que recuerdo de ese día, además de que en cuanto mi tía vio lo que me había hecho, le partió su sartén en la cabeza.
Descanza en paz, tía Sally, y también tu heróico sartén de acero inoxidable.
La charla con Will había pasado de ser puras palabras (mezcladas con odio, de mi parte) a un sinfín de golpes. Los puñetazos y las patadas iban y venían en una rapidez increíble, aunque, claramente, los dos sabíamos cómo defendernos porque ninguno resultó lastimado -excepto yo, en un principio.
Retrocedí hasta que mi espalda chocó contra la pared.
Chequeé mis vias de escape.
De un lado, estaba la cocina, de la cual no tenía escapatoria, pero del otro, estaba el corredor, del que una de las maneras de salir era por las habitaciones. Preferiblemente la de Luke, que daba a la escalera de incendios. Pero tenía que ser muy ágil si quería lograrlo.
Sentí el tintineo de unas llaves desde afuera, y en cuanto William giró la cabeza para ver de quien se trataba, salí disparada hacia el cuarto de Luke. Cerré la puerta detrás de mi con pestillo, y lo mismo hice con la del baño (la que da a la habitación de Ashton también). Los golpes a la puerta comenzaron mientras me subía al alféizar, y se volvieron más insistentes cuando ya tenía medio cuerpo afuera.
Sabía que en algún momento aquél rectángulo de madera iba a ceder. Y que él iba a lograr entrar. Pero ojalá eso sucediera para cuando yo ya estuviera lejos.
MUY lejos.
Las bisagras chillaron, como diciéndome: "Vamos a rompernos, esperamos que estés lista para lo que hay detrás de la puerta". Los golpes se unieron al sonido de gritos y blasfemias. Yo ya había bajado las escaleras (que conste: eran tres pisos) y le llevaba una gran distancia cuando él logró entrar y asomarse por la ventana.
Pobre Luke, seguro le había destrozado la puerta.
Corrí a la velocidad que me permitía mi cuerpo, hasta llegar a unos árboles. Me apoyé contra uno, dándole la espalda al edificio E, por las dudas. El corazón me latía tan rápido que sentí que se me iba a salir del pecho, y me costaba controlar mi respiración. Caminé un poco más y me escondí detrás de unos arbustos, para A) vigilar, B) camuflarme, y C) por si tenía ganas de mear.
Unas ramitas crujieron detrás de mí, pero me hice la idiota.
Más ramitas crujieron.
No quería mirar atrás, sabía quién era.
Había hecho tanto para nada, para que William me termine encontrando.
Adiós, mundo cruel.
Él se arrodilló a mi lado, y me susurró. Yo seguía con los ojos cerrados, no quería mirarle.
-Psss.... ¿De quién nos estamos escondiendo?
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HOLASAS.
Bueno, estoy de vuelta.
Sé que pasó un montón de tiempo, pero finalmente me agarró la chiripiorca (esa que todas esperábamos) y me dijo "o seguís escribiendo o te mato negra linyera" y bue le hice caso.
Se darán cuenta que no escribí en negritas ni en cursiva ni en mayúscula, pero es porque estoy desde el celular (APRENDI COMO HACER EL SIGNO "¿" EN EL BLACKBERRY!!!! ah).
También espero que se hayan dado cuenta del cambio en el tiempo de narración, pero es que me resultó mucho mas fácil escribir en pasado que en presente.
Seguramente nos estaremos leyendo el viernes, y el resto de la semana.
Espero no haber perdido a mis lectoras por mi lapsus (fueron solo unos pocos meses).
Las amo, forever and ever <3
PD: no se si el capitulo es corto o que, pero espero que les guste porque si no las mato :)
@brxvezayn en twitter. Siganme, estan obligadas.
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Living with 5SOS.
FanficVivir en California, bajo la presión de papá por ser 'hija perfecta' no era fácil. Menos cuando tenía una pequeña obsesión por los hombres. Sí, no era la santa del instituto, se podría decir. Ahora, con veinte años, estoy en la UCW, la universidad...