Living with 5SOS.

3. Shirtless boy.

“Hey, how ya doin? Sorry, you can’t get through. Why don’t you leave your name, and your number? And we’ll get back to you.”

How ya doin' — Little Mix.
 

3. Shirtless boy.

 

Alex’s POV:

 

—Mike, déjala.

—Solo un poquito más.

—No, basta.

Siento una leve presión en mis tetas.

¿Me las han tocado?

—¡Clifford, te he visto!

—¡MIERDA!

Escucho un suspiro.

—Ash, ¿podrías acomodarle la camiseta? —vuelve a decir una ronca voz.

Unas manos calientes bajan la tela que me cubría.

Pero… Esperen. Yo no tenía puesta mi blusa; si al llegar el rubio con el que me había besado, ya no estaba.

Abro mis ojos lentamente, y aunque el dolor en la parte trasera de mi cabeza es un poco fuerte, logro ver.

Estoy acostada en una especie de sofá, y a mis pies hay una figura. Cuando consigo fijar bien la vista; mi visión se aclara, y descifro lo que está mi alrededor. Esa ‘figura’ era un rubio, que estaba hablando animadamente con el chico de la voz ronca, y sonriendo de tal manera que sus hoyuelos lo hacían ver irresistible. Bajo mi mirada un poco, y casi caigo de culo al piso.

Estaba sin camisa.

S-I-N.

CAMISA.

Terrible six pack, rubiecito.

Intento levantarme sin desviar mis ojos del pecho del muchacho, pero lo único que consigo es estamparle mi pie en la cara.

—¡Joder! —grito, tapando mi boca.

Él sólo se soba la barbilla, y me da una sonrisa tímida. Trato de devorvérsela, pero sólo si se pusiera una camiseta, me resultaría más fácil. El intento de dejar de mirar sus abdominales realmente no funciona; y creo que se da cuenta de dónde tengo la mirada, porque se levanta y sale hacia un pasillo.

—No te preocupes, es un poco tímido —dice otro rubio, sentándose junto a mí.

Oh la lá, voz ronca.

¿Acaso eran todos hijos de Jared Leto aquí?

—Soy Luke. —continúa.

—Alex. —respondo.

—Lo sé —miro confundida, ¿tengo stalkers? —, tus papeles estaban dispersos en el corredor.

—¿Qué ha pasado?

—Pues, te han dado con la puerta en la cabeza, y te has desmayado. Ashton te ha acostado en el sofá, y te ha puesto su camiseta. Ahora —suspira—, quiero hacerte una pregunta: ¿qué hacías aquí?

—Me han dado el 369, pero no creí que fuera a vivir con chicos.

—Nosotros tampoco pensabamos vivir con una chica. Seguro es algún error de impresión, porque Chelstwire no acepta mujeres en los dormitorios de hombres, o viceversa.

Asiento.

—Tienes razón. Ahora sólo tengo que ir a Administración, y hablar. ¿Crees que podrías acompañarme?

—Estoy haciendo la cena, pero puedes ir con Ashton. Calum está duchándose, y Michael en su habitación.

¿Cuatro chicos?

—¿Son cuatro? —pregunto.

—Sí —responde—. La habitación de Ashton es la primera a la izquierda; pregúntale.

—Gracias, Luke.

Sonrio, y, en el pasillo, veo que la puerta de la izquierda está abierta.

—Hey… —musito, pero me interrumpo al ver al rubio.

Estaba de espaldas a mí, ejercitándose en una barra de metal, colocada contra el marco de una puerta.

Jesús, esa espalda.

Jason Statham, un poroto.

—Santa mierda. —dejo escapar.

Ashton se da vuelta, y se sonroja al verme.

Awww.

Esos cachetitos.

—¿Te han dicho alguna vez que estás jodidamente ardiente, y que te ves más sexy aún cuando te sonrojas?

Ups. 

Me olvidé de mencionarles un defectito mío.

No puedo mantener mi boca cerrada. 

Y menos mis pensamientos dentro de mi cabeza.

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Hola, pequeñas cosas insignificantes, ¿cómo están?

Bueno, espero que les guste.

Besito, niñatas.

Y que el señor Mustaine las bendiga siempre.

BAIBAI

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