Living with 5SOS.

17. Rutherfordio, bailarinas, y nuevo tutor.

"I've got your picture, I'm coming with you, dear Maria, count me in. There's a story at the bottom of this bottle and I'm the pen."

Dear Maria - All Time Low.

17. Rutherfordio, bailarinas, y nuevo tutor.

Alex's POV:

-Esto no sale, mierda.

-Si tiras demasiado lo romperás.

-Es que me lo quiero sacar. -protesto.

Hoy se cumple una semana con esa barriga. No podía alcanzar cosas del piso, ni subir escaleras, y me costaba hasta ir al baño. A todo eso, debemos agregarle que las vibraciones en la muñeca a Michael no le servían demasiado, porque cada vez que lo llamaba mediante esas pulseras electrónicas, ni siquiera parpadeaba.

Le hicieron falta varios golpes en la cabeza para que me ayude.

Ashton resopla, y revolea los ojos, con la Red Bull aún en su mano.

-¿Qué tal si dejas de drogarte con esa bebida y me ayudas? -pregunto enojada.

El rubio deja la lata en la mesa de la sala, y se acerca a mi espalda. Levanto un poco la playera, para que pueda ver mejor. Sus dedos rozan mi piel, y su aliento choca en mi nuca. Y mi corazón late cada vez más fuerte, dificultando mi respiración, y haciendo sudar mis manos.

¿Cómo es que alguien puede causarme todo eso?

Sé que si me giro, quedaré a escasos centímetros de sus labios, pero me prometí a mí misma que no volvería a suceder lo de California. Ashton es como un punto débil en aquella promesa. Es tierno, dulce, atento, comprensivo, hermoso...

Y ninguna mujer puede resistirse a eso.

-Listo. -dice Ash, sacándome de mis pensamientos.

Agito la cabeza, y miro hacia el reloj. 12:11. Mi tutoría de Música está por comenzar. Sí, tengo tutorías después de clases. Y todo por el señor Davenport. No es mi culpa que no comprenda cómo leer una partitura de piano, o violín. El único elemento que sé tocar es la batería.

Y es mi vida.

Cojo la Red Bull de Ashton, que ha quedado en la mesa, y le doy un sorbo.

Puaj.

Tiene sabor a leche cortada con burbujas. Seguramente por todos los productos químicos que tiene encima.

Vete a saber qué es lo que le ponen.

-Ashton, esto es espantoso.

-Bueno, a mí me parece genial. -dice sacando la lengua, y cogiendo la lata de mis manos.

-Es asquerosa. -declaro.

-¿Qué cosa es asquerosa? -pregunta Mike, entrando al apartamento-. Eh, ¡eso ha rimado! -exclama, provocándonos una sonrisa a Ashton y a mí.

-La Red Bull. Apesta. -respondo.

-Tus papilas gustativas tienen serios problemas. Es genial, Dios. -afirma, y me mira fijamente por unos segundos.

-¿Es que tengo algo? -pregunto, tocando mis mejillas.

-¡Te has sacado la barriga! ¡Oh, por Jesús y Moisés! ¡HAS MATADO A RUTHERFORDIO! -grita y chilla con fingida tristeza.