Living with 5SOS.

32. Sugar we're going down swimming.

"Can't you tell from the look in your eyes, we're going nowhere. We live our lives like we're ready to die, we're going nowhere."

Shadow moses — Bring Me The Horizon.

32. Sugar we're going down swimming.

Alex's POV:

—¡Ashton! ¿Estás loco? ¿Sabes el frío que hace?

—Tú dijiste que querías hacer algo diferente. —se encogió de hombros.

—Ni loca.

—Bueno, si no quieres, nos vamos. —dijo volviéndose a poner el abrigo.

—No es eso, es...  Agh, tengo miedo.

—I will catch you if you fall. —citó.

—Más te vale. Si no me catch mientras yo fall, te voy a cut las balls, ¿me entendiste? —respondí.

Él sonrió abiertamente, lo que me hizo sonreír a mí.

Me saqué mi abrigo, mis medias y mis Converse, y estaba a punto de sacarme el jean cuando la voz de Ashton me interrumpió.

—¿Qué haces?

—Eh, ¿evito que mi ropa se moje y me agarre un resfriado?

—Pero vas a quedar en ropa interior.

—¿Y? Puedo vivir sin ella.

—Alex, yo... —dijo rascándose la nuca.

—Hey, si te molesta, no lo hago, está bien. —respondí posando una mano en su hombro.

—No me molesta, es que... Eh... Nunca vi a una mujer en ropa interior. —confesó bajando la cabeza.

Dios, era tan inocente.

—Tienes que soltarte más, Ashton. Tienes que vivir la vida. ¿Acaso interesa lo que digan los demás? No me importa que me veas en ropa interior, puedes mirar todo lo que quieras. Pero es verdad eso de que tienes que soltarte. Imagínate cuando tengas ochenta años y no puedas ni parpadear, vas a pensar en todas las cosas que no hiciste por tener miedo. No vas a tener historias que contarles a tus nietos, ni recuerdos por los que sonreír.

Él asintió, levantando la cabeza de a poco.

—¿Me vas a ayudar?

—¿A qué?

—A dejar de ser así.

—Ash, eres perfecto tal como eres. Solamente tienes que aprender a dejar de tener miedo. Y sí, te voy a ayudar. Siempre. —dije apretando su mano.

Suspiró fuertemente y comenzó a despojarse de sus ropas, mientras yo hacía lo mismo. Me paré al borde del acantilado; él llegó corriendo a mi lado, tiritando. Tomé su mano y él entrelazó nuestros dedos. Nos miramos, sonreímos, y antes de que alguno de los dos dijera algo, ya no había suelo debajo de nuestros pies.

Me acordé de tomar aires antes de sentir como el agua mojaba cada centímetro de mi cuerpo. Abro los ojos, y es totalmente distinto a abrirlos en una piscina, donde el cloro te pica y los ojos te quedan rojos al salir. Esta vez pude ver claramente, y noté como Ashton estaba haciendo lo mismo.