Mi mate es mi enemigo- vamapia

Capítulo 4

Flavia

Una vez llegamos al palacio, que yo ya conozco, pienso que me va a bajar pero me sorprende cuando entra y se va directo a las escaleras.

¿No me llevará a...

No.

- Si- dice escuchando mi mente.

- Deja de hacer eso y bájame, no quiero ir a tu pieza.

- Es divertido y no te voy a bajar. Además es nuestra pieza.

- Nuestra nada, no hay un nuestro.

- Por ahora- dice seguro y yo rodeo los ojos.

Una vez entramos a su pieza, y yo ya estoy harta de forcejear, siento como cierra la puerta y me apoya en su cama, acostándose encima de mi, con su cabeza en mi cuello.

- Mierda, Flavia- maldice en susurro cerca de mi oreja, haciendo que se erice todo mi cuello. Él se da cuenta y sonríe.

- I need him.

- No.

Empiezo a moverme y él suelta un gruñido.

- Meson, sal ya de encima mío, suéltame.

- Que más quisiera yo, mi querida Flavia, pero simplemente no puedo. Me tienes hechizado con tu olor, es demasiado relájate y adictivo- esas palabras hacen que sienta una sensación rara en mi panza.

- Besame.

- Traidora.

Corto el link. Mi loba no me va  ayudar ahora.

- Me da igual Mason, déjame.

¿Han intentado empujar a alguien más fuerte que ustedes? Es como empujar una pared.

- ¡Mason!

- Ya, Flav- levanta la cabeza y me mira directo a los ojos.

Es tan lin...

No.

- Esta vez no fui yo.

- ¿Por qué te resistes? Sabes que eres mía.

- No soy tuya- digo cortante.

- No mientas, si lo somos.

- Traidora.

Su expresión cambia a una sorpresa, para después cambiar a una ¿triste?

¿Qué..

- ¿Me estás rechazando?- no se porque, pero la forma en que lo dijo me hizo sentir mal y me dio muchas ganas de abrazarlo y besarlo.

- Hagámoslo.

No. No Flavia. Él te hizo la vida un infierno, no caigas.

- No te estoy rechazando- digo haciendo que vuelva a la felicidad de antes y se quiere acercar a mi pero lo no lo dejo- Pero, no puedes esperar a que de un momento al otro te quiera y te esté abrazando. Me da igual si sos mi mate, vos me lastimaste como nadie nunca lo hizo, Mason- veo como pone una mueca triste al escuchar mis palabras, me hace sentir algo culpable, yo no quería hacer eso- Si quieres tener mi cariño gánatelo.

Él acerca una mano en mi mejilla y la acaricia.

Cierro los ojos un momento sintiendo su tacto.

Se siente tan bien.

- Prometo que voy a hacer lo posible para conquistarte, Flav, y vas a sentir lo que yo siento cuando te veo.

- ¡Es tan lindo!.