Capítulo 31

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Fiorela

Hacía mucho no venía al pueblo donde nací y sinceramente si no fuera porque Mason lo necesita, jamás hubiese vuelto aquí.
Necesito la ayuda de una bruja de primera generación para revertir el hechizo de Mason, porque Angelica era una bruja de segunda generación, poderosa, pero jamás tanto como una de primera.

Hace mucho que no hablo con la bruja Flora, era la mejor amiga de mi abuela, me vio cuando tenía pañales, pero no recuerdo de haberla visto y siempre estábamos juntas cuando iba a lo de mi abuela.

Después de una larga caminata me encuentro con una cabaña anticuada, sencilla, típica de una bruja clásica.

Suspiró y tocó la puerta. Me costo mucho llegar hasta acá para echarme para atrás ahora.

No soy muy bienvenida aquí desde la muerte de mis padres.

¿Por qué? Simple, todos aquí son fáciles de manipular. Angelica puso a todos en mi contra y desde entonces no soy bienvenida, pero desde su muerte hay más libertades, por lo cual no me costó mucho pasar desapercibida para llegar hasta aquí.

La puerta después de un rato se abre y me sorprendo al ver que puedo reconocer a la señora que me abre la puerta.

- ¿Fi... ¿Fiorela?

- Hola, tía Flora.

Decir que está en shock es poco, me mira como si estuviese viendo un fantasma.

- ¿Qué haces aquí? No he sabido nada de ti desde...- se calla un momento- Por el diablo, entra ya, no pueden verte aquí- ella técnicamente me empuja dentro de su cabaña y cierra cuidadosamente la puerta- Nadie te vio, ¿no?

- Fui lo más sigilosa que pude.

Ella me mira mal.

- Deberías saber que en este pueblo hasta los árboles escuchan...

- No me ha visto nadie.

Me mira dudosa pero al final asiente.

- ¿Qué te trae por aquí?

- Necesito tu ayuda...- ella levanta las cejas para que continúe- Sé que le enseñaste a mi abuela magia de primera generación. Sé que sabes de eso....

- No me gusta a donde está yendo esta conversación...

- Necesito que me ayudes, necesito un hechizo de desencantamiento de primera generación.

Su cara es un espanto total.

- Los desencantamientos son arriesgados, Fiorela, no cualquiera puede aguantar uno.

- Créeme que va a poder... ¿Qué me dices de un Alpha sangre pura?

- ¿Fiorela en qué estás metida? ¿Por qué quieres ayudar a un lobo? No son de los nuestros.

- Son mi familia, es mi manada.

- No son de los nuestros...- repite.

- Yo deje de ser de los tuyos cuando todos me dieron la espalda con dos niñas de seis años a cargo- le contestó seca- No te moleste cuando todos me rechazaron, no tienes que involucrarte si no quieres, pero necesito que me ayudes a hacer ese hechizo.

Flora me mira dudosa, como si lo estuviera considerando.

- Por favor, Flora... Son mi familia... Son los únicos que me han hecho sentir en casa desde que ellos se fueron.

- Esta bien...- asiente- Te ayudare, pero con una condición...

- Lo que quieras...

- Quiero ver a tus hermanas.

Mi mate es mi enemigo- vamapia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora