Capituló 2

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Flavia

- ¿Estás segura de esto, Flav?- me pregunta dudoso Mike, me está ayudando con la venganza de ese niño bonito.

- No, pero da igual, me destruyó mis dibujos.

Mike suelta un suspiro y me cubre mientras yo entro a la dirección para agarrar las llaves del vestuario de hombres.

Sonrío mirando las llaves en mi mano.

- Vamos- le digo a Mike y él me sigue.

- ¿Cuál es tu plan?- pregunta mientras caminamos por el pasillo.

- Él idiota hoy se retiró de biología porque tenia que entrenar, según mis cálculos y las fanáticas que tiene, ahora mismo se esta bañando.

- ¿Y yo que tengo que ver con todo esto?- me mira confuso.

- Vos, mi querido Mike, vas a hacer de guardia mientras agarro su uniforme y se lo ensucio con barro, mano a mano- sonrío victoriosa.

Mike se ríe.

- No entiendo como se te ocurren tantas ideas.

- Coeficiente intelectual anti idiotas- me tocó la cabeza con el dedo- Ahora vamos- lo agarro de la mano y lo arrastro hasta las duchas.

- Bien. Hazme de guardia y... grita si viene alguien- sonrío.

- Dios, me debes la vida, eh.

- Te lo voy a compensar.

Sin más entro. El ruido de la ducha es lo que resuena en todo el vestuario.

- La venganza es tan dulce- ronronea Dixie y yo río.

Localizó su ropa y sonrió.

Sacó de mi bolsillo una bolsa llena de barro, pegajoso y mojado como el que él usó conmigo. Empiezo a manchar todo su uniforme de barro.

- Ya quedó, aquí no ha pasado nada.

- ¿Tu viste algo, Dix? Yo no vi nada.

Las dos compartimos una risa y salgo victoriosa del vestuario.

- Eso fue rápido- me dice Mike cuando me ve salir.

- Digamos que él es un objetivo fácil.

Nos reímos hasta que veo que la expresión de Mike pasa a hacer una expresión de pánico.

- Soy yo o ya no se escucha la ducha- comenta Mike y pongo atención.

Mierda.

- Corre- lo agarro del brazo y empezamos a correr hasta llegar al curso.

Al entrar al curso nos llevamos una mirada de desaprobación por parte de nuestra profesora.

- Mike y Flavia, que raro llegando tarde otra vez- dice la profesora de literatura haciéndonos acordar de las veces que nos hemos rateado y hemos llegado tarde a su clase.

- Tuve un inconveniente con mi casillero- le digo.

Ella se aclara la garganta.

- ¿Y el señor que tiene que ver con eso?

- La ayude- me sigue el cuento Mike.

- Esta bien pueden sentarse.

Me siento y Sophi se nos queda mirando.

- ¿Qué es lo que hicieron ustedes dos realmente?- frunce el ceño.

- Digamos que me vengué de tu hermanito.

Mi mate es mi enemigo- vamapia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora