Capituló 28

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Flavia

La luz del sol me da en la cara cuando me despierto.

Se ve que dejamos las ventanas abiertas.

Miró a Mason al lado mío.

En otra situación lo despertaría a besos, pero no sé si se acuerda de mi. Ayer me sentí tan feliz al ver que me recordó.

Una sensación de miedo llega a mi cuerpo. No quiero enfrentar lo que pase cuando despierte.

De la nada Mason abre los ojos y se me queda viendo.

Muy bien, Flavia, ahora va a pensar que sos una acosadora.

- Buenos días- digo bajo, no se como reaccionar.

Intento ver algo en su mirada, pero no veo nada.

Sonríe burlón.

- ¿Buenos días?- alza una ceja.

Sin esperarlo, estampa sus labios con los míos y me da un beso.

- Y que besó...- dice Dixie completamente emocionada.

Pensé que iba a hacer un beso tierno, hasta que Mason muerde mi labio de abajo y aprovecha mi jadeo para meter su lengua en mi boca.
El beso aumenta su intensidad y él me pone a arcadas de él con sus manos acariciando mi culo.

Tiene una obsesión con eso.

Claramente no hay quejas con esa obsesión.

Él me arrastra un poco en su regazo, haciendo que sienta lo duro que está su amiguito de abajo.

-¿Amiguito? Pero si esa cosa ya tiene documento.

Gimo por esa fricción de nuestras intimidades y él se separa con una sonrisa, dejándome jadeante.

- Eso si es un "buenos días"- me guiña él ojo y yo lo fulmino con la mirada.

- No sabía si él Mason en situación de Dory iba a estar cuando despierte- digo después de recuperarme un poco por lo sucedido.

Mason sonríe.

- No, lo mandé de vacaciones por un buen rato. Estaba arruinando mi reputación de él mismo gruñón de siempre- bromea y yo me río.

- Yo prefiero al gruñón.

- Ya lo sé- sonríe arrogante y yo ruedo los ojos, haciendo que bese mi nariz.

Se acerca a mi cuello y aspira profundamente, gruñendo de paso.

- ¿Cómo puede ser qué no sintiera tú olor?

Sonrío.

- No lo sé- miro para abajo- Yo creo que él Mason con situación de Dory  no se sentía atraído por mi.

Mason me mira incrédulo.

- Es imposible no sentirse atraído por ti, Flavia. Ni siquiera eras mi mate cuando yo ya sentía algo por ti.

Una sensación de felicidad se hace presente en mi panza, al escuchar sus palabras.

Sonrío y le robo un pequeño beso en los labios.

- ¿Vamos a desayunar?- me pregunta.

- La verdad, que me encantaría desayunar con usted Alpha Mason, pero por si no lo sabía, soy una niña estudiosa que debe ir a al colegio.

Mason alza a una ceja y me mira burlón.

- Perdone que la contradiga, señorita Flavia, pero yo creo que usted ya no es un niña- me mira pícaro y yo niego la cabeza.

Mi mate es mi enemigo- vamapia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora