Mason
Ya es el día de la ceremonia y yo ni cuenta me di.
Rodeó los ojos.
Todo es culpa de esa mocosa. Estuve todo el día pensando como vengarme y creo que ya lo tengo.
Mi hermana es su mejor amiga y nuestros padres son muy amigos, por lo cual muchas veces vamos a su casa. Solamente tengo que ir, agarrar su cuadernito, que se que es de dibujos, escuche sus pensamientos. Una vez tenga ese cuaderno pienso subir todos sus dibujos y después quemarlos.
Es perfecto.
- Todavía siento que es poco- se queja Max.
Me río. Si yo la detesto él ni hablemos.
Dejo de pensar cuando escucho el ruido de la puerta.
- Hijo, ¿puedo pasar?- habla mamá detrás de la puerta.
- Pasa- digo y entra con un traje en su manó.
- Como sabes hoy es un día muy importante para ti.
- Ya sé mamá, y te aseguro que quiero encontrar a mi mate.
No es mentira, el cargo de ser el próximo Alpha tiene cosas buenas como malas, una de las malas es el estrés. Siempre que veo a mi padre estresado se encierra en el cuarto con mamá y después de un rato sale como nuevo. Mis padres siempre se ven tan unidos que hasta me genera envidia. Al ser Alpha tuve mi transformación a los quince, un año antes que todos, tengo dieciocho, no poder buscarla por todos esos años fue una tortura.
Pero para mi suerte no tuve tanto tiempo de pensar en eso, ya que siempre estuvo, mi querida Flavia.
Digo "mi", porque soy el único que puede molestarla. Todavía recuerdo la vez que unos chicos quisieron molestarla también. Tenían ese cuaderno que lleva a todos lados, seguramente era su cuaderno de dibujos.
Solamente ver que la molestaban me hacía poner los ojos rojos, porque ese era solamente MI papel, solo yo podía molestarla.
Tenía ganas de ir y atacar a cada uno de esos chicos, pero me contuve, ella no podía saber que la estaba ayudando, así que le dije a uno de mis amigos que fuera a interrumpir el momento.
*Flashback*
- ¿Por qué quieres que haga eso? Solamente se están burlando, no es nada malo, es Flavia.
- Mátalo- gruñe Max.
Siento como mis ojos se ponen rojos y Alex se tensa un poco.
- Solamente haz lo que te digo- digo entre dientes y Alex va sin rechistar hacia los idiotas.
Unos minutos después veo como ellos se alejan y le devuelven su cuaderno a Flavia.
Estoy a punto de sonreír, pero eso me congelo al ver como Flavia se le acerca a Alex y lo abraza agradeciéndole.
Frunzo el ceño.
- ¿Por qué lo abraza? Si no fuera por nosotros ella siguiera luchando por su cuadernito.
- No sabe que la ayudamos y él idiota de Alex se aprovecha de eso- le contesto a Max.
Ruedo los ojos y un gruñido se me escapa al ver como él se pega a ella.
¿Y si los interrumpo?
ESTÁS LEYENDO
Mi mate es mi enemigo- vamapia
Werewolf¿Qué pasaría si un día alguien viene y les dice que la persona que más odias en el mundo es el amor de tu vida?