Corrí, corrí hasta la puerta que limitaba la propiedad de la calle, y mientras salía escuché el disparo, disparo que resonó dentro de mí una y otra vez como un eco, disparo que hizo que saliera la sangre caliente de mi abdomen, imagino que había perforado mi estómago, cuando lo vi, que vi mi blusa verde tintarse de aquel rojo que crecía y crecía en mi ropa, sujeté fuerte donde supuse que debía de estar la herida aunque no iba a poder cubrir el agujero de la espalda, todo había pasado muy rápido y yo aún estaba en shock y no sentía nada más que una punzada caliente atravesándome. Escuché los pasos de los chicos bajando la escalera en el interior del edificio, se acercaban, así que como pude, abrí aquel portón, y seguí corriendo.
Cuando segundos después los chicos bajaron, que vieron la sangre derramada en aquel lugar se detuvieron, después de verse uno al otro ambos boquiabiertos, miraron arriba, donde estaba Eddy.
—Vayan por ella, no va lejos.
Los chicos se dirigieron al portón pero Eddy los detuvo.—Oigan! Está herida— dijo y sacó el peine de la pistola, y lo lanzó junto con la pistola al suelo, Eric se acercó, tomó y cargó la pistola nuevamente y salieron ambos corriendo detrás de mí.
Cuando quise llegar a la perrera, vi a Eric que después de meterse detrás de un muro me apuntó para dispararme, sabía que si seguía en la dirección que iba, les daba tiempo a disparar e irse a esconder otra vez; la perrera aún me quedaba lejos, no lo suficiente lejos para no escuchar el disparo si aún había gente a esa hora, pero si como para que yo llegara ilesa y si era que llegaba, había la posibilidad de que no estuviera abierta. Así que tuve que desviarme, pero no corrí con suerte, en cuanto empecé a correr vi que la calle era una calle solitaria que al menos que pasara un vehículo no iba a tener salvación, vi por los alrededores y había árboles y pensé que quizás podía escabullirme entre ellos, entonces corrí tan rápido como pude, tanto como mis fuerzas y energía me lo permitieron.
Ya escondida entre los árboles, a oscuras me tomé un respiro, ya había salido mucha sangre, tenía miedo y mucho frío, cerré los ojos por unos segundos y rogué por ayuda, imploré con todas mis fuerzas que pudiera salir de allí, que aquellos idiotas me dejaran en paz y que yo pudiera llegar a casa o a algún hospital, seguía suplicando cuando lo único que escuché fue la voz de Eric.
—Eddy! Por aquí! —gritó y luego escuché a una moto acercarse, Eddy había bajado y decidió venir en su moto, entonces supe que no tenían planes de volver a aquel lugar, que acabarían conmigo y se irían lejos.
Intenté incorporarme y seguir adelante, ya la herida dolía, y me empezaba a faltar el aire, cuando intenté avansar, noté que estaba mareada, no sabía desde cuándo pero los árboles parecía moverse, sin darme cuenta pisé una rama seca, la cual hizo ruido y más ruido aún cuando caí sobre ella.
—Escucharon eso? —dijo uno de ellos.
—Sí, por ahí —contestó otro de ellos bajando la voz.
Cuando intenté levantarme y correr casi pierdo el conocimiento, y tuve que abrazarme a un árbol, me giré para apoyar mi espalda en ese árbol y fue entonces cuando lo sentí, ese otro disparo cuyo impacto me hizo caer, vi una sombra acercarse a mí, intenté ponerme de pies y esconderme detrás del árbol, ya ni sabía para qué, y la verdad no había notado que estaba al borde de una barranca por la cual caí al resbalarme, rodé desgarrando mi ropa, podía escuchar la tela romperse mientras rodaba, también ciertas cosa
dentro mí, algunas costillas, una pierna que al caer se llevó todo el peso de mi cuerpo, aquel golpe en mi cabeza dejó un zumbido el cual duró un buen rato, cuando por fin mi cuerpo fue detenido por una roca enorme, el zumbido desapareció, hubo un profundo y desesperante silencio, luego mis pensamientos me agobiaban no podía detenerme a pensar en una sola cosa a la vez, pensaba en la mala suerte que había tenido toda mi vida, y la mala suerte que había traído a los demás, con mi vida le traje la muerte a mi madre, mi padre al no saber que hacer conmigo me abandonó, mi tío por el amor que le tenía a su única hermana, se hizo cargo de mi, aceptando tremenda responsabilidad y desentendiéndose de su vida a causa de mi simple existencia, existencia que no había servido para nada más que para complacer a los demás. Había forma de hacer las cosas mejor? De que vida fuera diferente, si la había yo quería intentarlo.Cerré mis ojos y volví a implorar, y de nuevo solo escuchaba aquel silencio y nada más, el cual se hizo más grande, callando mis súplicas incluso mis pensamientos y por primera vez sentí paz, el dolor intenso de mi pierna se fue, aquel golpe que aún martillaba en mi cabeza también se fue, maldije, maldije mi vida y lo que hice con ella, y lo que nunca hice también, mis decisiones, 'doblegación' ante los demás, el hecho de que nadie me preguntara jamás que pensaba yo, que quería yo y lo que más odiaba era el hecho de que nunca tomé la iniciativa y decir lo que pensaba ni lo que quería, odiaba que el único momento que más o menos intenté tomar el mando, fue en ese momento cuando mi mejor amigo intentó advertirme de que no estaba en lo correcto, me reía de mi misma, y luego... Luego ya hasta mi sonrisa fue devorada por aquel silencio, luego mis pensamientos, todo quedó en un simple suspiro y una espesa oscuridad mientras la brisa fría y la humedad de aquel lugar me arroparon, ya no hubo nada más y al parecer mis súplicas quedaron sin respuesta.
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Iterum Resurrectum.
Paranormal[ Completada ] "Después de varios días investigando acerca de lo que me había pasado aquella noche y de las cosas que de repente empezaron a suceder, a pesar de lo loco y descabellado que se ponía cada vez y cada vez más, mi tía Ana Iris había llega...