Después de vagar toda la noche por el muelle, las carreteras principales y algún puesto de comida rápida para comer algo... decidí ir a casa, no quería hacerlo pero, si me escondía o lo dejaba para después iba a ser peor. Después de llegar a casa, todos estaban allí, sentados en la sala, cuando entré, los 3 me miraban tan desilusionados, en otra situación aquello hubiera sido doloroso, sin embargo esta vez yo tenía la razón, de hecho decenas de razones para hacer lo que había hecho, no iba a discutir con ellos ese hecho, pero, lo que sí iba a hacer era dejar todo aquello en mi pecho salir.
—A qué están jugando? —dije recostando mi espalda en la puerta después de haberla cerrado— al que me juzgue más con la mirada?
—Amy, has estado burlándote de nosotros y de nuestro tiempo —dijo Ana Iris como quien dispara un misil por la boca y puso un libro encima de la mesa.
Miré a Kelvin y de inmediato entendí lo que pasaba, él ya les había contado y al parecer encontraron el libro en la habitación donde yo dormía.
—Disculpa?... en serio me estás diciendo eso? ¿Tú a mi? Aquí la única que se la ha pasado jugando con el tiempo de los demás eres tú, fingiendo tener una buena intención, fingiendo que te importa.
—De qué estás hablando? Claro que me importa.
—Sabes? esto que me pasó, cambió mi vida de muchas formas, me dio habilidades que ningún ser humano normal tendría jamás, mi favorita es la habilidad de sanar y aislar el dolor, pero sabes que es lo curioso? Que no sólo se sana mi cuerpo, sino también mi mente, mi memoria. Hace años empecé a recordar mejor, memorizar más cosas, y estaba genial, luego mi memoria empezó a restaurarse, a auto-sanarse, y esas grietas y piezas que estaban perdidas en el espacio volvieron a su lugar. Es increíble todo lo que recuerdo ahora. Tenía 3 años, 3 añitos, y tengo tan clara esa conversación en mi cabeza como si hubiera sido ayer. Mi padre desesperado sin saber que hacer y tu aconsejandole para que se deshiciera de mí. Que solo le iba a troncharle el camino como siempre le habías dicho incluso antes de que yo naciera.
Ana Iris escondió la mirada y empezó a llorar.
—Todavía resuena aquello en mi cabeza— seguí diciendo, era mi turno de disparar— y aún no le encuentro explicación, a que te referías con deshacerse de mí? ¿Eso era yo? ¿Sólo algo de lo que pudieran deshacerse sin problemas?
—Era joven, irresponsable y estúpida —dijo ella entre llanto—. Pero jamás te hubiera hecho daño. Tu mamá era muy joven cuando quedó embarazada y mi hermano también, me molestó tanto que le dije que lo mejor era que ella abortara, por el bien del futuro de los dos, ella decidió que te tendría y dejé de insistir, después de su muerte mi hermano llegó a pensar que talvez hacer lo que les había dicho hubiera sido lo mejor, pero luego te vio, te tuvo entre sus brazos y te volviste todo para él. Sin embargo, luego llegaron los problemas, ya no pudo seguir estudiando, tuvo que buscar trabajo, no tenía quien te cuidara y me pedía ayuda a mí, yo... yo era muy joven para esa responsabilidad y la verdad no la quería, la cosa es que seguía pensando que ellos sólo debieron ser más responsables en primer lugar.
—Me odiabas —la interrumpí.
—Claro no... Amy eso no, jamás te odié, sabía que no tenías la culpa y al ver como mi hermano enloquecía y supe que estaba buscando centros y organizaciones donde te podía llevar yo me sentí terrible al pensar en lo que sería de ti, porque tu no tenías la culpa de sus errores.
—Te sentiste tan mal que incluso le ayudabas.
—Sí, lo sé, técnicamente yo le di esa idea de... —hizo una pausa— pero luego me arrepentí. Ya su decisión estaba tomada, y luego yo hablé con él y la idea de que tu tío se hiciera cargo fue mi idea, sabía que estarías mejor con alguien allegado a ti a quién le dolieras y le importara tu bienestar, fue mi idea.
—Vaya —aplaudí—, eres mi heroína, eso lo cambia todo, eso ya no te hace ser el demonio en la cabeza de mi papá hablándole todo el día y dejándole saber lo terrible que sería su vida conmigo en ella.
—Amy, eso no fue así...
—No la escuches Ana Iris —le escuché decir a Kelvin—, tu bien lo dijiste, esa ya no es Amy.
—Genial! —me burlé— Después de todo lo que escucharon aún sigo siendo la mala, yo escondo un pequeño detalle que, sí, atrasó la investigación unos meses y ya por eso soy una villana no importa qué. ¿Que hay de ti Ana Iris? Por qué no le dices que si no estuve 100 % colaborando con esto es porque 50% de esto es una maldita falsa.
—No sé de que hablas.
—Ah, no sabes? Hablo de esta maldita pérdida de tiempo —sonreí—; ¿cuando pensabas decirles? ¿Cuando les ibas a decir que no hay forma de sacarme de esto y que tenga un final feliz.
—De que está hablando Ana Iris? —Se interesó mi tío.
—Hablo, de que son unos tontos, han caído en su juego y están tan ciegos que se niegan a ver la obvia verdad, yo morí ese día, morí, y volví solo porque un demonio ocupó mi cuerpo vacío, ¿es tan difícil pensar en que va a pasar en cuanto el demonio deje este cuerpo? no le dirás Ana Iris.
—Ya cállate, no lo quería creer pero es cierto. Kelvin tenías razón, este demonio se ha apoderado por completo de Amy y sólo ha estado jugando con nosotros. Ese día en la invocación en verdad no pasó nada tu sólo hiciste creer que si, no había a nadie a quien invocar, no es cierto?
—Okay, sí. Lo sabía, todo eso que les dije; pero sus caras cuando tuvieron que decirme la verdad... se los juro debieron verse, eran patéticos.
—Ya basta —intervino Kelvin.
—Nadie aquí escuchará una palabra más —dijo Ana Iris.
—Ah sí? —Sonreí y miré a mi tío, él estaba allí sentado mirando sus pies con su cara llena de confusión.
—Manuel escucha —Ana iris se dio cuenta e intentó hacer algo pero él la interrumpió.
—Qué va a pasar si sacamos el demonio? —Preguntó.
—Volveré al barranco tío —me adelante a responder—, donde me encontraron, justo como me encontraron, muerta, con dos agujeros en la panza llena de lodo y sangre.
—Ya cállate! —me gritó Ana Iris— Eso no es cierto voy a sacarte del cuerpo de mi sobrina y ella va a quedar libre y viva.
—Eso no va a pasar —Sonreí—, pero tengo curiosidad, como es que piensas sacar al demonio? Oh si... ya te escuchamos antes, vas a lanzarme a una fogata de fuego santo, cierto?
—Ya basta —dijo mi tío y se puso de pies— esta estupidez se acaba ahora mismo, Ana Iris eres una irresponsable, cómo siempre lo has sido, cómo pudiste mentirnos e ilusionarnos así?
—Oh oh —dije desde mi posición.
—No voy a arriesgarme a perder a Amy otra vez.
—Tu no entiendes, esa ya no es Amy —intentó defenderse.
—Entonces es cierto, no lo puedo creer —Mi tío salió de la casa por la puerta de la terraza, se veía molesto y yo solo sonreí esperando encontrarme con la mirada de Ana Iris.
—Yo mejor me voy de aquí —dije y abrí la puerta para salir.
—A donde vas?
Le escuché decir a Ana Iris pero no me importó, cerré la puerta detrás de mi y me fui.
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Iterum Resurrectum.
Paranormale[ Completada ] "Después de varios días investigando acerca de lo que me había pasado aquella noche y de las cosas que de repente empezaron a suceder, a pesar de lo loco y descabellado que se ponía cada vez y cada vez más, mi tía Ana Iris había llega...