◇Capítulo 18◇

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Días atrás, cuando de repente todas las imágenes de los recuerdos de lo que me había pasado habían golpeado mi mente de una forma salvaje, en mi mente sólo brillaba una idea, su luz parpadeante era cada vez más brillante, así que había fingido salir para ir al instituto cuando en realidad estaba detrás de Eddy y sus amigos.

El primer día decidí que necesitaría aliados, así que "convencí" a alguien de que tenía que ayudar en mi búsqueda, era un policía del municipio, vivía en el vecindario y era conocido por casi todos por ahí. Sin embargo, con él no averigüé mucho, así que me puso en contacto con alguien que con algo de dinero me ayudaría a encontrar lo que buscaba. Pero, al juntarme con él y decirle que iba a ayudarme aunque luego buscara la forma de pagarle, este de forma extraña aceptó, igual que mi tío esa mañana, así que algo me dijo que era algo que ahora era capaz de hacer, que podía sacarle provecho, me sentía tan poderosa, tan capaz de todo y cuando pienso en eso que sentí cuando vi que no funcionó con Ana Iris... la verdad es que sentí como si me arrancarán un pedazo, como si este nuevo poder fuera indispensable para mí ahora, como si fuera algo con lo que ya no pudiera vivir y me volví a sentir vulnerable, algo que ya no quería volver a sentir jamás.

—Sabes qué? —le dije al sujeto— Vas a ayudarme y no te voy a pagar ni un solo centavo, no tengo dinero y además esto es por una buena causa, es cuestión de justicia.

—Hagamos justicia entonces —contestó mirándome a los ojos—, sólo dígame que necesita.

Desde ese momento aquella misión se volvió su misión también, y empezó a buscar e indagar todo lo que pudiera ser de ayuda.

Estos días nos habíamos estado viendo para ponerme al tanto y salía con él a buscar información. Yo encontré la página donde ellos subían los vídeos y allí encontré un montón de ellos, varios en aquel salón de clases donde me llevó a mí ese día.

Después de seguirle el rastro Donald, mi nuevo secuaz, encontró a Eric, intentamos interrogarle pero no decía nada, entonces decidimos que hiriamos detras de Abel, y al día siguiente me escribió de inmediato para dejarme saber que ya lo tenía. Por esta razón salí de inmediato de mi casa, no quería esperar, para mi Eddy era la prioridad y necesitaba encontrarlo, y sabía que estaba cerca de hacerlo.

Cuando Donald me dijo que los tenía ya a los dos los llevó al mismo edificio donde me habían llevado. Cuando fui directo para allá, decidimos cambiar de táctica, desbloqueamos el celular de Abel y le enviamos un mensaje a Eddy, pidiéndole ir a la casa de Abel, ya que gracias a Donald sabíamos donde estaba, y en el mesaje le dije que era para mostrarle algo importante.

Fuismo a la casa de Abel, y allí esperamos, luego, como a la media hora Eddy llegó.

—Hola Eddy.

—Amy? —fue lo primero que dijo y quedó paralizado— No puedo ser...

—Por qué no, Eddy?

—Tú... tu...

—Dilo, vamos— sabia lo que trataba de decir y quería escucharlo decirlo, me serviría de motivación de alguna u otra forma.

—Tú estás muerta maldita sea.

—Sí, gracias a tí, no es cierto? —Dije y di unos pasos.

—Aléjate de mí —cuando me di cuenta ya me apuntaba con un arma.

—No, Eddy no pasará otra vez, te recomiendo que bajes esa arma y hagamos esto de la forma fácil.

—Debo de estar quedando loco, tu no deberías de estar aquí, no hay manera, esto no puede estar pasando.

—Sí puede —dije y fue lo último que escuchó, luego un gran golpe en la nuca lo dejó inconsciente, cayó al suelo y yo aún tenía la imagen de su cara sorprendida al verme allí, fue épico.

Iterum Resurrectum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora