◇Capítulo 7◇

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Entre besos y caricias, Eddy tomó mi mano para que yo sintiera como iba la cosa, puso mi mano en su entrepiernas y la dejó allí, yo ni sabía que hacer, apreté sutilmente y sentí miedo, calor, frío, dolor de estómago, entre otras cosas más todas al mismo tiempo. Tomé todo el trago que quedaba en mi vaso y dejé que Eddy explotara bajo mi blusa.

—Me gustas mucho hermosa— dijo y volvió a besarme los labios con tanta pasión— No tienes idea de cómo me tienes.

Quería decirle que también me traía mal, que me gustaba muchísimo pero iba a dejar que el se siguiera expresando, me gustaba escucharle.

De momento teníamos todo la ropa puesta, pero ya estaban hecho un lío y arrugadas, Eddy hizo uso de su fuerza y me atrajo hacia él, llevándome al borde del escritorio, apretó mis glúteos fuerte y parecía no querer soltarlos y seguía besando mi cuello.

—Quiero que seas mía —seguía diciendo.

—Esto es nuevo para mí —tuve que decir— nunca antes... —me detuvo con un beso.

—No digas nada, me lo suponía pero prometo que haré que valga la pena— me dijo con mucha confianza pero me distrajo un ruido que salió de algún lugar.

—Escuchaste eso? —Pregunté.

—No, no escuché nada.

—Yo sí... por qué no vamos a ver?

—Estamos solos, debió haber sido la brisa— dijo para quitarle importancia— hermosa no arruinemos esto, —dijo y volvió a besarme— déjame demostrarte que valió la pena esperar, haré que repitas esto en tus sueños una y otra vez.

Eddy sonaba como alguien que sabía lo que hacía y eso no era algo que dudaba en lo absoluto pero otra vez escuché aquel ruido cuando Eddy terminó de hablar, y esta vez fue más claro, era el sonido de alguien tratando de no reírse, bajé del escritorio haciendo a Eddy a un lado.

—Escuchaste? Hay alguien ahí —dije y señalé a la puerta de una pequeña oficina dentro de donde estábamos.

—Estas segura que no son los nervios? Yo aún no escucho nada.

—Eddy, basta se que lo escuchaste lo vi, hiciste un gesto, hay algo o alguien ahí.

—Maldición! —se quejó— No puedo creer que arruinaron esto. —Yo estaba perdida no entendía lo que pasaba hasta qué vi salir a Eric con la mano en el estómago soltando una carcajada.

—Lo siento— decía sin poder respirar y seguía riendo.

—Eddy, intenté calmar a este invesil —dijo Abel también saliendo de aquel cuarto.

'Que diablos?' —pensaba, y tenía tantas preguntas que me paralicé, hasta que mi celular volvió a vibrar, lo saqué de mi cintura y revisé mientras Eddy reprendía a sus amigos.

*'Amy donde estás? Tengo que mostrarte algo'* —leía los mensajes incontables de Kelvin, habían unos vídeos que por estar usando mis datos no habían descargado, desde que descargué el primero lo reproduje para ver que era, eran unos vídeos pornográficos, reconocí a Eric pero la chica tenía el rostro pixelado. Quise ver otro y en ese estaba Eddy la chica era rubia pero también tenía el rostro pixelado.

—Son unos malditos idiotas, cuando van a madurar— le escuchaba a Eddy decirle a sus amigos.

—De verdad lo siento Eddy es que, tenías que escucharte, con eso de 'déjame demostrarte que valió la pena esperar' —decía Eric fingiendo la voz de Eddy— me iba a dar algo ahí dentro te lo juro, sabes que no me puedo contener.

—Que está pasando aquí Eddy?— pregunté temblorosa intentando apoderarme de mis emociones y autocontrol.

Este me miró y se rascó su nuca unos segundos— Pues, —pude verlo pensar, intentar encontrar la forma de arreglarlo y salir de aquella situación— resulta que tengo unos amigos idiotas, me jugaban una broma, no es así chicos —dijo dirigiéndose a ellos.

—Sí, así es... —dijo Abel— Lo lamentamos Amy, pero ya nos vamos...

—Como es que— dije para que se detengan cuando vi a Abel coger del brazo a Eric para salir por la puerta que quedaba a su derecha— tus amigos estaban ya aquí si cuando entramos tu abriste el candado y la cerradura le la otra puerta.

—Tenemos otra llave, sabíamos que te iba a traer aquí habló de ti esta tarde y...

Abel era inteligente, rápidamente se inventaba una salida de todo aquello, mientras hablaba, volví a mirar mi celular y vi la portada de uno de los vídeos, yo estaba en en mismo escritorio, con el mismo pizarrón detrás.

*'Amy, por favor no salgas con ese tipo a ningún lado'* —leí rápidamente un mensaje de Kelvin... si supiera que ya era tarde— *'o serás una de esas chicas en un video pornográfico'* —entonces me percaté de algo.

—Para que la cámara? —dije interrumpiendo lo que sea que decía Abel que yo ya no estaba poniéndole atención, mientras miraba la mano de Eric sostener aquella cámara, la cual después que mencioné quiso esconder detrás de sí mismo.

—Es mía, es nueva y después de gastarle esta broma a Eddy iba a ir a probarla a algún lugar...

—Chicos ya... —dijo Eddy de repente mientras miraba desde su posición a mi celular— ya lo sabe, dejen de perder su tiempo, esta jugando con ustedes, no es cierto, Amy? —Empezó a acercarse dando pasos lentos.

—Son unos malditos cerdos infelices. —Exploté, si ya sabían que yo sabía no había necesidad de contenerme— que bueno que son todos mayores de edad para que pasen un buen rato en la cárcel...

—Cómo? —dijo Eric confundido, no era tan listo como Abel y Eddy.

—Que no lo sabes genio? Lo que hacen es ilegal, grabar personas teniendo sexo sin su consentimiento esta mal y publicarlos para comercializar con ellos está peor, y a eso le sumamos que soy menor de edad. Los voy a denunciar para que paguen por todo esto, animales asquerosos.

—A ver, a ver —dijo Eddy acercándose a mí— hay que tranquilizarnos y conversar.

—Conversar? —seguía yo diciendo acelerada y ya con lágrimas en mi rostro por la impotencia, decepción, y desesperación— no quiero escuchar de ti una palabra más, y ni crean que les voy a dar tiempo a que corran como ratas, iré a denunciarlos ahora mismo.

—Wow, Eddy?— dijo Eric tratando de que Eddy buscara la forma de arreglar aquello aunque había sido su culpa.

—Ya les dije que hay que tranquilizarnos, —dijo y ya lo tenía encima y hasta podía sentir su aliento.

—No me toques —quise alejarlo pero el se acercó más y sentí como abrió una gaveta que estaba a mi izquierda y cuando vine a darme cuenta tenía una pistola en el abdomen.

—Lamentablemente Amy, no podemos dejar que cumplas tus amenazas, lamento tanto que estos idiotas lo hayan arruinado, la íbamos a pasar súper bien, es una pena. Por otra parte, de esto vivimos, es nuestro trabajo, el mejor trabajo del mundo, no crees? Conocer chicas, coger, y ganar dinero al mismo tiempo solo con hacer un pequeño video. Es increíble, y si me preguntas, sí, así quiero pasar mi vida y llegar a viejo, así que como entenderás ir la cárcel no es parte del plan, ni siquiera encaja en el plan. —Empujó la pistola presionándola contra mi abdomen— Por lo que, Amy, necesito que entiendas que no nos dejas muchas opciones.

Era mi fin? No podía creer que todo aquello me estuviera pasando a mí, bien, si todo aquello solo era un sueño, era el momento perfecto para despertar, pero al parecer no lo era, aquel sabor en mi boca se sentía real, mis manos temblorosas y mis lágrimas se sentían real y definitivamente aquella pistola en mi abdomen se sentía muy real, todo aquello me había pasado por dejar de ser quien era, no como Kelvin que siguió su instinto, su naturaleza, y a pesar de que yo misma le pidiera que me dejara en paz él no lo hizo y encontró la verdad que yo también pude haber descubierto.

Iterum Resurrectum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora