◇Capítulo 35◇

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Ese día cuando le dije a Ariel que me iba, quiso ir a casa para que hablemos pero, pensé que era mejor si sólo me iba, en definitiva odio las despedidas. Después de esa locura de esa noche de la cena, él fue a verme, estuve distante y él lo notó, preguntó por mi dedo, obviamente ya no había nada así que sólo le dije que no fue nada de nuevo y que ya estaba bien. Después que recibí la llamada de mis tíos pues, lo decidí en ese instante, otra vez fui impulsiva y aquí estoy de nuevo, seguramente poniendo en riesgo la gente que quiero.

—Fue un placer conocerlos —le escuché a Ariel decirles a mi tíos, ya eran las 9 de la mañana y él había comprado un vuelo para irse, ya un taxi le esperaba afuera.

—Eres bienvenido aquí por nuestra parte —le dijo mi tío Manuel.

Ariel me miró y entendió que quizás volver no era lo adecuado hasta que yo así lo quisiera.

—Sólo quería ver que estuviera bien, y lo está, me voy conforme.

Lo acompañé hasta el auto y allí nos despedimos, yo le confesé que aún tenía su número, aunque yo tuviera uno nuevo y que cuando todo esto acabara yo le iba a escribir.

Se subió al taxi y se marchó, algo dentro de mí en verdad dudó que lo fuera volver a ver.

—Es un chico encantador y muy guapo —le escuché decir a Ana Iris en el jardín.

—Y tiene mucha educación —le comentó mi tío.

—Y yo los escucho! —Grité desde las acera para que me escucharan.

—Lo sabemos! —gritaron ellos aunque no era necesario. Yo sonreí y volví a la casa, ellos entraron segundo después.

Después de ese día intentamos seguir con nuestras vidas normales, o más o menos, yo le conté la historia de Ariel y yo a mis tíos y a Kelvin, después de eso Kelvin se relajó un poco. Al final entendió que no podía culparme por tener un pasado.


Una tarde, Ana Iris estaba como loca buscando un libro que no encontraba, decía que era importante que estaba cerca de algo muy bueno y que ese libro era una pieza importante. Pero nadie había visto aquel libro del que hablaba, así que después de unas horas se resignó y seguimos leyendo libros viejos, artículos y decenas de cosas en internet que al final no llevaban a ningún lado.

Una tarde fuimos a una biblioteca, duramos horas allí, y no encontramos lo que Ana Iris quería. Así que nos hablaron de otra biblioteca a la que podríamos ir. Al salir noté algo extraño, un señor había llegado con nosotros, y prácticamente se iba con nosotros. Pero no quise ponerle atención, lo vi subirse a su auto y me olvidé de él, hasta que un rato vi el auto en la carretera, venía detrás de nosotros, pensé en que pudo ser casualidad y le di unos minutos más.

Ya había notado que estábamos siendo seguidos pero no le había dicho nada a los demás, no quería preocuparlos, cuando entramos a la biblioteca, me dirigí a una ventana con vista al estacionamiento y ahí estaba, aquel auto gris estacionado, miré a todos lados dentro de la biblioteca, tomé un libro de un estante y empecé a caminar mientras "leía". Cuando ya estaba lo suficientemente lejos de los demás que aún estaban pidiendo información a uno de los empleados, quise ver hacia atrás para confirmar si aquel sujeto había mordido el anzuelo, ya venía ensayando lo que le iba a decir. Miré hacia atrás y no vi a nadie, revisé los alrededores con mi mirada y nada, pero, cuando puse mi vista al frente, ahí estaba, sentado en el borde de una mesa frente a mí, mirándome sonriente y cómodo.

No sé como, pero cuando lo vi supe que era él y traté de pensar en todo lo que había estado planeando decirle pero, su rostro, aquella sonrisa, aquel porte, todo lo de aquel sujeto se me hizo familiar, y solo pude pensar en eso.

—Nos conocemos? —Pregunté, él se quitó los lentes de sol y me miraba fijamente.

—No, Amy —dijo y no sé que me alteró más, si aquellos ojos azules o que saliera mi nombre de la boca de aquel desconocido—, pero ese sentimiento de que nos conocemos, o de que nos hemos visto en algún lugar tiene una explicación.

—Ah sí? Por qué sabe mi nombre? —dije ignorando todo lo que había dicho.

—Porque yo si te conozco, Amy... tienes que venir conmigo.

—Está usted bien? No porque sepa mi nombre y diga que me conoce iré con usted a quien sabe dónde.

—No, Amy, no es solo porque sé tu nombre, es que sé quien eres, conozco tu historia.

Mi historia?... aquello era algo demasiado complejo hasta para mi misma, mi historia pudo haber tenido un final diferente; hace 5 años yo era "la chica" de fin de año, la mejor de la clase, la chica que se suponía que conocería "al chico", al chico del que se enamoraría, el chico con el que se escaparía varias noches, perdería su virginidad e iría al baile de graduación con él. Pero, no fue así, no fui esa chica, el chico que se suponía sería "el chico" me dejó 2 agujeros uno el abdomen bajo y otro en el estómago, luego morí, al parecer literalmente morí y mi cuerpo vacío fue ocupado por un demonio, no terminé el año escolar no hubo chico, graduación, ni baile, y la historia real ni siquiera se puede contar por lo descabellada que es. Así que en ese momento solo tenía una idea en la cabeza, ¿que iba a saber aquel sujeto de 'mi historia'?

—Sé lo que piensas —dijo de repente y sacó una navaja de su bolsillo la cual en otro momento, año o época, me hubiera asustado o sorprendido. El sujeto tomó la navaja y cortó la palma de su mano izquierda y luego alzó la mano enseñándome la herida sangrante, la cual de repente dejó de sangrar y se empezó a cerrar hasta que la mano quedara igual que antes, eso sí que me sorprendió un poco—. La razón por la que digo que tienes que venir conmigo es porque estás cometiendo un grave error —dijo, y escuché mi nombre desde la recepción.

—Por aquí! —volteé a ver y respondí sin alzar mucho la voz, luego vi a Kelvin salir detrás de uno de los estantes.

—Lo tenemos —dijo él.

—Bien —cuando llevé mi vista al frente el sujeto ya no estaba.

—Todo bien? —preguntó Kelvin.

—Sí, todo bien, iré a devolver este libro donde estaba —caminé hacia el estante de donde había tomado el libro y en su lugar había una nota para mí, con una dirección.

¿Quién era este sujeto? ¿Por qué sabe de mi? ¿Cual era ese grave error del que hablaba? ¿Y, por qué era de su interés?

No tenía ni idea de lo que estaba pasando pero al parecer mis preguntas sólo iban a tener respuestas si iba a esa dirección.




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Iterum Resurrectum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora