Iterum Resurrectum.

◇Capítulo 14◇

Miercoles

Dos días después todos parecían haber retomado la normalidad de sus vidas, ya no recibía comentarios y mensajes de textos tipo: 'Que mal lo que te pasó'. 'Ya estás mejor? Supe lo de tu accidente' 'Escuché que te dispararon, es cierto?' Entre otros.

En casa yo salía y entraba y difícilmente veía a mi tío, estaba ocupado recuperándose del atraso en algunos trabajos de jardín y pedidos de pescados.

Cuando salí esa mañana, salí por la puerta de la cocina y vi que las herramientas de pescar de mi tío no estaban así que supuse que en eso andaría y me fui dejando la casa cerrada.

Todo parecía ir bien pero, algo pasó, mientras yo andaba en mis propias cosas de igual forma los demás lo hacían, especialmente Ana Iris, y mientras yo no tenía ni idea ella se dirigía a mi casa esa tarde, cuando mi tío también estaba en casa.

—Ana Iris? —dijo mi tío al verla llegar, ella salió del auto y de los asientos de atrás tomaba unas hojas de papel, cartulinas y libros.

—Tenemos que hablar —dijo ella desde su posición.

—Bien, te estuve llamando, no contestabas.

Ella entró a la casa con un montón de cosas en las manos.

—Que es todo eso? —preguntó mi tío al seguirla y verla poner todo en la mesa.

—Algo muy malo le pasó a Amy esa noche. —Dijo ella con un semblante serio y nervioso a la vez.

—Amh, sí, digo, por eso estuvo en cuidados intensivos al borde de la muerte. Si no hubiera sido por ese perro que se escapó de la perrera y salieron a buscarlo, Dios sabe que hubiera pasado si no la hubieran encontrado ese día. Pero ella ya esta bien...

—Sí, sí— le interrumpió ella— ya se, no pasa nada no es necesario que falte a clases... ya lo sé.

—Cálmate, solo iba a decir que lo que dices ya lo sabíamos.

—Entiendo pero, yo me refiero a algo más. Digo, claro que aquello fue terrible, pobre de mi niña, debió de pasarlo muy mal, aunque, me refiero a que algo más pasó esa noche y no es bueno.

—A que te refieres?

—Algo se apoderó de Amy esa noche, algo que la mantuvo con vida hasta que la encontraron.

—Ay Ana Iris por Dios! Que dices? Todo lo tuyo es así, y no me mal intérpretes así te queremos y te aceptamos pero... incluso aquella vez que te quedaste unos días en casa, y llenaste todo de incienso y velas rojas porque "había algo negativo en la casa", esa vez pensé que habías llegado al límite, pero aún así era hasta divertido, recuerdo a Amy cubriendo su cara con su ropa para no reírse de ti en tu cara después de que intercambiáramos miradas.

—Lo sé, suena loco, lo sé, pero tienes que escucharme esto es algo serio y muy malo.

—Sigo sin entender, dices que "eso" le salvó la vida a mi niña... que tiene eso de malo entonces, y donde está para agradecerle por cierto?

—Manuel no bromees. —Decía ella impaciente— Estoy hablando en serio, y lo malo de esto no es que salvó su vida, sino que se esta apoderando de ella, aún sigue dentro de ella. Manuel, recuerdas esa conversación que tuvimos en el jardín cuando le quitamos el yeso a Amy?

—Sí, hablamos de cómo íbamos a explicar eso.

—Exacto, recuerdas que decidimos que lo mejor fuera que se quedara en casa hasta que pasaran unos días?

—Sí, así fue.

—Bien, ahora recuerdas lo que pasó el lunes en la mañana?

—El lunes en la mañana?