◇Capítulo 36◇

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Ya habían pasado 2 meses y unos días desde que había vuelto, y Ana Iris nos reunió porque al fin tenía algo grande y muy importante, gracias a sus investigaciones.

Era sábado, desayunamos en casa bien temprano y luego nos fuimos al consultorio, Kelvin se nos unió allá.

En menos de 10 minutos llenó el pizarrón de datos, fechas, términos en latín y demás. De vez en cuando decía alguna que otra cosa a la que yo no le ponía ninguna atención por estar jugando en mi celular, pero de repente lo que ella decía fue llegando a mis oídos con más claridad y fue tomando forma en mi cabeza.

— ...es gracias a aquel hombre que se ofreció a ayudar a cazar los demonios —decía ella caminando en círculos—,  demonios que fueron atrapados uno por uno, incluyendo a este señor que fue prácticamente voluntario, aún teniendo uno de esos demonios adentro; él se llamaba así mismo recipiente de conciencia limpia, porque era dueño total de su conciencia, de sus actos y decisiones, el demonio no influía en él porque lo aisló, así que el día que quemaron con fuego santo aquellos demonios, ellos vieron salir el demonio de aquel hombre y luego unirse al fuego santo. Es por todo esto que he llegado a la conclusión de que, un recipiente tiene la potestad de deshacerse del demonio, dejarlo ir, renunciar a él.

—Que? ¿Hablas en serio? —Se alarmó Kelvin.

—Tengo que explicar todo de nuevo?

—No me mal intérpretes —empecé a decir creyendo apropiado el hecho de aclarar mi punto primero— estoy muy consciente de que eres excelente en tu trabajo, y de todo lo que eres capaz, pero, creo que ésta vez lo que dices suena como una locura. Bueno todo esto es una locura pero, lo que acabas de decir no hay forma de que entre en mi cabeza.

—Pues se sorprenderían en todo lo que me estoy basando para decir esta locura, y prometo que seré lo más detallada posible, pero, lo importante aquí es que, estuvimos todo este tiempo detrás de una forma de expulsar a ese demonio fuera de ti y resulta que, si tengo razón, será más fácil de lo pensado. Solo tengo que saber cómo santificaron aquel fuego.

—Y si tienes razón... ¿cómo se supone que funcione? —dije cruzando mis brazos— Sal demonio, sal? —dije y al parecer Kelvin sintió mi tono de burla, no era que yo lo estuviera viendo pero sabía que me miraba, con aquellos ojos que siempre tratan de ver más allá de lo que está a simple vista— Amh, nop, no funcionó.

—Denme más tiempo por favor, y prometo que organizaré mis ideas. Voy a llamar a Durán, el será de mucha ayuda.

Ana Iris recogió algunas cosas —Tengo que preparar unos exámenes para el lunes, pero, seguiré trabajando en esto.

Ella salió con mi tío Manuel, y Kevin estaba allí mirándome.

—Quee? —Pregunté con tono cansado sin ni siquiera mirarle, pero él entendió que le hablaba a él.

—Eso que fue?

—Eso qué?

—Eso que acabas de hacer. ¿Por qué no te alegra este descubrimiento? ¿por qué suenas cómo si no te importara? o como si no te sorprendiera más bien.

—Porque me pareció estúpido, Ana Iris lleva demasiado introducida en esos libros, de seguro ya empezó a perderse.

—No lo creo. Te conozco, y si crees que está erróneo lo que alguien dice, buscas la forma de demostrarlo, no te burlas de ella como lo acabas de hacer.

—Kelvin, yo creo, que deberíamos descansar —empecé a caminar pensando que iba a seguirme.

—Tú lo sabías —dijo de repente sin moverse.

—De qué hablas?

—Esa noche, estuvo cerca, y tú la interrumpiste tirando los libros al suelo, tú escondiste ese libro, lo tenías en la mano.

—Okay, al final todos pararemos en el manicomio.

—Ya deja de burlarte! —me gritó enojado— Es lo que haces cuando sabes que alguien dice la verdad pero no te gusta. Ahora que lo pienso bien, supiste que estuvo cerca desde que empezó aquella historia de ese tal recipiente, porque al final, ¿qué es lo que significa tener un servicio sin contrato, Amy? ¿Recuerdas esas palabras, cierto? Entonces lo supiste, ¿no es así? —Él sólo me miraba esperando a que yo dijera algo— Maldita sea Amy, que es lo que significa, lo sabes, dilo.

—Que puedes cancelar cuando quieras —le di lo que quería.

—Exacto.... Eres increíble, todo lo que ellos están haciendo y esas noches de desvelo, es sólo para ayudarte, ¿y tú? Finges que te interesa, para estar cerca y sabotear las cosas en el momento preciso, bravo Amy, la verdad que estoy sin palabras.

Kelvin salió de allí disparado, pasó por delante de mí y no volteo a verme en ningún momento, yo estaba inmóvil, cuando intenté caminar hacia la salida, escuché su auto, se había ido, me dejó allí y de seguro iría a casa de mis tíos a cortarles. Volví a dentro me quedé allí mirando el pizarrón y todos los libros, con ira tiré una silla al otro extremo del cuarto, luego borré lo que había en el pizarrón con las manos, tiré los libros al piso de un solo manotazo. Estaba furiosa, era un fraude y Kelvin ahora lo sabía, ahora Ana Iris y mi tío también lo sabrían, no iba a poder mirarles a la cara, y no tenía como explicar aquello, la realidad es que ni siquiera quería hacerlo y el hecho de que quizás tuviera que, me ponía aún más furiosa, 'a la mierda todos' pensé, ya no tenía caso seguir fingiendo.




Iterum Resurrectum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora