Era terrible estar encerrada en casa, pasé todo el domingo dando vueltas en el jardín, mi habitación y toda la casa, cuando llegó el lunes, desperté a las 5:40 am y me empecé a preparar para ir a clases, iba a tratar de convencer a mi tío, otra persona hubiera ido a tratar de convencerle primero y luego dependiendo de su respuesta se iría a vestir, sin embargo, yo no sabía por qué, pero sabía que me dejaría ir.
Cuando bajé a las 7:30 am mi tío y Ana Iris estaban en la cocina, Ana Iris iba a salir y mi tío siempre ha sido madrugador.
—Amy? A donde crees que vas? —Le escuché decir a Ana Iris.
—Al instituto. —Contesté como si nada.
—Claro que no Amy, ya lo habíamos hablado— intervino mi tío.
Me le acerqué y tomé su mano— Vamos tío, ya no puedo más con estar encerrada aquí, ya estoy súper atrasada, si sigo faltando sin necesidad no voy a poder recuperarme dentro de un mes.
—Eso lo entiendo, es solo que con lo que te pasó que aún no tenemos ni idea de que fue gracias a tu pérdida de memoria, no es seguro que salgas.
—Entiendo que eso te preocupe, pero que me puede pasar en el instituto, sentada frente a un enorme pizarrón rodeada de estudiantes y maestros. Mírame— le dije mirándole a los ojos— estoy bien, más que bien, y voy a estar bien, es bueno que vaya al instituto y me distraiga, no pasa nada, no es necesario que falte a clases.
El se quedó un instante perdido, como si hubiera dejado su cuerpo allí e ido a otra parte.
—Ya estas bien —dijo finalmente— no es necesario que faltes a clases.
Ana Iris no pudo evitar quedar frizada, nos miró de súbito sin entender lo que había pasado, ella esperaba que aquello acabaría diferente, conmigo de vuelta a mi cuarto haciendo rabietas.
—Gracias! —me le fui encima con un abrazo y besé su mejilla— Nos vemos en la tarde.
Salí disparada por la puerta de la cocina para rodear la entrada y salir a la calle, como ya estaba lista para salir no era necesario esperar más.
—Manual, que rayos te pasa? —Le cuestionó Ana Iris a mi tío— No quedamos en que lo mejor era que se quedara aquí en casa unos días hasta que recuperara la memoria o por lo menos hasta la otra semana?
—Es bueno que vaya a instituto, que se distraiga, no pasa nada, no es necesario que falte a clases.
—Okay, esas no son tus palabras, son las de Amy. Antes que te dijera justo eso, estabas decidido a no dejarla ir como habíamos acordado. Que cambió?
—Es bueno que vaya a instituto, que se distraiga, ella ya esta bien, no es necesario que falte a clases.
—Que diablos... Manuel? —ella empezaba a tener un ataque de ansiedad.
Mi tío se quedó un instante perdido.
—Ana Iris, por Dios, —dijo— ya te he dicho que cuides esa boca.—Sí, perdona. —Ella entendió que no tenía caso seguir insistiendo.
Ella no entendía lo que estaba pasando, sin embargo, sabía lo que había visto y escuchado, ahora mi tío Manuel estaba como en un trance, como si hubiera sido mentalmente manipulado, era algo ilógico cuando lo pensaba a la primera pero luego le fue sonando aún menos alocado y aquello fue tomando forma y sentido, al menos en la cabeza de Ana Iris quien siempre ha sido una mujer crédula en todos los aspectos.
Esto llevó a Ana Iris a casi ahogarse en un mar de curiosidad, a buscar información, a recurrir a algunos libros que posiblemente hablaran del tema, y mientras más y más leí más se acomodaba aquella idea en su cabeza.
Ese día ella fue a su casa, tomó su computadora, algunos libro y se encerró a leer e investigar sin saber siquiera que era lo que buscaba realmente, pero de apoco fue encontrado términos que se iban adaptando a su idea y su búsqueda fue tomando forma.
Después de tener unas horas investigando, y basándose en la información que había encontrado, Ana Iris había llegado a la conclusión de que mi tío Manual había sido víctima de una manipulación mental. Los textos que ella leía hablaban de manipulaciones mentales, o sugestión mental, donde las víctimas no eran dueñas de sus propias ideas, afectando incluso su comportamiento. Al generarse ideas aunque no eran sus ideas, pero que ellos creían que si, hacían cosas o decían cosas sintiendo que de verdad era lo que ellos querían hacer. Según estas informaciones, esto se llevaba a cabo después de años de estudios, utilizaban tácticas psicológicas, imágenes, historias. Pero, Ana Iris había visto algo más que simplemente una táctica psicológica, aquello iba más allá, ella lo podía sentir. La imagen de la escena donde yo estaba parada frente a mi tío, donde decía unas oraciones y que luego mi tío las repitiera como si eso fuera lo que el creyera, cuando ella sabía que era lo que yo quería que él creyera, esa imagen se repetía una y otra vez y no encajaba con lo que ella leía. Aún no tenia claro el cómo había pasado, pero sabía que aquello iba más allá de una influencia de un individuo a otro a través de tácticas, de ciencias que llevan años de estudios, así que siguió investigando, y aquello se volvía más turbio, más oscuro incluso para ella que era una fanática de todo aquello.
●
Esa tarde llegué a casa y traté de no ser vista pero no funcionó.—Llegas tarde— Escuché cuando empecé a subir las escaleras.
—Lo siento tío, me quedé poniéndome al día con ciertas cosas.
—Entiendo, tienes hambre?
—Sí, pero iré a ducharme primero. —Dije y subí otro escalón pero luego sentí mucho silencio en la casa. —Y Ana Iris no está?
—No, dijo que se quedaría por esta noche en su casa, talvez vuelva mañana.
—Bueno, esta bien, bajo al rato— dije y subí en seguida.
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Iterum Resurrectum.
Fantastique[ Completada ] "Después de varios días investigando acerca de lo que me había pasado aquella noche y de las cosas que de repente empezaron a suceder, a pesar de lo loco y descabellado que se ponía cada vez y cada vez más, mi tía Ana Iris había llega...