El sol salió, sus rayos de luz se dispersaron por Tokio con gracia y calidez, para muchos aquella mañana solo afirmaba un bello día, pero, para los del clan Bakugo ese día podría ser el último.
Frente a la imponente puerta de la oficina del jefe, se encontraba un alfa pelirrojo, con otras tres personas, los cuatros estaban titiritera do del susto, estaban que se c*gabán en los pantalones, y es que, tras buscar toda la noche y mañana, no daban crédito a lo poco eficaces que fueron. Su jefe los hiba a matar en cuanto le dijeran que aún no habrían logrado encontrar a su hijo. "¡Me importa una mierda lo que tengan que hacer, quiero a mi maldito mocoso para cuando salga el sol!"
El sol salió hace más de tres horas, y no habían avanzado en absolutamente nada, el niño había desaparecido por completo, a menos que...
Las cuatro personas sudaron frío al haber compartido un mismo pensamiento.
* ¿Y si el niño había muerto? *
No.
- el está bien - dijo al aire, como si hubiera leído la mente de todos allí - es un Bakugo, solo por su apellido es fuerte.
Mina, Sero y Denki, quienes eran los que acompañaban a Kirishima suspiraron para tranquilizarse, debían cumplir con su trabajo, y encontrar al niño, o si no, no podían considerarse dignos de pertenecer al clan Dragón.
Kirishima con un poco de seguridad tomo la perilla de la puerta, la giro y abrió, aunque solo tuvo el tiempo de dar un paso, ya que al sentir la punta de un arma en el costado derecho de su cabeza le impidió seguir caminando y borró toda seguridad que tenía.
- ¿Lo encontraron? - pregunto el rubio.
- no - fue lo único que pudo responder el pelirrojo.
- ¿Entonces qué mierda haces perdiendo el tiempo? ¡No quiero que regreses a menos que tengas a mi hijo contigo!
- si!
- solo encuéntralo - dijo en un susurro.
Kirishima retrocedió a tiempo para evitar que la puerta se estampara con su rostro, los demás sólo atinaron a escapar para seguir buscando al chico, pero el pelirrojo no pudo solo irse, aún con la puerta rosando su frente se quedó inmóvil *solo encuéntralo* fue lo último que dijo su jefe, pero el tono quebradizo que usó lo dejo en un estado en el que no podía moverse.
- lo encontraré - se dijo a su mismo - lo prometo - le dijo a su jefe a través de la puerta, fue un susurro, una promesa para si y para su hermano, sin saber, que justo detrás de aquella puerta estaba Bakugo, quien escucho muy apenas el cayado susurro de su amigo, agradeciendo en lo más profundo de su ser el compromiso que desempeñaba el pelirrojo.
.
Nota:
Tarde mucho, y sin promesas, intentaré publicar el siguiente capítulo pronto (y más largo).
Perdone me cualquier falta de Ortografía, pero...
En fin.
Algún comentario, queja, duda, pregunta o sugerencia no dude en escribirme ➡️
(Dejé aquí su duda)Atte: Carl Rodríguez.
:'/ ;)
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Las Casualidades No Existen. Todo Es Producto Del Destino.
Action"Algunos lo llaman Casualidades, otros lo llaman Estar en el lugar a la hora equivocada, pero para Izuku Midoriya, un joven Omega de 27 años, los acontecimientos que lo rodean son cosas del Destino, pues, para ser solo un artista independiente, a se...