Capítulo 8.

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Estaba agotado, caminando con calma y apuro busco sus llaves en su bolsillo trasero, deteniéndose justo frente a su puerta para luego abrirla, aunque el montón de bolsas y cosas del trabajo se lo complicaron.

- ¡Ya llegué! - llamó mientras entraba y cerraba la puerta tras de sí.

- Si lo sé, te escuché a kilómetros - respondió Kasui asomandose levemente por el borde del sofá aún envuelto en cobijas, dándole una apariencia algo tierna a ojos del peliverde.

- Oh, veo que encendiste la TV, me alegra, me preocupaba que por temor o vergüenza te limitaras a solo dormir.

- ¿Quien te crees como para darme miedo? - preguntó el castaño indignado por ser subestimado.

- Ok ok, perdón por malinterpretarte - se disculpó el pecoso.

- mmm...

Izuku procedió a caminar asta la cocina, que en realidad quedaba a no más de unos pasos de la puerta principal, todo bajo la atenta mirada del menor.

- Eres muy inresponsable - comentó el niño un rato después de ver al mayor organizar las compras.

- ¿Como..? - preguntó confuso, Izuku no creía haber escuchado bien.

- Además de sordo - se quejó - ¡Eres muy inresponsable! ¿Como puedes esperar a que se te acabe la alacena para ir a comprar más? Y para el colmo, ¿¡Así pretendes cuidarme!? - estaba histérico, enfadado y muy en el fondo, una parte en lo más profundo que se niega a admitir la verdad, estaba preocupado.

- Lo siento - se disculpa Izuku imperturbable empezando un poco a entender el carácter del menor, e ignorando (por el momento) los recientes gritos del castaño - en mi defensa, la semana para mí ha sido muy pesada, tuve que hacer doble turno en mi trabajo, y en mi tiempo libre lo tomaba para descansar, además de que solo compre suficiente para lo que queda de esta y la próxima semana - aclaró.

- Escusas - comentó desde su lugar, fijo como roca y aún con sus pupilas clavadas en cada movimiento que hacía el Omega.

- Pero bueno, a fin de cuentas logré comprar suficiente comida, asunto por el que no tendremos que preocuparnos por unos días - dijo feliz mientras finalizaba en arreglar los víveres en donde van - por cierto, no sabía que sabor de cereal te gustaba más, así que compre natural, de frutas y chocolate.

- Natural, no me gusta el dulce- aclaró.

Midoriya tuvo un paro cerebral, ¿Escuchó bien? Un niño de no más de 5 años dijo que no le gusta el dulce?

- ¿Como que no te gusta el dulce? ¿Y el chocolate? - preguntó incrédulo.

- Nada que contenga azúcar es de mi agrado, y eso incluye el chocolate, las mermeladas, los postres, el helado y todo lo demás.

- Imposible... - murmuró para sí - bueno... - en realidad no sabía que decir, al menos estaba seguro que por diabetes no hiba a sufrir, mucho menos por caries - ¿Entonces cereal natural para cenar te parece bien? - pregunta.

Kasui solo se encogió de hombros.

- Entonces... ¿Qué es lo que te gusta? - pregunto ya no pudiendo aguantar su curiosidad, ese niño si que tenía gustos raros.

- El picante, las especias, la carne, el pollo, el arroz - respondió simple - no me gusta lo dulce, lo simple, la pasta y las verduras - respondió, para luego, por fin darce la vuelta y seguir buscando en los canales de la TV.

- Eres un niño en crecimiento, necesitas consumir muchas verduras- afirmó mientras se acercaba al mueble.

- No! - bramó enojado mientras tomaba asiento al percibir al mayor acercarse - ¿Para crecer con cabeza de brócoli? ¡No gracias!.

- ¿Cabeza de brócoli? - preguntó confuso.

- Tú eres un cabeza de brócoli, ¡De seguro por comer tanto brócoli! - comento efusivo alzando sus brazos y señalando lo obvio.

- ¿Yo..? - preguntó en murmuros confuso, llevándose instintivamente una mano a su cabellera recordando ahí que sus alborotados rulos son de tonalidades verdes, al entender la referencia del niño enrojeció de vergüenza mientras tomaba asiento en el sofá.

- Ahora pareces un fresa - comento divertido el castaño.

Y es que, los cabellos verdes despeinados por la carrera anterior, su rostro ruborizado en contraste y añadiendo a ello, las pecas en sus mejillas solo resaltaba las características de a fruta antes mencionada.

- Creo, que también me gustan la fresas - dijo entre divertido y aliviado en un susurro, murmullo que Izuku por la cercanía logró escuchar, y efectivamente, no sabía si tomarlo como halago o broma.

- Bueno... - trató de despejarse el sonrojo - ya es tarde - murmuró viendo por la pequeña ventana al notar los colores fríos asomarse - tomaré un baño, luego de ello serviré el cereal para luego dormir ¿Te parece seguir platicando mañana? Es mi día libre, así que podemos discutir cierto asunto que tenemos pendiente con más calma ¿Va?

Kasui asintió no muy seguro, aún no quería hablar sobre lo sucedido, no quería regresar, pero, para ello tendría que esperar al día siguiente, así que un poco más tranquilo (aunque aún asustado), decidió solo esperar sentado en el sofá mientras el Omega se retiraba a su habitación para buscar lo necesario y tomar su anhelada ducha.

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Nota:

Hola!!!
Ha pasado un tiempo, discúlpenme la demora pero he aquí el siguiente cap..

(Y si les sirve de consuelo, el siguiente ya está casi listo, solo le falta ser corregido)

Además, quería dedicar este capítulo a la tercera persona que note que votó por esta humilde Historia.

Trinidadcopa este capítulo va en tu nombre!!!

En fin..

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HASTA LA PRÓXIMA!!!

👋👋👋👋👋👋👋👋👋

Las Casualidades No Existen. Todo Es Producto Del Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora