Cargaba unas bolsas y estaba ya a unos pasos de entrar a su edificio correspondiente, iba tranquilo, había salido en la mañana no solo a degustar su café, también fue con la intención de terminar de comprar su alacena, además de unas cosas y especias extras, pues el pequeño invitado que esperaba aún en sueños en su casa tenía gustos diferentes a los suyos, y por ende, a la gran mayoría de cosas que compró el día anterior.Izuku ingresaba a su edificio, caminando tranquilo al elevador, oprimiendo el botón indicando su presencia a la inconciente máquina, habriendo sus puertas al llegar a su piso también revelando la presencia de alguien más.
- ¡...oh! Izuku, No esperaba verte tan temprano - dice Shirakumo.
- ¿Eh...? - exclama Izuku algo confuso, no había reconocido al contrario - ¡Ah, Shirakumo-San! Lamento mi ignorancia, no lo había reconocido - aclaró el peliverde.
- No te preocupes, ¿Como estás? - pregunta mientras salía del elevador e Izuku ingresaba.
- Estoy bien, gracias por preguntar - responde mostrando una sonrisa de cortesía.
- ¿Andabas de compras? ¿Por qué tan temprano?.
- Ah.. no es nada, en realidad sólo fui por un café, y en el trayecto solo compré un par de cosas para mí invitado - confiesa, marcando el botón de su piso.
- ¿Invitado...? - susurro para sí, mostrando una expresión que a ojos del Omega era un poco desanimada(?) - bueno, me voy al trabajo, que disfrutes tu día - se despide.
- ¡Adiós! - las puertas se cierran ~suspira~
Las puertas se abren y el peliverde se encamina a su departamento, ingresa y encuentra todo tal y como lo dejo, adivinando de inmediato que su pequeño inquilino aún no había despertado, ve el reloj y encuentra la obviedad de ello, son las 7:15 am, el niño aún debe estar en el quinto sueño.
Deja las compras dónde deben, toma una ducha rápida en completa discreción, se pone un delantal y empieza a cocinar.
.
Kasui estaba cómodo, calentito y agradecido de no ser interrumpido por luces molestas, se negaba rotundamente a levantarse, o eso intentó, asta que el olor de la comida inundó sus fosas nasales.
Como resorte se levanta de la cama quedando sentado, aún con sus ojitos cerrados alza un poco su nariz buscando más de aquel agradable aroma, olía bien, no...
¡Olía exquisito! Y como prueba de ello, su estómago rugió exigiendo lo que sus fosas nasales degustavan.
Salió perezoso de la habitación, frotando su ojo derecho buscando aclarar su visión, asta que llegó a la cocina, despabilando enseguida al percibir los aromas más fuertes y provocativos.
- ¿Qué cocinas? - pregunta, inocente, conteniendo poco después las risas al provocar un salto de susto en el contrario.
- Kasui...! ~suspira~ me asustas te - sonríe mientras se gira a su dirección - ¿Quieres ver? - pregunta.
El pequeño solo asiente, esperando que el mayor buscara una silla para poder subirse y ver, o que éste apartara un poco en un plato y ver desde abajo, lo que nunca espero, ni siquiera llegó a pensar o soñar fue... Qué gentilmente, con cuidado y delicadeza el Omega lo tomara por debajo de sus brazos y lo alzara, temió en el momento en que sus pies dejaron el suelo, buscando estabilidad, al poco tiempo recibiendo en cambio una especie de abrazo, que por inercia, abriera sus piernas y aferrarse al contrario con sus brazos, quedando como un koala aferrado a un árbol.
- Si no separas tu rostro de mi cuello no creo que podrás ver Kasui - menciona divertido al notar que el niño no se despegaba de su cuerpo - tranquilo, no te caerás, prometo agarrarte fuerte - menciona, motivando al niño.
Kasui poco a poco despega su cabeza del mayor, aún aferrado a el.
- Mira Kasui - llama, haciendo que el menor observara a su izquierda, detallando en la cocina las distintas ollas con preparados deliciosos y diferentes - ¿Quieres probar? - pregunta amistoso, señalando el pescado que reposaba aún en la cocina.
Kasui aún un poco asustado de estar alejado de la seguridad del suelo asiente, mientras, con cuidado y sin prisa desliza sus manitos al pecho del Omega, confiando su peso en su brazos, mientras que Izuku, aferrando bien el peso del niño a su brazo izquierdo, toma con su brazo libre un poco del pescado antes mencionado en sus palillos, acercándolo al castaño.
El pequeño no podía estar más que feliz, el sabor del pescado, su olor y textura...
*¡Está delicioso!*
- Bueno, necesito que me ayudes en algo Kasui - empieza diciendo, mientras con cuidado baja al menor al suelo - necesito que vallas al baño y cepilles tus dientes, también que te cambies mientras yo termino de cocinar - dice revolviendo los cabellos del contrario, ganandoce un puchero - luego de desayunar revisaré tus vendajes, y tomaremos esa plática jovencito - señala mientras retomaba a cocinar.
Mientras que el menor solo empezaba a preocuparse, camino rumbo al baño, entrando y encontrando en el lavamanos un cepillo dental nuevo, le quita el envoltorio y lo usa, mientras se lavaba los dientes compartía un solo pensamiento:
*¿Será tarde para escapar?*
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Nota:
He aquí el siguiente cap!!!
Dedico el capítulo a MaiiJmeCardoso por ser la quinta persona en leer esta humilde historia!!!
Aprovecho y comunico que el siguiente cap lo publicaré el primero del siguiente mes, sin falta! (De no ser así, será por no tener saldo) pero sin falta nos vemos los primeros días de septiembre con el capítulo 13.
ASI QUE NO SE OLVIDEN DE DAR ⭐ COMENTAR 💬 Y SEGUIR ESTA HISTORIA 🙋...
HASTA LA PRÓXIMA!!!
👋👋👋👋👋👋👋👋👋
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Las Casualidades No Existen. Todo Es Producto Del Destino.
Action"Algunos lo llaman Casualidades, otros lo llaman Estar en el lugar a la hora equivocada, pero para Izuku Midoriya, un joven Omega de 27 años, los acontecimientos que lo rodean son cosas del Destino, pues, para ser solo un artista independiente, a se...