- ¡Estoy en casa! - llamó Izuku una vez abrió la puerta de su hogar, pronto, escuchó unos pasitos retumbar por el pasillo.- ¿Por qué tardaste tanto? ¿No habías dicho que tú salida era a las 3? - preguntó enfadado (y preocupado).
- Lo siento, tuve un contratiempo en el trabajo, pero ya está solucionado así que para mañana pueda que llegue más temprano.
- Mmm, bien - refunfuñó poco convencido.
- Oye Kasui... - llamo tranquilo, mientras se quitaba sus zapatos y se ponía sus pantuflas - ¿No te gustaría salir?
Eso alarmó al pequeño.
- ¿Cómo? - preguntó temeroso.
- A un par de calles queda serca un parque infantil ¿Te gustaría ir?
- ¿No es muy tarde para salir? - preguntó vacilante, dando inconscientemente unos pasos hacia atrás.
Izuku sonrió comprensivo, caminando hacia él.
- Kasui - dijo tranquilo, arrodillándose frente a él - todo va estar bien, solo será un rato - acaricia sus mejillas- necesitas salir un poco - sonríe - además, tendrás unos de mis suéteres y un pequeño gorro, todo va estar bien.
Kasui asintió no muy convencido.
Pronto, luego de un par de duchas y un cambio rápido, ambos se encontraban ya listos frente a la puerta, Izuku estaba por abrirla cuando un agarre en su pantalón lo detuvo.
- Tengo miedo - confiesa el cachorro, tembloroso.
- Sabes - empieza a decir, agachándose frente a él - hace mucho tiempo una mujer muy savia y amable me dijo "el miedo solo es el reflejo de nuestro valor"
- ¿Y eso que significa? - preguntó curioso.
Izuku sonríe.
- Está bien tener miedo, y sobre todo, es mejor afrontarlo de frente, eso solo demuestras que eres muy valiente - le acaricia una mejilla - además, yo estaré a tu lado, si tienes miedo solo corres a mi y me abrazas muy fuerte ¿De acuerdo?
Kasui asintió, tomado su mano y esperando a salir.
Caminaron al ascensor y lo tomaron, asta que éste se detuvo en el décimo piso.
Las puertas se abrieron e Izuku pudo deslumbrar de quién se trataba, en cambio, cuando Kasui lo vió no hizo más que aferrarse a la pierna contraria y temblar en puro terror, preocupando al peliverde.
- Shirakumo-San, buenas tardes.
- Izuku - expresa sorprendido, viendo al pequeño que se escondía entre sus piernas - a si, buenas tardes, disculpe mi falta de modales - dijo entrando al ascensor - solo me sorprendió verlo con su cachorro.
- Oh no... - dudó, el agarre en su pantalón haciéndose más fuerte cada vez más - es mi ahijado - sonríe.
- Oh! - exclama sorprendido - valla, disculpe que lo haya malinterpretado - dice, esperanzado, viendo fijamente al menor - su ahijado, se me hace familiar - murmura callado, susurro que el contrario no logra escuchar.
Izuku, preocupado al sentir los temblores del castaño aumentar decide darse vuelta y alzarlo, su Omega interno aborrecía verlo asustado.
- Shhh, tranquilo - lo abraza, permitiendo que el cachorro se esconda en su cuello - yo estoy aquí - murmura, tranquilizando un poco al pequeño con eso.
- Lamento haberlo asustado - se disculpa el mayor.
- No se preocupe, es un poco tímido con extraños - aclara.
El ascensor abre sus puertas y ambos salen, caminando a la salida.
- Lamento si me entrometo ¿Pero a dónde van tan tarde? - pregunta Shirakumo.
- Vamos al parque, pensé que a Ka.. - dudó - Kai le vendría bien un poco de aire - dice - ¿Y usted?
- Tuve la mala suerte de ser llamado para el trabajo - comenta - pero nada que no pueda resolver.
Ambos salen del edificio.
- Bueno, asta pronto Shirakumo-San - se despide el peliverde.
- Asta pronto Izuku- Kun - se despide el mayor.
El pecoso ya llevaba media cuadra caminando asta que Kasui le habla.
- Alejate de él - dice, serio y preocupado.
El peliverde se sorprende por ello, pero no queriendo discutir acepta.
- Está bien.
- El es malo - sigue - muy malo - susurra con señales de llanto.
Izuku se asusta por ello eh inconscientemente voltea a ver si el contrario lo vé, pero no hay nadie.
- Tranquilo Kasui - susurra - yo estoy aquí.
.
Eran serca de las 5 y llevaba todo el día buscando, como en los últimos tres días.
Su amigo y jefe lo hiva a rostizar si seguía llegando a la casa sin su cachorro con el.
- Kasui ¿Dónde estás? - murmura para él, con la ambigua esperanza que el pequeño escuchara su hablar, o mejor aún, que sus palabras lo trajeran frente a él.
Kirishima estaba agotado.
Ese día buscaba serca de un condominio, pasaba por un parque infantil asta que lo vió.
O no lo vió.
Tal vez fue su mente jugando le una mala broma por no haber dormido bien, pero creyó haber visto un niño con un suéter negro de gran tamaño jugar con otros.
Lo que lo hizo frenar de golpe fue ver en su pequeño rostro el de Kasui, fue solo un segundo, pero lo vió.
No negándose a saciar su curiosidad estaciona y se baja, camina discreto y sin prisa viendo fijamente la espalda del cachorro que cree, es Kasui.
- ¡Kai ven! - escucha decir y el niño que veía fijo corre a dónde lo llaman, lo sigue con la mirada y lo ve ser alzado por un Omega de ojos y cabellos verdes - ¿Que hacía viendo a mi ahijado tan fijo? - preguntó amenazante.
Kirishima palideció.
- ¡L-Lo siendo mucho! - se disculpa el pelirrojo - creí que era mi sobrino - confiesa, extrañando se al ver sorpresa en su rostro.
Izuku duda.
- Es mi ahijado - dice firme, aferrando más al cachorro en sus brazos.
- Si, lamento mucho haberlo asustado - dice al ver los ligeros temblores en el menor - me retiro y buenas tardes - se despide.
Kirishima camina rápido a su auto y arranca sin vacilar.
Maldiciendo se por haber confundido a Kai con Kasui.
.
Se nos acerca lo bueno.
Feliz Navidad, aquí les traigo el regalo del Niño Jesús.
Por cierto..
Señores lectores les vengo a recordar mi vieja promesa, recuerden botar por el borrador que esperan el 1 de enero como regalo para un nuevo año (si no recuerdas o no sabes de qué hablo amablemente te invito a ir al capítulo "borradores" y recapitular la opción) recuerden que para escoger la historia ganadora solo deben comentarla, y quién tenga más comentarios será la elegida (no habrá fecha límite para la selección).
Además...
El próximo capítulo no lo publicaré asta que éste llegue a los 100 vistos.. 😁😉
ASI QUE NO SE OLVIDEN DE DAR ⭐ COMENTAR 💬 Y SEGUIR ESTA HISTORIA 🙋...
HASTA LA PRÓXIMA!!!
👋👋👋👋👋👋👋👋👋
ESTÁS LEYENDO
Las Casualidades No Existen. Todo Es Producto Del Destino.
Action"Algunos lo llaman Casualidades, otros lo llaman Estar en el lugar a la hora equivocada, pero para Izuku Midoriya, un joven Omega de 27 años, los acontecimientos que lo rodean son cosas del Destino, pues, para ser solo un artista independiente, a se...