Inesperadamente el cálido sol que calentaba con sus rayos el medio día, se vió reemplazado por una tarde con nubes turbias y grises, era una amenaza silenciosa por parte del clima...
*Habrá una tormenta* - pensó un Omega de cabellos y ojos verdes mientras salía del super de comprar toda la despensa que no había tenido tiempo de comprar en la semana.
Caminaba con algo de prisa y ágilmente entre el gentío que había a esa hora, el tránsito estaba muy lento por lo que tomar el autobús o un taxi quedaba descartado, el tren estaba totalmente abrumado por la gente que luchaba por entrar, otra idea descartada, lo único que le quedaba era caminar, estaba a solo una estación de su hogar, no quedaba lejos pero el montón de gente que aún quedaba en las calles lo complicaba, sin mencionar que ahora contaba no solo con su equipo de trabajo si no que también con muchas bolsas, estaba muy atareado.
Trum!!!!
El primer relámpago sonó sin dar señales de alguna tregua de parar, inmediatamente los ciudadanos que andaban a pie aumentaron su velocidad para llegar a tiempo a su destino sin sufrir una ducha adelantada propinaba por el cielo, y el peliverde no era la excepción.
*¡Gracias Mundo!* Gritó Midoriya para sus adentros, ya que, justo en el momento en el que ingresó a su edificio, las primeras gotas de agua helada cayeron sin compasión estrellándose sobre el suelo, y demás personas, el Omega al ver como la lluvia atrapaba debajo de si a los demás sólo pudo sentir pena, limitándose a desearles desde la seguridad del edificio que aquellos no amanezcan con algún resfriado.
Uf... - suspiró, tomando camino nuevamente, ahora rombo al ascensor, presionó el botón esperando el abrir de sus puertas. Una vez adentro presionó nuevamente el botón, pero está vez del piso que le correspondía, las puertas estaban por cerrarse asta que...
- ¡Espere...! - llamó alguien, y Midoriya como buena persona que era detuvo a tiempo el beso que deseaban darse las puertas - gracias - respondió el hombre de antes una vez ingresó.
- No hay de qué - respondió el peliverde.
- Si hay, siempre que pido esperar la mayoría no me da el tiempo de ingresar - afirmó el hombre - ¿Eres un Omega, verdad? - preguntó.
Midoriya se sobresaltó un poco por la repentina pregunta - Lo soy - respondió con reciente desconfianza.
- No me malinterpretes, pero en este edificio abundan los alfas, y como dije antes, la mayoría no me da el tiempo de ingresar; llegar a la conclusión de que eras un Omega fue fácil gracias a tu amabilidad, además de que eres un Omega... Soltero. - concluyó.
- Emm... Si, n-no hay problema - ok, ahora un ligero temor crecía en su interior - me alegra de haberle ayudado- sonrió con cierta incomodidad y algo de timidez.
- Si me permite el atrevimiento y saciar mi curiosidad, ¿Podría decirme su nombre? - preguntó.
- Izuku, Izuku Midoriya.
- Nuevamente gracias, Midoriya-San - las puertas se abren - aquí me bajo.
- Hasta luego señor...
- Oboro, Oboro Shirakumo - respondió ya desde una distancia considerable.
- ¡Hasta luego Shirakumo-San! - gritó sobresaliendo un poco del ascensor, donde el contraria solo se despidió con un gesto de mano.
Las puertas se cerraron y Midoriya suspiró, respondió las preguntas del contrario además de que se despidió únicamente por cortesía, el sujeto era algo extraño, sin embargo su porte recto y refinado le dio la impresión que el mayor era alguien sofisticado, aunque una reciente duda que no logró responder creció en su mente.
- ¿Me pregunto, que casta será...? - susurro.
¡Dilin!
Las puertas se abrieron, Midoriya suspiró restándole importancia a la reciente conversación mientras retomaba su camino a su departamento.
.
Nota:
Hola!!!
Puede que el capítulo sea un poco Agh... Pero los acontecimientos reciente dados son cruciales para el futuro por qué...
Me callo ( sin espoilers ) ;)
Espero y esté siendo de su agrado.
Investiguen quien es Oboro y luego me dicen sus especulaciones...
(Los leo) ➡️En fin...
NO SE OLVIDEN DE DAR ♥ COMENTAR 💬 Y SEGUIR ESTA HISTORIA 🙋...
HASTA LA PRÓXIMA!!!
👋👋👋👋👋👋👋👋👋
ESTÁS LEYENDO
Las Casualidades No Existen. Todo Es Producto Del Destino.
Action"Algunos lo llaman Casualidades, otros lo llaman Estar en el lugar a la hora equivocada, pero para Izuku Midoriya, un joven Omega de 27 años, los acontecimientos que lo rodean son cosas del Destino, pues, para ser solo un artista independiente, a se...