Izuku y Kasui llegaron al parque.Siendo el mayor más emocionado por ello.
- Kasui, tranquilo, nada malo pasará.
El castaño asintió, viendo al frente, viendo cómo los diferentes niños jugaban y correteaban entre si.
- Diviértete - anima el peliverde.
El ojimarron asintió, caminando despacio a los otros niños, vió aún pequeño grupo de 3, dos niñas y un niño, pensó en acercarse, estaba cerca de tocar a una niña para saludar cuando inesperadamente el grupo grito entusiasta y salió corriendo a jugar.
El castaño voltea a ver al Omega, viendolo sonreír en su apollo, Kasui da vuelta y suspira, viendo que podía hacer, todo eso era nuevo para él, nuca había interactuando con otros cachorros.
En su casa, solo podía ver desde su ventana a los hijos de los amigos de su padre, viéndolos desde allí jugar.
Camina buscando a quien acercarse asta que desiste de la idea, todos los niños están jugando ya con un grupo y los que no juegan en el parque.
En el parque...
Kasui ve un columpio sin niño que lo monte y decide ir a intentarlo.
Se sienta en la tabla y espera que el objeto se mueva como lo hace con los niños a sus lados.
- Debes columpiarte - dice una niña a su lado, ella también se columpia - el columpio no se moverá solo.
- ¿Cómo lo hago? - pregunta inocente el castaño.
La niña alza una ceja, confundida.
- ¿No sabes?
- No, nunca me había columpiando - dice.
La misma se sorprende y detiene el balanceo que tenía en el suyo propio.
- Agarrate bien de la cuerda - explica, Kasui obedece - ahora, lleva tu espalda hacia atrás y estira tus piernas hacia delante - dice, Kasui obedece - ahora lleva tu pecho hacia adelante y tus pies hacia atrás - finaliza, Kasui obedece - bien, ahora solo repite lo asta que te canses - sonríe.
Kasui obedece.
Siente como el columpio se balancea cada vez más, llegando muy alto cada que va hacia adelante, siente la brisa fresca chocar con su rostro y el hormigueo en su pecho cada vez que el columpio retrocede, sonríe por la emoción y adrenalina que el juego le da.
- ¡Eso es, vas muy alto! - escucha decir a la niña, la voltea a ver, y queda embelesado al ver cómo sus largos rizos dorados se mueven en el aire, como chocan entre ellos y se esparcen alejándose sin rumbo fijo, preguntándose si sus propios cabellos se moverían así de no ser por el gorro y capucha que los escondía - ¡Oye! - llamo la niña parada frente a él (tomando distancia) - ¡Vamos a jugar a Las Traes!
Kasui queri ir, quería jugar ese juego que a sus oídos sonaba extraño.
- ¡¿Cómo paro?! - preguntó aún columpiando se en lo alto.
- ¡Frena con tus pies! ¡Arrastra los! - dijo, Kasui obedeció, y poco a poco el columpio paró - ¡Bien! Ahora vamos a jugar Las Traes - dice entusiasta.
- Y... ¿Cómo se juega eso? - pregunta el castaño confundido, sorprendiendo a la niña.
- ¿Nunca has jugado? - pregunta.
- Nunca había jugado en un parque - aclara Kasui.
- Oh - exclama la rubia - bueno, solo no dejes que te toque - dijo, pero al ver la cara confundida del contrario prosiguió - osea, yo las traigo, y a quien toque le toca a él traerlas ¿Entiendes? - Kasui negó - osea, yo las traigo, ahora te toco - dice mientras toca su brazo - ahora te toca a ti traerlas, tocame - dice alegre.
Kasui intenta obedecer, pero al intentar tocar a la contraria la rubia lo esquiva.
- ¿Que haces? - pregunta el castaño.
- Tu las traes - responde la contraria - debes tocarme.
- Eso intenté, pero tú te quitaste.
La niña ríe.
- De eso trata el juego, evitar a quien las trae - dice, y se va corriendo.
Entonces Kasui entiende, debe tocar a la niña, sonríe divertido, y sin más, se lanza a correr detrás de ella.
Ambos se corretean entre sí cuando uno tocaba al contrario, a Kasui le aviva la emoción que abarcaba el juego cuando no era el quien las traía, y su alegría hubiera continuado de no ser por un llamado.
- ¡Kai ven! - escucha decir el niño, que sin demora corre en su dirección, que tan pronto lo tiene en frente el Omega lo alza en brazos, sorprendiendo lo un poco - ¿Que hacía viendo a mi ahijado tan fijo? - preguntó Izuku amenazante.
Kasui estaba confundido
- ¡L-Lo siendo mucho! - esa vos - creí que era mi sobrino - Kasui se tensa al reconocer esa vos.
Kirishima.
El fiel amigo de su padre, Kasui tembló, al tiempo que sentía como el pecoso Omega lo aferraba más a él.
- Es mi ahijado - dice firme, aferrando más al cachorro en sus brazos.
- Si, lamento mucho haberlo asustado - dice al ver los ligeros temblores en el menor - me retiro y buenas tardes - se despide.
Kasui solo lo ve por el rabillo del ojo como el contrario camina rápido a su auto y arranca sin vacilar.
- Izuku - llama al mayor - vámonos - pide, temeroso que el pelirrojo volviera y lo reconociera.
- ¿No quieres seguir jugando? - pregunta el peliverde, Kasui niega - entonces al menos despídete de tu amiga - dice mientras lo baja de sus brazos.
Kasui baja y se aleja rumbo a la niña rubia.
- ¡Hey! ¿Por qué te fuiste? - pregunta confundida.
- Tengo que irme - solo dice.
- Oh, bueno, me divertí mucho jugando contigo, mmm... - Kasui la vio dudar.
- Kai - responde simple.
Ella sonríe.
- Asta pronto Kai - se despide - oh! Por cierto, yo soy Lisa - dice, antes de irse.
- Asta pronto, Lisa... - murmura el castaño para sí, antes de volver con el Omega.
Había estado demaciado cerca de ser descubierto.
En dos ocasiones.
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Feliz año nuevo!
Feliz 2023!
Especial por ello.Por cierto!!!!
Ya he publicado el borrador ganador.
Si quieren vallan a leerlo ☺️😁
ASI QUE NO SE OLVIDEN DE DAR ⭐ COMENTAR 💬 Y SEGUIR ESTA HISTORIA 🙋...
HASTA LA PRÓXIMA!!!
👋👋👋👋👋👋👋👋👋
ESTÁS LEYENDO
Las Casualidades No Existen. Todo Es Producto Del Destino.
Action"Algunos lo llaman Casualidades, otros lo llaman Estar en el lugar a la hora equivocada, pero para Izuku Midoriya, un joven Omega de 27 años, los acontecimientos que lo rodean son cosas del Destino, pues, para ser solo un artista independiente, a se...