¡Esto se va a descontrolar, my dear!
Debería dejar de imaginarme las reacciones de Caos.
Sí, sin lugar a duda.
Pero esa noche mi mente parecía divertida con la sucesión de acontecimientos.
La encerrona estaba clara. Tenía a los dos objetivos de nuestra investigación a unos metros, mirándome desde atrás de Alister, lo que el resto del grupo se mantenía en algún lugar del local.
Magnifico, ¡tanto que rio por no llorar!
Me había confiado, creyendo que no habría nadie tan lejos. ¡Mucho menos el propio Cristian! Esperaba que Alister se reuniera con ellos ante la marcha del resto de su grupo, y sumado a esto, nuestra ausencia temporal, pero no me planteé ni mucho menos que pudiera encontrarlos. Menos todavía cuando Amanda y Sandra estuvieran a la vista, justo como ahora.
Ignorando a sus acompañantes, a sus sombras, encaré a Alister que parecía ser el único que se estaba divirtiendo con la situación tan surrealista.
―¿Se puede saber qué haces aquí? ―espeté.
―Ahora mismo, sinceramente, estoy aguantando el dolor de mi polla por tu culpa.
Su honestidad me pilló con la guardia baja y mis ojos se dirigieron a esa parte de su cuerpo.
Estoy pillando conexión. Repito, ¡estoy...!
Sacudí la cabeza, desviando mi atención de su maldita entrepierna, y supe con su sonrisa que había esperado mi reacción.
―Eres insufrible ―me defendí.
―Previsible, pequeño saltamontes.
Alister dio un paso hacia delante, acortó la distancia entre ambos, y buscó mi barbilla. Tiró de ella hacia arriba con el fin de que no pudiera escapar de su mirada, de lo que radiaba toda ella, y dado que había conseguido lo que quería, la misma sonrisa que me había calentado el cuerpo se estiró todavía más, agrandándose, mientras sentía que me devoraba sin apenas tocarme.
―¿Disfrutando de la vista?
Se relamió los labios antes de contestarme.
―No esperaba encontrar una vista tan atractiva esta noche, pero sin duda es bienvenida. ―Estaba cerca de soltar un comentario del que Lulú estaría muy orgullosa de no ser porque se adelantó y añadió―: ¿Y tú? ¿Disfrutabas de la fiesta? Porque parecías hacerlo mucho con ese bailecito tuyo.
―¿Celoso?
―Intrigado, muy intrigado.
―Ninguna sorpresa.
―Tus intentos por pasar desapercibido son inútiles, lo sabes, ¿no? ―Su mirada se posó en mis labios, momentáneamente, pero suficiente tiempo para que yo lo notara―. Yo te veo, pequeño saltamontes. Y quiero seguir haciéndolo.
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Caos
ParanormalCaótico. Ambicioso. Oscuro. Sensual. No hay adjetivos suficientes para describirlo. Es un monstruo que yo misma liberé. Un deseo que me condenó al peor de los pecados. Y ahora que ha vuelto buscando venganza, sabe que caeré en sus garras porque no p...