VAN HELSING. Legacy.

🅆🄸🄻🄻🄸🄰🄼 🅅🄰🄽 🄷🄴🄻🅂🄸🄽🄶. 🅟🅐🅢🅐🅓🅞.

— veras... yo nací el 19 de Julio de 1950...—
—que? No me refería a tan atrás... ja ja ja—.
— me dijiste desde el comienzo—. William parecía confundido.
— ok como gustes de igual manera te voy a escuchar— le regala una sonrisa.
William le responde con una sonrisa de igual forma.

PAÍSES BAJOS 1950.

William había nacido en la mansión Van Helsing, está era muy bonita, con un gran patio frontal con una jardinera que servía de glorieta, siendo de dos pisos, 9 ventanales y dos chimeneas a la vista en su fachada.

El día de su nacimiento era un una hermosa mañana donde el sol brillaba hermoso en el cielo. Su madre había estado planeando su nacimiento en ciertas condiciones, no quería que fuera de otra manera. Así que estudio y visito gitanos amigos suyos, obvio sin que su esposo se diera cuenta.

Su madre se llamaba Aura Yamagawa, de origen oriental, a diferencia de su padre, ella tenía un corazón noble, valiente y con un gran sentido del honor.

Su matrimonio no fue por amor, había sido comprada por Vincent.

Su familia era pobre, y sus padres habían perdido a dos hijos varones. Su padre lo demandaba, el primero nació muerto y el segundo murió de una enfermedad en los pulmones al mes de nacido.

Cuando se habían dado por vencidos, la madre había dado la noticia de que tendrían un hijo. El padre emocionado pensó que otro varón sería, pero cuando se enteró que era mujer, este la rechazó. La bebé nació, y pensó que sería igual que los otros. Pero se equivocó, ella había nacido fuerte, sana. En contra de todo pronóstico.

El padre no tuvo más que aceptar de mala manera que ella estaba bien. Así que la trató como si fuera un niño, así que la uso para trabajos en el campo de arroz.

Un día cuando regresaba de sus labores en el campo, su padre le dijo que ya no trabajaría más. Emocionada por la notica agradeció a su padre, pero este solo se limitó a mirarle.

Aura durmió feliz aquella noche sin saber que al día siguiente alguien vendría por ella. Eran las primeras horas de la mañana cuando Vincent quien tenía 32 años, llegaba por la chica de apenas 19.
La chica suplicó y suplicó, pero su padre la había vendido por una suma de dinero muy grande, que más podía pedir un hombre en aquel tiempo. Juventud, sumisa y Virgen.

Durante los primeros días en la mansión fue atendida por los sirvientes. Pero no salía de su habitación para nada. Estaba triste por estar en un país donde no sabía nada y sin contar que está muy asustada.

Se escucha que tocan la puerta, era Vincent, así que abre al no tener respuesta. La busca con la mirada y ve que está sentada en el ventanal. Camina y se acerca a ella.
— sabes porqué te traje aquí?— le dice en su lengua.— te traje porque te salvé de ese infierno. Te compré la libertad en un mundo donde puedes ser tú— y le pasa su mechón de cabello detrás de su oreja.

Ella se le queda viendo, pero no puede ver tras esa máscara falsa de generosidad.

— tienes todo lo que pudiera desear en una mujer. Espero puedas entender eso—. Finaliza y se retira.

El primer mes fue complicado, el ganarse su confianza. Para el segundo mes, ella ya se había abierto más con él, y la sacaba a la ciudad y para el tercer mes él había obtenido lo que quería.

Había tomado la virginidad de Aura, dejándola embarazada en su primera vez.
Era obvio que él quería un heredero, pero ella no sabía el porqué, ella en primera instancia creía que Vincent la quería. Eso le había demostrado.

Una noche mientras dormía, tuvo un sueño. Soñaba con alguien o algo. Le daba instrucciones sobre el nacimiento de su bebé. Lo había sentido tan real que siguió al pie del sueño.