VAN HELSING. Legacy.

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— y como le quieres llamar?— pregunta Sophie mientras se mecía con su hija en brazos.
— no lo sé. Mi nombre me lo dio mi padre. Jamás pensé que tendría que nombrar a una personita!— Esta viendo por la terraza la ciudad.

— que te parece Aqua?—dice Sophie al recordar a la Creadora del agua.
En eso la bebé hace un puchero. —uy!olvídalo. Creo que no le gustó—

William se voltea a verlas, se acerca.
— tienes algo en mente. Puedo verlo en tus ojos Cielo. Que es?— pregunta curiosa.
— en mi familia hay... hay una tradición, por así decirlo. Cuando mi abuelo supo que tendrían un hijo este escogió muchos nombres. De ahí proviene mi nombre. Y un día encontré ese papelito, y entre todos los que estaban escritos había uno de mujer.— termina y se acuclilla para acariciar la mejilla de su hija con el dorso de su índice.
— así? Y cuál es ese nombre?!—.
— Ericka —. Una sonrisa cálida parece.
— vaya... Ericka eh! Pues a mi... — pero no termina lo que iba a decir cuando la bebé empieza hacer unos ruiditos.
— Ericka.— vuelve a decir William. Y la bebé vuelve hacer los ruiditos. — ey! Parece que esta señorita le gusta el nombre! — y la toma en brazos.

Sophie se cruza de brazos y hace un puchero.
— apenas va llegando y ya se chifla contigo!—
— claro! Ella es mi princesa— y la balancea suavemente.
— oye! Y yo?! Acaso ya no te voy a importar?!— su carita empezaba a hacer un berrinche de tristeza.

William se gira— Amor tu eres mi reina, aunque el título te quede corto.— se inclina y le da un beso en la mejilla.
— bueno! Ahora tendrás que administrar tu cariño para ambas!— dice divertida.
— ay! Como eres Amor! Recibirán la misma cantidad de amor. No voy a condicionar eso.— se vuelve a inclinar para besarla.

— entonces nena te llamaras Ericka... Ericka Van Helsing.— finaliza William, posteriormente le da un beso en la frente.

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— felicidades señor! Ya ha cumplido un año de ser padre!—
— gracias Ferguzon! Pero esta niña me está acabando.— dice mientras bosteza.
— y vaya que si!— le responde y luego hecha unas risitas. — y que tiene planeado señor?... para su hija—.
— aun no lo sé. Aún es una bebé. Y aún estamos en la etapa de que quiera decir su primera palabra. Ya imaginarás las guerritas entre Sophie y yo.— dice y carga un barril para subirlo al barco de Ferguzon.
— je je no señor... no me lo imagino. —
— listo se cargó todo. Entonces te veré en una semana verdad?!—.
— si señor! Regresaré en una semana, y prometo traerle un obsequio a la nena. Perdone si no puedo quedarme—
— descuida. Regresa con bien amigo mío!— se abrazan en señal de despedida.

Mientras veía como su amigo se iba alejando del puerto, el atardecer iba apareciendo. Así que regresa a casa.
Vaga por la ciudad viendo como los monstruos viven sus vidas. Muchos se le acercan y le regalan cosas tanto para Sophie y su hija como para él.

Mientras sigue caminando siente que alguien lo observa, así que se da la vuelta para revisar, pero lo único que ve son unos infantes jugando pelota.

No le presta atención y sigue su camino a casa cargado con todos los regalos.

— ya llegué! —
— bienvenido Cielo! Y dime cómo te fue con Ferguzon?!— Sophie está en la cocina creando la cena.
— Bien! Dice que lo disculparas por no despedirse y que en una semana regresa. También aclaró que traería regalos para ambas!— dice mientras coloca los obsequios en la mesa.
— vaya! Si que son muchos obsequios Amor! — y coloca los platos de la cena en la mesa.
— si. Ahorita los acomodaré, pero antes de eso... veré a mi niña hermosa — se estira y camina hacia el cuarto de su hija.
— pero yo estoy aquí!—
— mi otra niña hermosa!— dice divertido.