VAN HELSING. Legacy.

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Ericka abrazó fuerte a Drac mientras lloraba. Él por su parte la abrazó fuertemente y no quiso soltarla.
Estaban tan rotos en ese momento, que parecía que su luna de miel hubiese sido solo un sueño.

Ericka se separó pero Drac no le soltó las manos.

— Pensé que no vendrías. — dice con un poco de temor.

— pues... espera. Me estabas esperando?— dice con algo de asombro.

—si. Yo mande a Griffin. Bueno él descubrió que ya me había despertado. Solo duré como 15 horas inconsciente. Después de eso fingí. Te esperé, pero no venías. Luego escuché a los chicos sobre ti. Y no supe si querías verme. Luego cuando creí que estaba solo... resulta que Griffin me estaba custodiando, se enteró, luego hablamos y después idéanos un plan. Y la verdad no creí que fueras a venir. De ser así hoy iba a verte al término del plazo. — Drac hablaba con una voz suave, como si estuviera agotado.

Ericka se soltó de su agarre y cruzó sus brazos. Drac se limitó a desviar su mirada.
Ericka toma sus manos nuevamente y le dice que se siente. Drac se acomoda y se sienta a la orilla de la cama.

Ericka lo observa detenidamente, lo checa por todos lados.

— Ericka me pones nerviosillo. Que tras?!—.

— No tienes nada. — contesta.

— tener que? Tenía algo?—.

—si. Tenías... golpes y varias heridas y tenías sa... sangre en tu rostro.— esto último lo dijo en un tono triste.

Drac se queda atónito, no recordaba que él pudiera tener heridas. Los vampiros no tienen heridas. A menos que sea con armas especiales. Pero en la actualidad los únicos que tenían esa información era el gremio. Pero desde que se alejó de los humanos ya no sabía si existía. Y solo sabía que los Van Helsing eran los únicos en el negocio, esto dicho por Ericka en alguna ocasión.

Se miran a los ojos, ella tenía una mirada de preocupación; él, una mirada de culpa.

— Drac. Dime la verdad. Dímelo. He estado en ese dirigible esperando a que despertaras. Me preocupé. Pero algo dentro de mi no quería verte tampoco.— empezaba a salir lágrimas poco a poco.

Drac se levanta y no puede con su cargo de conciencia. El llanto le gana. Cubre su rostro pero no es suficiente.
Cae de rodillas y la abraza por su cintura mientras esconde su rostro es su abdomen.

— perdóname mi girasol.— dice en voz baja mientras llora.

Ericka se pone de rodillas lentamente. Y abraza a su esposo.

— ya Amor. — lo mira y lo abraza.

Después de haberse secado las lágrimas, Drac usando sus poderes y se viste. Aunque por alguna extraña razón no quiso usar su capa.

Salieron de la habitación tomados de las manos, aunque no se dirigían la palabra en el trayecto. Ericka dirigía el camino. Drac solo caminaba a donde Ericka quisiera ir.

Cuando llegaron al lobby vieron a todos juntos platicando. Mavis quien estaba en la recepción al ver a su padre salió volando y lo abrazó fuertemente.

— PAPÁ QUE BUENO QUE YA ESTÁS MEJOR! —.

— si. Eso parece. —.

En eso todos se acercaron a ellos.
Empezaron hablar todos al mismo tiempo y ambos se sentían abrumados.
Mavis los detiene para poner orden.

— déjenlos. Los abruman.— dice Mavis.

— íbamos al laboratorio de mi bisabuelo. Nosotros también queremos respuestas. — dice Ericka. Tenía un semblante un poco triste. Pero recuperó un poco de ánimo cuando volteó a mirar a Drac.