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Eric habló con su grupo de amigos de que Tomas no se sentía muy bien y debía llevarlo a casa, salió del bar y Tomas se hallaba dentro de su auto con la mirada perdida, no sabía que pensar, estaba muy decepcionado de Logan y de el mismo por haber creído en el.

-¿Tomas?..._Eric le habló y este alzó la mirada sin muchos ánimos. -¿Ya te sientes mejor?..

-No, no quiero ni ir a la casa, pero tengo que ir por mi hija..._Suspiró lleno de frustración. -No quiero ni verlo, pero debo enfrentarlo.

-¿Por qué no llamas a tu madre para que vaya por la niña?...

-...._Tomas lo pensó y asintió, hizo una rápida a su madre pidiéndole que de por favor fuera por la niña y que si Logan le preguntaba porque tan de repente, solo le tenía que decir que el se lo había pedido.

No quería tampoco contarle a su madre por teléfono a que se debía su favor, pero luego le explicaría, de todos modos se iría a quedar esta noche en casa de sus padres, hasta que encuentre otra casa a la que pueda irse junto su hija.

-Eric se que tal vez tu quieres hablar sobre lo que está sucediendo, pero...

-Lo entiendo Tomas y créeme, estoy tan... aturdido me es difícil procesar esto, pero ahora puedo entender su actitud hacia mi en esos años.

-Hablemos otro día.

-Si, tu ve.

Tomas asintió y antes de irse se despidió de Eric con un abrazo y tomó su camino. Debía prepararse para lo que venía ahora, sería una noche muy larga.

Mientras conducía recordaba cosas de su pasado, la actitud de Logan cuando se enteró que el tenía algo con Eric, lo egoísta que estaba siendo cuando le dijo que haría lo posible porque estuvieran juntos y aunque Logan siempre se lo dijo, jamás pensó que llegaría a estos extremos. Sabía que Logan era egoísta, pero no a este punto de arruinar su relación con Eric para poder obtenerlo.

Ahora el otro problema es que a vista de su familia ellos habían terminado para poder casarse con una chica y obtener todo lo que se le estaba privando por estar con un chico. No habló con el jamás le dijo la verdad, seguía mintiendo como siempre y eso jamás iba a cambiar en el y Tomas no estaba dispuesto a perdonarlo otra vez, no iba a cometer el mismo error dos veces, ahora todo acabaría y esta vez sería para siempre, lo único que los uniría sería su hija, pero del resto no quería nada que ver con el.

Al llegar a la casa sacó sus llaves y las introdujo en la cerradura, antes de girar las llaves quitó las lagrimas en sus mejillas y sorbio su nariz, tenía que ser fuerte y enfrentarlo.

Entró en la casa y las luces de la cocina y de la sala estaban encendidas, se adentró de apoco y miró en la cocina, pero Logan no estaba ahí, el hervidor estaba encendido y al lado había una taza con una bolsa de té. Salió de la cocina y en la sala en televisor estaba encendido, pero ahí tampoco estaba Logan. El ruido del baño se hizo presente y de ahí sonó la puerta de este abriéndose. Logan salió y miró que Tomas ya estaba ahí, sonrió y se acercó a este y lo abrazó dándole un corto beso en sus labios. Tomas no hizo algún movimiento, solo analizó a Logan. Pensó en cuantos años habían pasado desde que estaban juntos y el seguía cayendo en sus mentiras, ¿Cómo una relación de mejores amigos se volvió una mentira y pasó a algo más que eso? Ahora estaban con planes de casarse y Logan se veía tan tranquilo, nada le perturbaba, ni las mentiras del pasado ni las de ahora.

-Logan.

-Dime.

-Quiero hablar contigo.

-Claro amor, déjame voy por mi té, ¿Quieres uno?..._Tomas negó y solo tomó asiento.

DOS BODAS UN NOVIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora