La dama de ToMan || Wakasa Imaushi

Capítulo 20

Primer Acto || Parte Veinte 

"Inseguridad"

Mitsuki Fujimoto era una persona de carácter fuerte, nunca se había sentido insegura de si misma referente a su imagen, pero todas las personas fuertes en algún definido tiempo llegan a tener un momento de debilidad. Aquello no era malo, tener un flaqueo no te hace débil, te hace más fuerte, más humano.

Su primera inseguridad por su aspecto ocurrió aquel día, se sintió insuficiente y menos preciada. 

Sus clases habían terminado temprano, tomaría la oportunidad para ir a realizar su tarea a la biblioteca. Tomo algunos libros prestados, tenía dos horas las cuales aprovecho al 100%.

Al finalizar comenzó a acomodar los libros que tomo prestados, le costaba trabajo dejar uno ya que se encontraba en un lugar más alto que ella. Sintió como alguien la tomaba por la cintura y la ayudaban a dejar el libro en su lugar, el cuerpo de Wakasa estaba recargado sobre ella.

El Imaushi entrelazo sus manos estiradas antes de darle la vuelta a la chica, Mitsuki quedo acorralada entre el cuerpo del rubio y el librero.

—Me preocupe cuando no te vi—le dice Wakasa.

—Hoy salimos temprano, quería aprovechar mi tiempo libre.

El rubio junto sus labios con la chica, ya tenían cuatro meses de ser novios y se había vuelto adicto a sus labios.

—¿Tienes algo que hacer hoy?

—Hoy es miércoles, sabes que todos los miércoles los dedico a pasar tiempo con los niños—acaricia la mejilla del chico cuando este suspira pesadamente.

—Yo quería pasar tiempo con mi chica, pero al parecer tengo que esperar a que tres mocosos la dejen libre.

—Podemos salir maña...—se vio interrumpida por una tercera voz.

—Vaya Wakasa, no sabía que ahora te gustaban las vírgenes—comenta una chica rubia acompañada de otras tres.

—No molestes Aoi—Wakasa la fulmina con la mirada ante sus intenciones.

—Vamos, puedes divertirte conmigo como los viejos tiempos—se acerca al chico y acaricia su pecho—. Estar con alguien como ella es aburrido, porque no estas con alguien que realmente te satisface.

El Imaushi toma su mano y la separa bruscamente de su cuerpo.

—Será mejor que te vayas.

El grupito comenzó a reírse.

—¿Es enserio?—pregunta incrédulamente la rubia—. Entiendo que quieras divertirte con la hermana de tu amigo, no entiendo tu empeño de estar detrás de dos fracasados como los Sano—se acerca a la pelinegra y toma un pecho de su pelo jugando con el—. Tan solo vela, una simple chica sin tiempo por tener que cuidar a unos mocosas huérfanos al igual que ella—suelta su cabellos con asco—. Si ni siquiera te quisieron tus padre, ¿realmente crees que Wakasa te quiere? Solo esta jugando contigo, cuando tenga lo que quiere de ti, te votara al igual que la basura.

—Aoi—gruñe Wakasa acercándose a la rubia.

—¿Qué?—le sonríe hipócritamente—. Debe estar acostumbrada, la han botado toda su vida.

—Suficiente—Wakasa se acerca a la rubia tomándola bruscamente del brazo—. Le pedirás disculpas de rodillas o habrán consecuencias—estaba tan furioso que no le importaba dañar a la rubia a pesar de ser mujer.