Capítulo 3

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Primer Acto || Parte tres

"Gemelos Kawata"


Mitsuki caminaba por las calles en busca de la casa de la familia Kawata, estaba emocionada ya que era la segunda mamá que la contrataba para cuidar a sus hijos. Cuidaría al hijo de la señora Kawata desde la mañana hasta la noche, no sería un problema para ella ya que era sábado. 

Al llegar a su destino se arreglo un poco, se dirigió a la puerta y toco esta.

—Buenos días señora Kawata — la chica realiza una reverencia.

—Buenos días, gracias por venir - la hace pasar—. Realmente agradezco que puedas quedarte todo el día, espero que no te cause ningún problema - toma sus cosas—. Toma - le entrega una hoja—, aquí está escrito todo lo que necesitas, no dudes en llamarme si tienes una emergencia - se coloca un abrigo—. Debo irme, gracias nuevamente —se acerca un poco a las escaleras—. ¡Nahoya!

Una pequeña cabellera color durazno bajando por las escaleras llamo la atención de la pelinegra.

—Por favor compórtate con la señorita, ¿entendido? —La señora vio amenazante al menor.

—Claro mamá - la sonrisa que llevaba en su rostro se hizo más grande, por algún motivo le causo escalofrió a la chica.

—Te dejo a cargo Mitsuki, nos vemos en la noche.

—Hasta luego señora - cuando la pelinegra escucho la puerta cerrarse se volteo a ver al pequeño—. Mucho gusto soy Mitsuki, es un placer conocerte Nahoya - se agacha a la altura del menor—. Tienes un cabello hermoso - se permite acariciar la cabellera del Kawata, no pudo resistirse a acariciarlo.

Nahoya quedo en shock, no esperaba el acto de la chica, además de que alagará su cabello lo hizo sonrojar. Cuando él y su hermano se pintaron el cabello su madre los regaño y la gente comenzó a criticarlos.  

—¿Ya desayunaste? —Él niño negó con la cabeza—. Bien, preparare algo para comer, por favor ve a lavarte las manos.

Mitsuki prepararía un pequeño desayuno para él niño, la señora Kawata escribió en la carta que podía comer de lo que cocinara. Preparo un tazón de fruta, tamagoyaki, pan y bolitas de arroz, las cuales decoro de manera tierna.

Cuando buscaba los platos, una pequeña cabellera azul asusto a la pelinegra.

-¡Ah! Nahoya, no me asustes así — se fijo mejor en el menor, algo era distinto. Tenia un color de cabello diferente, además de que sus ojos estaban abiertos y tenia una expresión de enfado—. ¿Cómo le hiciste para cambiar tu color de cabello, usas peluca?

—¿De qué hablan? —Pregunta Nahoya llegando a la cocina—. Tengo hambre.

—¡Ahhh! —Grita la chica, él pelidurazno la había asustado.

Analizo a ambos niños. No era uno, sino dos.

—Son dos— pronuncio sorprendida, Nahoya comenzó a reírse—. Son gemelos — los mira asombrada.

—Él es mi hermano menor, Souta — lo presenta el mayor de los Kawata.

—Mucho gusto, soy Mitsuki — la pelinegra acaricia la cabeza del menor, las mejillas del peliazul se tornaron de un tono rosado—. Que tierno eres — abraza al menor, se da cuenta de su atrevimiento y suelta a Souta—. Lo siento — se disculpa.

—A mi hermano le gustan los abrazos, no te preocupes — comenta Nahoya—. ¿La comida ya esta lista? —Pregunta desesperado—. ¡Tengo hambre! —Comenzó a golpear la mesa. Aquel acto le recordó a Mikey.

—Detente — le exige la chica—. ¿Ya se lavaron las manos? —Souta asintió con la cabeza, en cambio Nahoya volteo su mirada, se hacia el desentendido—. Bien — sirve la comida para el peliazul—. Provecho — le desea colocando el plato frente a él.

Nahoya esperaba su comida, pero al ver que la pelinegra no le servía nada se enojo. una pequeña vena se notaba en su rostro, estaba enojado y tenía hambre.

Souta al ver a su gemelo enojado arrimo su plato hasta él mayor. Nahoya recibió el plato gustoso, when estaba apunto de probar su primer bocado la chica lo detuvo.

—Souta, este plato es tuyo. Solo los niños que se lavan las manos pueden comer — coloca de nuevo el plato frente al peliazul.

—¡Eso no es justo! —Se queja Nahoya.

—Claro que lo es, así que ve a lavarte las manos — le exige, se sirve un plato de comida—. Deberías ir ahora, antes de que la comida se acabe ~

Nahoya chasqueo la lengua molesto, subió corriendo las escaleras para lavarse las manos de mala gana.

Al bajar le enseño sus manos a la chica, estaban algo húmedas señal de que se las lavo. Se sentó en la mesa y vio intensamente a la chica.

—Ves que no te costaba nada hacerlo — le entrega su plato—. Provecho.

Después de desayunar y limpiar la cocina con la ayuda del menor de los gemelos, jugo un rato con ellos, los ayudo con su tarea, pasearon por el parque, vio una película mientras comieron algunos dulces. Al caer la noche la chica tuvo que obligar a Nahoya a bañarse, él peliazul tuvo que ayudarla a convencerlo.

Durante su día con ellos descubrió que sus expresiones demostraban todo lo contrario a su personalidad, Nahoya parecía un chico amable por su enorme sonrisa, por otro lado Souta daba miedo. La realidad era todo lo contrario, Souta era un niño tímido, amable y super tierno, por otro lado Nahoya era extrovertido, inquieto y un poco grosero. 

 Mientras esperaban a que la señora Kawata regresará, la pelinegra le contaba a los niños historias de los Black Dragon, su papel en la pandilla y el de su hermano mayor. Los niños la veían asombrados, comenzaron a admirar a la chica.

Nahoya le conto a la chica acerca de las peleas que han tenido, Souta se sonrojaba y trataba de esconderse cuando su hermano contaba cuan fuerte se volvía cuando lloraba.  

Los gemelos se ganaron su cariño y ella se gano el cariño de ambos.

Cuando la señora Kawata regreso, Nahoya se aferro a la pierna de la pelinegra. No quería que se fuera, quería que se quedará más tiempo, Souta se le unió, la chica era la mejor niñera que han tenido. 

La señora Kawata logro quitar a sus hijos de las piernas de la pelinegra, estos lloraban sin parar. El corazón de la chica se encogió, no quería verlos de ese modo, les prometió que se volverían a ver.

Shinichiro paso a recogerla, al llegar a casa Mikey se aferro a ella como Koala. Aquella noche durmió con el rubio que se negaba a soltarse de ella, tenía miedo de ser cambiado.

Mitsuki se paso parte de la noche consolando al menor, mientras acariciaba su cabeza le susurraba que nunca lo cambiaría y cuan importante era para ella. 



La dama de ToMan || Wakasa ImaushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora