Capítulo 36

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Segundo Acto || Parte Dos

"Bento"


Mitsuki aprovecho que no tenía clases para prepararle un bento a Wakasa, con arroz formo la cara de un koala, coloco salchichas en forma de pulpo, corto unas cuantas frutas y verduras como acompañamiento.

Mitsuki aprovecho que no tenía clases para prepararle un bento a Wakasa, con arroz formo la cara de un koala, coloco salchichas en forma de pulpo, corto unas cuantas frutas y verduras como acompañamiento

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El abuelo sonreía al ver a su nieta tan contenta, le alegraba saber que alguien como Wakasa este junto a ella.

Al terminar de preparar el bento se cambio por un lindo vestido azul cielo, el cual le llegaba un poco arriba de la rodilla, se maquillo un poco y se agarro su cabello en una trenza. 

—Mitsuki—la llama el señor Sano al ver que se dirigía a la puerta.

—Si, abuelo—regresa sobre sus pasos.

—¿Piensas salir así?—apunta sus pies, la chica aun traía sus pantuflas. 

—No puede ser—corre rápidamente a su cuarto a buscar sus zapatos—. Adiós abuelo—se despide del mayor con un beso en la mejilla antes de irse.

Camino hasta el gimnasio, en el camino compro una rebanada de pastel de fresa para su novio y una panque de chocolate para Benkei. 

Al llegar al gimnasio se acerco al ring donde el Imaushi entrenaba a un grupo de adolescentes, este al verla dejo a sus alumnos entrenando una secuencia mientras el se bajaba del ring y se acercaba a ella.

—¿Qué haces aquí? ¿Estas bien? ¿Paso algo en la escuela?—pregunta preocupado, toma su rostro entre sus manos inspeccionando que no tuviera ninguna herida.

—Estoy bien—besa sus labios castamente—. Hoy no tuvimos clases, aproveche la oportunidad para traerte de almorzar—levanta la pequeña lonchera. 

Wakasa sonrió enternecido, con sus manos la rodeo por la cintura, cuando estaba a punto de besarla unas voces lo interrumpieron.

—¡Usted es mi ídolo Wakasa-san!

—¡Que afortunado es!

—¡Yo quiero una novia igual a la de usted, Wakasa-sama!

—¡Que linda es su novia, Wakasa-san!

La Fujimoto no pudo evitar sonrojarse, se aferro más a Wakasa ocultando su rostro en su cuello. 

—Sigan en lo suyo o agregare dos repeticiones más de calentamiento extremo. 

Los adolescentes se asustaron por la amenaza, regresaron a sus lugares para seguir con su entrenamiento. 

—Vamos a la oficina.

Al entrar cerro la puerta y bajo las persianas para tener más privacidad, se sentó en la silla giratoria, palmeo sus piernas invitando a la chica a sentarse en ellas.

—Gracias por el detalle, es muy lindo de tu parte—acaricia con sus pulgares su cadera—. A pesar de que aprecio el gesto, debiste ocupar tu tiempo en algo más.

—Quería traerte un presente por tu arduo trabajo—se esconde en su pecho—. Puedes irte acostumbrando para cuando nos casemos—susurra avergonzada. 

Wakasa sintió su corazón palpitar más rápido, su respiración se entrecorto por la impresión. Sintió una agradable calidez invadir todo su cuerpo al saber que la Fujimoto piensa en su futuro juntos.

—¿Me prepararas un bento cada día?—pregunta con emoción.

—Mmm—asiente con la cabeza—. Estaba pensado que... podría... traerte un bento antes de ir a la escuela—susurra completamente sonrojada.

Wakasa alzo su rostro para verla, adoraba verla sonrojada, amaba cada día más a su princesa. A pesar de que la idea le parecía magnifica, la escuela quedaba del otro lado de su gym.

—Eres muy linda, pero la escuela no te queda de paso—la besa dulcemente.

—Puedo pedirle a Shin-nii que pase a dejártela, o puedo pedírselo a alguno de los niños, ellos entran tarde a clases—ofrece una solución. 

—Bien, acepto—la besa intensamente, jamás había disfrutado tanto de besar a alguien así como lo hacia con Mitsuki. 

La tomo por la cintura subiéndola a su escritorio, se acerco más a ella colocándose en medio de sus piernas. La pelinegra jadeaba entre el beso por la intensidad, Imaushi la guio en cada momento.

—Jefe, lo buscan—uno de los trabajadores entro sin tocar—. ¡Lo siento!—sale rápidamente de la oficina al ver a la chica sobre el escritorio y a Wakasa enfrente de ella.

Un hilo de saliva los unía cuando se separaron abruptamente de aquel intenso beso, Wakasa gruño molesto ante la interrupción. 

—Será mejor que me vaya, no quiero causarte molestias—dice la pelinegra acomodándose su ropa y limpiándose un poco el labial corrido. 

—No te vayas, acompáñame a comer—hace un puchero aferrándose a ella.

Mitsuki suelta una risita al ver el rostro de su novio, con un poco de papel limpia el residuo de lápiz labial de su rostro.

—Te necesitan—Wakasa reniega—. Puedes venir a casa a cenar, necesito atender algunos asuntos. 

—¿Ir a cenar a tu casa?—pregunta ilusionado.

—Si, le avisare al abuelo que vendrás.

—Me prepararás también de cenar, premio doble en un día—la envuelve entre sus brazos—. Tengo a la mejor novia de todas—suelta una risita risueña como un pequeño niño. 

—Te veo en la noche—besa su mejilla—. El panque es para Benkei, salúdalo de mi parte

Wakasa la acompaña hasta la entrada, cuando la chica se fue corrió a la oficina por su bento. Termino su clase y se dirigió a la sala de descanso donde Benkei se encontraba comiendo.

Coloco su bento a la vista del Arashi, presumiéndolo como un pequeño niños, sus ojos brillaban.

—¿Qué es eso?—pregunta el Arashi al ver su insistencia por que pregunte.

—Mi princesa me preparo un bento, dijo que podría acostumbrarme a ellos para cuando nos casemos—dice con evidente emoción. 

—Vas muy enserio con ella—afirma Benkei.

—Jamás creía que me casaría o que tendría una relación formal en algún momento—mira detenidamente el bento—. Solo se que... Mitsuki es la indicada, siempre lo será—sonríe como un niño emocionando tomando un pulpito. 

Benkei sonríe al verlo tan emocionado y contento, estaba feliz por sus amigos.


La dama de ToMan || Wakasa ImaushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora