Capítulo 9

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Primer Acto || Parte Nueve

"El ángel de la guerra"


Shinichiro trataba de defenderse de un grupo de chicos que se acercaron a él para atacarlo, era evidente que iba perdiendo. Mitsuki corría lo más rápido que podía para llegar a rescatar a su hermano mayor, le había avisado a los chicos de igual modo.

Al llegar al lugar de la pelea, tenían acorralado al mayor de los Sanos en una calle sin salida, Mitsuki aprovecha que le estaban dando la espalada para atacarlos por detrás, corre y toma impulso para brincar y caer encima de uno de los chicos que atacaban a su hermano.

—Nadie se mete con Shin-nii sin sufrir consecuencias.

—Será mejor que te apartes mocosa, el problema es con él no contigo.

—Mitsuki - pronuncia Shinichiro débilmente—. No los lastimes, vete y espera a los demás.

El grupo de chicos comienza a reírse al escuchar lo que Shinichiro dijo.

—Escucharon lo que dijo esta sanguijuela - toma al pelinegro por el cabello—. Cree que la mocosa puede vencerlos, no me hagas reír - patea al pelinegro, sus acompañantes se ríen de nuevo—. Ahora preciosa porque no nos diver ...

No pudo terminar su frase al sentir un golpe directo en su rostro, el resto de chicos se tensan al sentir la atmosfera pesada, la pelinegra emanaba un aura oscura.

—Maldita mocosa, ataco al jefe —comenta un chico—. ¡Acaben con ella!

Los chicos se acercaron a ella con tubos y navajas con algo de miedo, Mitsuki los esquivaba golpeando a algunos en el estomago, la cara, rompiendo sus brazos o piernas. Los gritos de agonía de los chicos se escuchaba por todo el callejón, algunas gotas de sangre adornaban las paredes y el piso del lugar.

—Mitsuki, detente—Shinichiro se arrestó tratando de llegar a su hermana.

Mitsuki era otra persona cuando peleaba, la chica dulce, tierna, amable y tímida desaparecía dejando en su lugar a una Mitsuki fría, despiadada, sádica y malvada.

El brillo en sus ojos desaparecía, ahora eran vacíos y fríos.

Esto ocurrió cuando se metían con Shinichiro o alguna de las personas que amaba, por ello se gano su lugar en los Black Dragon por cuenta propia, la apodaban el Ángel de la guerra , acababa con todos a su alrededor.

—Para, detente—trataba de decir Shinichiro.

Mitsuki golpeaba sin parar a uno de los chicos, se detuvo cuando la iban a atacar por la espalda, con una patada directo al rostro de su atacante lo deja fuera de combate.

Él jefe se levanta molesto, se acerca dispuesto a ella a atacarla.

—Pensé que había acabado contigo.

—No soy tan fácil de acabar, te mataré aquí y ahora.

Él chico lanzaba golpes consecutivos al rostro de la pelinegra, esta los esquivaba jugando un poco con él, un brillo malicioso se notaba en sus ojos, le divertía la situación.

—¿Ya te cansaste viejo? La diversión apenas comienza.

—¡Cállate!

El puño del chico paso alado de la cabeza de Mitsuki, esta toma su brazo, se gira dándole la espalda al chico para poder cargarlo y tirarlo al piso, tenía su mano aprisionada.

—Hiciste mal en meterte con Shinichiro, las sanguijuelas como tu no merecen vivir — rompe la muñeca del chico.

Un grito desgarrador hizo eco por aquel callejón, las personas que pasaban por ahí se alejaban rápidamente del lugar.

—Ahora no te parece divertido, ¿verdad? Que se siente que una mocosa acabe contigo — Mitsuki comienza a reirse.

Otro grito desgarrador se hizo escuchar, había roto el brazo del chico, el ruido de unas motocicletas acercándose al lugar se hicieron eschucar.

—¡Mitsuki para! —Grita Shinichiro desesperado.

Su grito hizo reaccionar a la pelinegra, esta suelta y se aleja del chico aterrada. Wakasa, Benkei y Take miran asombrados el lugar, Mitsuki se ha encontrado en medio de un grupo de chicos tirados por el lugar, algunas manchas de sangre por el lugar y debajo de ella se han encontrado un castaño gritando de dolor.

Mitsuki mira a su alrededor aterrada, observa sus manos con miedo viendo sus nudillos con sangre y completamente rojos, se arrodilla en el suelo y agarra su cabello desesperada.

—Yo..yo no quería ... ellos ... ellos.

—Mitsuki — Wakasa la envuelve entre sus brazos—. Todo esta bien, tranquila — acaricia su cabello al escuchar los sollozos de la pelinegra.

Takeomi ayuda a Shinichiro a llegar a su hermana.

—Suki.

—Shin-nii—se lanza a los brazos de su hermano mayor sacando un leve quejido de su parte—. Lo siento, no quería hacerlo—se aferra más a él llorando—. No pude controlarme, lo siento, lo siento.

—Esta bien Mitsuki, esta bien—Shinichiro esconde su rostro en el cuello de la pelinegra, las lagrimas no tardaron en descender por su rostro, odiaba ver de ese modo a Mitsuki.

Los otros 3 se sentían mal por no llegar a tiempo y evitar que la pelinegra se encargará de todo sola, no les gustaba cuando se convertía en el ángel de la guerra, nadie podía detenerla a excepción de él mayor de los Sano, era realmente malo cuando la oscuridad la rodeaba y luego salía de su trance.

Unas sirenas se escuchaban cerca del lugar, aquello alarmo a todos.

—La policía esta apunto de llegar, debemos irnos — comenta Takeomi.

—Ayúdenme con Mitsuki — les pide Shin.

Wakasa se acerca a ella cargándola, por otro lado Benkei y Takeomi levantan a Shinichiro. Waka sube a la pelinegra a su motocicleta, se sube y arranca, Shinichiro se fue junto a Takeomi.

Los 3 condujeron hasta el departamento del Imaushi, tenían que tranquilizar a Mitsuki y curar las heridas de Shinichiro antes de llevarlos a su casa, la pelinegra no quería que Manjiro y Emma la vieran en ese estado.



La dama de ToMan || Wakasa ImaushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora