La dama de ToMan || Wakasa Imaushi

Capítulo 8

Primer Acto || parte Ocho

"Izana y Kakucho"

Hoy era 2 de junio, por ello una pelinegra se dirigía al orfanato donde se encuentran su hermano menor y su amigo, él cual cumplía años. Tenía planeado llevarlos a desayunar y después harían lo que Kakucho deciara.

Caminaba tranquilamente hacia el orfanato cuando unos chicos chocaron contra ella, los tres terminaron en el suelo por la fuerza del impacto.

—Lo sentimos—se disculpan ambos niños, Mitsuki al alzar la mirada identifico a ambos niños, ellos palidecieron.

—¿A dónde creen que iban? —pregunta la pelinegra con una falsa molestia.

—¡Suki-chan! ¡Mamá! —Gritan ambos niños al unísono.

Los niños ayudan a la chica a levantarse, agachan la cabeza esperando un regaño de su parte.

—Creo saber el motivo por el que se escaparon, saben que esta mal que lo hagan, perooo—alargo la última palabra—. Solo por ser el cumpleaños de Kaku-chan lo dejare pasar— ​​la chica les sonríe, los niños corren a abrazarla.

—Gracias suki-chan — agradece el Hitto.

—No debes agradecer nada pequeño. ¡Vayamos a festejar! —Comenta la chica emocionada.

La chica los llevo a una cafetería que visitaba con su familia, su abuelo amaba el pan de aquel lugar. 

—Mitsuki-chan—saluda la dueña del local a la menor, era una anciana de baja estatura—. Veo que trajiste a los niños.

—Así es, hoy es el cumpleaños de este pequeño — comenta la chica revolviendo la cabellera del pelinegro menor.

—Entonces vayan a sentarse y en unos momentos les llevare su pedido—los guía hacia una mesa apartada, en ella podían conversar sin ninguna interrupción—. ¿Quieren lo de siempre?

Mitsuki voltea a ver a los niños, ellos asintieron tímidamente.

—Al parecer es así, pero agregue el especial de cumpleaños para nuestro cumpleañero.

—Suki-chan no es necesario, con lo de siempre esta bien—comenta Kakucho un poco sonrojado.

—Hoy es tu día especial, claro que es necesario. ¿Cierto Iza-chan?—le sonríe al peliblanco. 

—Hai, mamá tiene razón Kaku-chan—apunta al pelinegro—. Debemos obedecer las ordenes de nuestra reyna.

—Tienes razón, muchas gracias Suki-chan.

La señora se retira con una sonrisa en su rostro, se dirige a la cocina a preparar el pedido, unos momentos después se acerca con tres malteadas, dos hamburguesas, un emparedado y un pastel mediano. Mitsuki se levanta a ayudarla, toma la comida y el pastel llevándolo a la mesa.

—Gracias Mitsuki—agradece dejando las bebidas a cada uno—. Felicidades Kakucho, cualquier cosa no duden en hablarme.

—Gracias Kaede-san.

Entre platicas y risas desayunaron, al terminar le cantaron a Kakucho el feliz cumpleaños.

—Pide un deseo, vamos—lo alienta Mitsuki con una dulce sonrisa en su rostro.

Deseo estar junto a mis reyes hasta su último aliento. 

—Bravo—aplauden Izana y Mitsuki cuando el cumpleañero sopla la vela.