Primer Acto || Parte Veintinueve
"Hermanos Haitani parte-1-"
Después de que Wakasa condujera por un buen rato, al fin habían llegado a su destino. Ayudo a la pelinegra a bajarse de la moto, tomo su pequeña maleta y la acompaño hasta la entrada de la gran casa de los Haitani.
Unos segundos después de tocar la puerta, dos pequeñas cabelleras rubias brincaron a los brazos de la Fujimoto.
—Suki-nee—Rindou se aferra a ella—. Sabía que vendrías, tu nunca nos fallarías—sus hermosos ojos morados brillaban más de lo normal, estaba emocionado.
Ran se acerca al Imaushi mientras lo barre con la mirada, Wakasa repite su acción y sonríe con burla al ver la mueca de desagrado que el niño hizo.
—Suki-nee, ¿por qué invitaste a Baka-san?—pregunta mirando fríamente al Imaushi, Rindou se ríe desde los brazos de la Fujimoto.
—¿Cómo me dijiste pequeño bastardo?—una pequeña vena se marcaba en la frente de Wakasa—. ¿Acaso quieres pelear?
—Baka-san—Ran se acerca al rubio mayor y lo reta con la mirada—. Atrévete y terminarás en el hospital.
—Basta—Mitsuki los separa, suspira pesadamente antes de ver a su novio—. Gracias por traerme Waka, nos vemos dentro de tres días—se acerca a él y lo besa dulcemente.
—Nos vemos—la besa de nuevo antes de fulminar con la mirada a los niños e irse.
—¡Nos vemos Baka-san!—Ran y Rindou gritan mientras agitan sus manos en el aire.
—¿Quieren leche de plátano o de fresa?—les pregunta la pelinegra a ambos niños.
El señor Haitani le había dejado un sobre con una considerable cantidad de dinero, aprovecho la oportunidad y llevo a ambos niños a hacer las compras. Por lo poco que sabía, su padre no les prestaba mucha atención y los niños comían mayor mente chatarra.
—¡Plátano/Fresa!—dicen al unísono.
—Podemos llevar de fresa nee-san, no hay problema—dice Ran dándole el gusto a su hermano menor.
Mitsuki ve enternecida a Ran, ella sabía cuando cuidaba y procuraba a su hermano menor.
—Nos alcanza para ambas, así que las llevaremos—se las pasa a Rindou, él cual estaba sentado dentro del carrito.
Después de comprar verdura, carne, fruta entre otras cosas, Mitsuki les dio el gusto de comprarles unos cuantos dulces.
Tomaron un taxi de camino a casa, al llegar guardaron todo en su respectivo lugar.
—Suki-nee, tengo hambre—le dice Rindou abrazándola y restregando su cara.
—Pero comimos antes de ir de compras.
—Tengo hambre—se lanza al suelo y comienza su berrinche—. Tengo hambre—golpea el piso.
—Cállate—Ran lo golpea—. Espéranos unos segundos, Suki-nee—arrastra a su hermano hasta una de las habitaciones.
Unos segundos después los gritos de Rindou se hicieron escuchar, cuando estos cesaron ambos niños salieron de la habitación.
—Lo siento Suki-nee, no debí actuar de ese modo—Rindou realiza una reverencia.
—¿Entonces, mayor mente comen ramen y pizza?—les pregunta la Fujimoto preocupada.
—Así es—responde Ran comiendo desesperadamente el asado que preparo la chica.
—Siempre corremos a nuestras niñeras o simplemente no aceptan cuidarnos—menciona Rindou con comida en la boca—. Ellas dicen que somos unos monstruos—agacha la mirada—. Siempre nos gritan que somos unos monstruos y que nadie nos va a querer nunca, por eso papá no pasa tiempo con nosotros—aprieta los cubiertos entre sus manos.
Mitsuki vio horrorizada al pequeño, cómo es que alguien podía decirle cosas como esas a los pequeños niños.
—¿Verdad qué tu si nos quieres?—observa a la chica con los ojos cristalizados—. ¿Verdad que no solo Ran me quiere?
Mitsuki se levanta rápidamente a envolver al niño entre sus brazos, dejo que sollozara y llorara todo lo que quisiera. Al voltear a ver al hermano mayor, este tenía la cabeza gacha, la Fujimoto la atrajo al abrazo.
Ran siempre se hacía el fuerte frente a Rindou, pero al igual que su hermano menor seguía siendo un niño, no un adulto.
Lamento mucho el atraso del maratón, se que se debía subir el día de ayer. Lamentablemente tuve un problema familiar y no tuve oportunidad hasta ahora para subirlos.
Iré subiendo el maratón poco a poco, pero del día de hoy no pada.
Nuevamente pido disculpas y espero que disfruten el pequeño maratón.
ESTÁS LEYENDO
La dama de ToMan || Wakasa Imaushi
أدب الهواةEllos buscaban a alguien que los quisiera y cuidará sin importar lo que son. Ella buscaba una distracción, una forma de olvidar lo que sucedió. Ella llegará a sus vidas, los cuidara y los juntará sin darse cuenta. Ella será su salvación, su luz en s...