Ellos buscaban a alguien que los quisiera y cuidará sin importar lo que son.
Ella buscaba una distracción, una forma de olvidar lo que sucedió.
Ella llegará a sus vidas, los cuidara y los juntará sin darse cuenta.
Ella será su salvación, su luz en s...
Mitsuki esperaba a Wakasa en la entrada del Dojo, Shinichiro lo esperaba junto a ella.
—¿Cómo crees que reaccionen?—le pregunta el pelinegro—. Kakucho se lo tomara bien, Izana no lo creo—se rasca la nuca nervioso—. Si los niños reaccionaron de ese modo, Izana lo puede mandar al hospital o incluso lo puede matar. Él es más impulsivo.
—Tranquilo no pasará, todo saldrá bien. Izana tiene 11 años, lo comprenderá.
Ambos suspiran pesadamente, Wakasa llego unos minutos después.
—Cuídate—dice Shinichiro.
—Vamos Shin-chan, sabes que la cuidare—le responde Wakasa.
—No se lo decía a ella, te lo decía a ti. Lo que te hicieron los niños el día del campamento, no se compara en nada a lo que Izana puede hacer.
—Onii-chan, no lo asustes—abraza a su novio—. No le creas Waka, Izana y Kakucho son más tranquilos.
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Habían llegado al orfanato, Wakasa se sentía un poco nervioso, aun que no lo admitiría en voz alta.
—No tardo—la pelinegra besa al rubio antes de adentrarse al orfanato.
—Mitsuki-chan, me alegra verte—la saluda una de las encargadas—. Iré por los niños—se despide con una sonrisa de la pelinegra.
Un niño de 11 años y uno de 7 años se acercaron corriendo a ella, la pelinegra los recibió entre sus brazos.
Tomo a ambos de las manos y caminaron a la salida, los niños estaban felices, Kakucho daba pequeños brinquitos.
—¿A quién vamos a conocer mamá?—le pregunta Izana.
—Bueno—se detiene y se agacha para estar a la casi misma altura de ambos—. Debo de decirles algo antes de que lo conozcan, yo tengo novio y lo conocerán hoy.
—Nos vas a abandonar tu también—Izana se zafa bruscamente de su mano—. Solo nos presentaran a nuestro reemplazo, pues sabes qué—toma a Kakucho y lo aleja de ella—. No te necesitamos—sus ojos se cristalizaron.
Había mal entendido todo, era algo que se esperaba Mitsuki. Izana al igual que Mikey temía quedar solo de nuevo, ser remplazados y abandonados.
Rápidamente los abraza por atrás, aplicando algo de fuerza para que Izana no se soltará.
Comenzó a tararear la canción favorita del ojimorado, este se tranquilizo pero comenzó a llorar.
—No importa que, siempre serán mis hermanos menores aunque no compartamos sangre. No importa con quien este, siempre tendré tiempo para ustedes, jamás los dejare solos.
Estaré a su lado, hasta mi ultimo aliento.
Cuando el peliblanco se tranquilizo, Mitsuki limpio su rostro y volvió a tomar sus manos.
Caminaron hasta donde se encontraba Wakasa, se quedaron observando unos segundos la espalda del rubio antes de que los niños tomaran valor y aceptaran caminar.
—Waka—llama su atención—. Ellos son Izana y Kakucho.
—Mucho gusto—lo saluda el pelinegro con una pequeña sonrisa.
Izana solo lo barrio con la mirada, Wakasa levanto una ceja ante su acto.
—Niños, él es Wakasa—toma la mano del rubio—. Él es mi novio—sus mejillas se pintaron de un rojo claro.
—Soy Izana Kurokawa, tengo 11 años y si lastimas a mamá, no dudes que te mandare al hospital—lo mira con una pequeña sonrisa burlona antes de acercarse a abrazar a la pelinegra—. Mamá, tengo hambre—hace un puchero.
—Vayamos a comer—acaricia su cabeza, se esperaba esa actitud de parte del pelinegro. Agradecía que no lo golpeará.
