Segundo Acto || Parte Uno
"Izana"
Una motocicleta viajaba a una alta velocidad por las calles de la ciudad, la larga cabellera de la chica que la conducía se elevaba en el viento. La Fujimoto había recibido una llamada del hospital, Izana estaba internado con heridas y golpes graves.
Shinichiro y Wakasa trataron de tranquilizar a la chica, pero esta le arrebata los llaves de su moto a Shinichiro y salió lo más rápido que pudo al hospital.
Al llegar abordo a la recepcionista preguntándole sobre el estado del peliblanco, una vez que le dieron el número de su habitación se dirigió a esta, la enfermera la dejo pasar.
—Izana—susurra preocupada, se sienta en una silla que estaba cerca de la cama, tomo su mano entre las suyas.
—Mamá—susurra apenas audible el peliblanco—. Lo siento, fui débil.
—Shh—acaricia su cabeza—. No tienes que disculparte por nada, no fuiste débil, fuiste valiente—besa dulcemente su frente.
—Mamá, ¿por qué me siento así?—lleva una de sus manos a la altura de su corazón—. Odio sentirme así.
—Estoy aquí, tu hermana mayor esta aquí—lo envuelve delicadamente entre sus brazos, tararea una dulce melodía haciendo que el adolescente quede dormido.
Unos minutos después de que Izana quedará profundamente dormido Wakasa y Shinichiro entraron al cuarto, el rubio traía globos y una corona de cartón en manos.
—Le traje un presente a Izana, no supe que traerle—menciona el Imaushi dejando los globos alado de la cama de Izana y la corona sobre su cabeza delicadamente.
—Es un lindo detalle—la rubia besa dulcemente sus labios—. Gracias Waka.
El rubio toma la mano de la chica besando sus nudillos, después deposito un pequeño beso sobre el anillo de promesa.
—Aun sigo aquí—les recuerda Shinichiro tosiendo exageradamente.
Wakasa rueda los ojos divertido, se sienta en una de las sillas cerca de la cama y sienta a la pelinegra sobre sus piernas, la rodea con sus brazos por la cintura recargando su barbilla en el hombro de ella.
—¿Cómo esta?—pregunta el Sano.
—Solo se quedará unos días, no fue tan grabe como creíamos.
—Nos turnaremos para venir a verlo, no lo dejaremos solo—menciona el pelinegro.
—Yo puedo venir cuando alguno de ustedes no pueda—dice Wakasa.
—Gracias Waka—Mitsuki besa su mejilla.
Cuando Izana despertó Shinichiro fue por comida.
—El rey a despertado—menciona Wakasa acomodando la corona sobre la cabeza del peliblanco—. Te traje unos presentes—señala con su cabeza los globos.
—Aun no eres de mi agrado, pero puedo confiarte a mamá.
Wakasa suelta una risita, eso era un gran avance para él.
—Acepto tu agradecimiento, soy un excelente cuñado—le guiña el ojo divertido haciendo enojar al peliblanco.
—Cuando me recupere te golpeare.
—¡Izana!
Wakasa no podía dejar de reír, se tranquilizo cuando Shinichiro entro a la habitación con unas bolsas en manos.
Los cuatro comieron entre bromas y risas, la relación de Shinichiro e Izana había mejorado, así como la relación de Wakasa y el peliblanco, ya no tenía constantes ganas de golpear al Imaushi cada vez que lo veía.
Izana se había recuperado bastante rápido, pero el peliblanco no dejaría las cosas así. Cobro venganza uno por uno, hasta acorralar al líder haciendo que este se ahorcará. La noticia viajo rápidamente a oídos de la pelinegra.
—¿Por qué lo hiciste?—le pregunta tranquilamente la pelinegra.
—No deberías meterte en esto mamá, no quiero que salgas involucrada.
—¡Cómo no quieras que me meta si pones tu vida en riesgo!—tenia que ser ruda con él, tenía que ponerle límites—. Lo que hicieron esos chicos no estuvo bien, pero lo que tu hiciste tampoco lo estuvo, ese chico se suicido.
—Los débiles no merecen vivir—responde fríamente.
—No te reconozco—lo mira decepcionada—. Izana, lo que hiciste es un delito, puedes ser llevado al reformatorio.
—¿Ya no me quieres?—pregunta con tristeza.
—¿Qué?
—Ya no me quieres, no me gusta esa mirada—se acerca más a ella, acaricia su mejilla—. ¿Ya no me quieres, mamá?
—No juegues conmigo Izana, los chantajes emocionales no funcionan conmigo—separa su mano de su rostro—. Debes recapacitar, Shinichiro y yo te hemos enseñado que debes usar tu fuerza para defender a otros, no llevarlos al punto de la desesperación.
La pelinegra se va, Izana se quedo parado en el mismo lugar viendo como la silueta de la chica desaparecía de su vista.
—Lo siento mamá, el mundo es cruel y debo protegerte de el—mira sus manos detenidamente—. El resto de personas no importan, la única persona que me importa eres tú.
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La dama de ToMan || Wakasa Imaushi
FanficEllos buscaban a alguien que los quisiera y cuidará sin importar lo que son. Ella buscaba una distracción, una forma de olvidar lo que sucedió. Ella llegará a sus vidas, los cuidara y los juntará sin darse cuenta. Ella será su salvación, su luz en s...