La dama de ToMan || Wakasa Imaushi

Capítulo 5

Primer Acto || Parte cinco

"Wakasa"

El famoso leopardo blanco se encontraba parado enfrente de la residencia Sano, tenía planeado invitar a la Fujimoto a una cita. Por algún motivo se sentía muy nervioso, algo que le extrañaba ya que nunca a actuado de ese modo con otra chica, tenía la leve sospecha que aquel sentimiento era por lo especial que lo hacía sentir la chica.

Suspiro una ultima vez antes de tocar la puerta, siendo interrumpido por un rubio y un pelinegro.

—Shinichiro no esta—le informa Mikey con una paleta en su boca—. Por cierto, gracias por las paletas de frambuesa que le diste a mamá, saben deliciosas.

—Concuerdo con él—afirma Keisuke disfrutando de su paleta.

—Esas paletas eran para ella, no para ti—le responde Wakasa enojado.

Tuvo que pelear contra unos chicos para ganar dinero, no le costo nada acabar con ellos, pero el sobre esfuerzo que realizo lo agotó mucho. Manjiro se encoge de hombros desinteresado.

—Mamá me ama mucho, por ello me regalo sus dulces—el rubio le saca la lengua burlón, Keisuke se burlaba del mayor desde atrás de su amigo.

—Tks, pequeño mocoso—Wakasa se acerco un poco enojado al niño, se detuvo suspirando pesado. No podía hacerle nada al hermano de su amigo y de la chica que le gustaba—. ¿Dónde esta Mitsuki?

—¿Por qué quieres saber donde esta Suki-nee?—pregunta el pequeño pelinegro. 

Manjiro lo mira con su ceño fruncido recordando lo del otro día, aquel rubio comenzaba a disgustarle.

—Solo díganme si esta o no, por favor—la ultima palabra le costo decir al Imaushi.

—Si es para ti, mamá no esta—le responde Manjiro—. Ahora vete, Shinichiro no esta en casa. No pierdas más tiempo, shu, shu—lo corre. Baji se ríe a carcajadas.

—Ahora si pequeño mocoso, acabaste con mi paciencia—cuando iba a pegarle al menor, una dulce voz hizo que frenará de golpe.

—¿Wakasa?—pregunta la pelinegra saliendo de la casa—. No sabía que vendrías, Shin-nii no me dijo nada. Él no se encuentra en casa, ¿gustas que le diga que estas aquí?—pregunta tímidamente, sus mejillas estaban un poco sonrojadas. Mikey al verla en ese estado se aferro a sus piernas, Keisuke repitió su acción—. Mikey, Kei—abraza a los menores mientras ríe tiernamente por la acción de los niños, Wakasa miro a otra parte sonrojado—. La comida esta lista, vayan a lavarse las manos, corran—al meterse los niños, volteo a ver al mayor—. ¿Waka, estas bien?—se acerca al chico, se coloca de puntas para juntar la frente con la de él, Wakasa se sonrojo aun más—. Tienes fiebre, vamos—. toma la mano del chico metiéndolo a la casa.

—Mitsuki—la detiene el Imaushi—. Estoy bien.

—¿Seguro?

—Si—afirma el chico—. ¿Estas ocupada?—la chica lo ve confundida.

—No, he terminado con todos mis deberes—piensa unos segundos—. Solo debo darle de comer a los niños, ¿por qué?

—¿Te gustaría salir a dar un paseo?—la Fujimoto se sonroja, no sé esperaba tal invitación.

Cuando la chica iba a responderle, Mikey empujo al chico haciendo que las manos de los jóvenes se suelten, este se lanza a los brazos de la pelinegra.

—¡Mamá!—se abraza a ella escondiendo su cara en su pecho, voltea a ver al Imaushi con una sonrisa burlona—. Tengo hambre—hace un puchero.

—Vayamos a comer—comienza a caminar a la cocina con el niño en brazos, se detiene para hacerle una seña al mayor para que la siguiera. Al llegar a la cocina Keisuke ya se encontraba sentado esperando "pacientemente" su comida.

—¡Suki-nee! ¡Tengo hambre!—Baji comienza a golpear la mesa.

—No golpees la mesa—le pide al pelinegro, sienta al rubio en una de las sillas—. ¿Se lavaron las manos?—los niños le muestran sus manos, la chica sonríe—. Muy buenos niños—revuelve el cabello de ambos, se dirige a servirles de comer—. Provecho—les desea.

Los niños comienzan a "comer", en realidad devoraban la comida ensuciando todo en el proceso.

—Niños paren, utilicen una cuchara—limpia la cara de los niños—. ¿Qué les he dicho de comer lento?

—Lo sentimos—se disculpan antes de seguir comiendo, esta vez lentamente.

—Respecto a salir—comienza a decirle a Wakasa, él cual estaba recargado en el marco de la cocina—. ¿Te parece salir en la noche?—comienza a ponerse nerviosa—. Claro solo si puedes, es obvio que tienes cosas que hacer pero...—el rubio la interrumpe.

—Claro, paso por ti a las 7.

—Bien—comienza a jugar con sus manos.

Debo deshacerme de él—piensa Manjiro.

¿Quién se cree para invitar a Suki-nee?—piensa Keisuke.

Los niños se lanzan una mirada cómplice. 

Misión: Arruinar la cita de Mamá/Suki-nee.

—¿Gustar quedarte a comer?—ante la pregunta de la chica ambos niños comienzan a ahogarse con la comida—. ¡Niños!—la chica se acerca a ayudarles, les ofrece agua.

Wakasa miro con burla al rubio menor, lo haría pagar por lo de hace unos momentos.

—Me gustaría—acepta él Imaushi tomando asiento en la mesa.

Mitsuki le sirve con una sonrisa radiante en su rostro, mientras ella hacía eso los niños fulminaban con la mirada al mayor y él mayor les sonría burlonamente.

—Tan solo observen pequeñas sanguijuelas—les susurra Wakasa.

Una guerra se desataría a partir de aquel momento, la diversión apenas comienza.

¿Quién creen que resulte como ganador?