La dama de ToMan || Wakasa Imaushi

Capítulo 27

Primer Acto || Parte Veintisiete 

"Conociendo a mis cuñados parte-2"

Llegaron a un establecimiento de comida rápida, se sentaron en una mesa con dos sillones como asientos. Izana fue rápido y se sentó alado de Mitsuki, Wakasa se sentó en frente de ella y Kakucho a su lado.

—Buenos días, ¿desean ordenar?—les pregunta un mesero. Era un joven pelinegro, su encanto era su sonrisa. 

—Yo quiero la cajita feliz—menciona Izana.

—¡Yo igual quiero una!—menciona emocionado Kakucho.

—Será mejor que se asegure que traiga el juguete—el peliblanco lo mira con una sonrisa cínica—. No te gustará saber que te hare si no lo trae—le sonríe inocentemente causando un escalofrió en el mesero.

—Izana—le advierte Mitsuki.

—No he hecho nada malo mamá, solo no quiero que Kakucho se quede sin juguete—sonríe de lado. 

Mitsuki suspira pesadamente antes de negar divertida.

—¿Para usted señorita?—le sonríe a la pelinegra—. Puedo sugerirle el especial de este mes, es una tarta de mermelada de fresa y un capuchino de crema irlandesa. 

Wakasa observo con una ceja alzada al mesero, su novia estaba emocionada por el menú que le ofrecía que no se daba cuenta de las intenciones del mesero. Izana lo golpeo por debajo de la mesa.

—¿Qué no piensas hacer nada?—le susurra enojado—. Le están coqueteando en tus narices, idiota.

El Imaushi lo fulmina con la mirada, antes de carraspear llamando la atención del mesero y su novia.

—¿Ocurre algo Waka?—le pregunta la chica preocupada, toma su mano por arriba de la mesa—. ¿Quieres pedir el especial también? ¡Suela exquisito, ¿no crees?—pregunta emocionada.

Wakasa sonríe enternecido por la emoción de su novia, se guardaría sus celos para otro momento. Izana niega con la cabeza ante la debilidad del rubio, pero no lo culpaba, él igual era débil cuando se trataba de la pelinegra. 

—Agregue dos especiales y una hamburguesa con papas para compartir—ordena Wakasa—. ¿Deseas algo más Ai?—sonríe victorioso al ver la cara del mesero ante el sonrojo de la pelinegra.

Wakasa usaba ese apodo cuando estaba celoso y quería dejar en claro que la pelinegra ya tiene novio.

—No, estoy bien con eso.

—Bien, ¿ustedes niños?

—Quiero un helado de vainilla grande para compartir, ¿te gusta la idea Kakucho?

—Si, King—sonríe tímidamente—. ¿Puede llevar chocolate y chispas?

—Claro—le sonríe a su amigo—. Asegúrate que lleve mucho chocolate, ¿okey?—sonríe tiernamente pero lo amenazaba con la mirada.

El chico se sintió cohibido por ser amenazado por un niño. 

—Puedes retirarte—Izana lo corre con su mano.