★ Capítulo 31

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- kookie necesito que vengas a casa está tarde y traigas a jimin contigo, es urgente lo que tengo que hablar con ustedes dos. - decía vía telefónica Robert a su nieto.

- ¿Sucedió algo?, ¿Te paso algo?, ¿Estás bien?, interrogaba preocupado jeon.

- todo está de maravilla kookie, solo necesito hablar con ustedes es todo, los espero...- dijo pacíficamente Robert.

- está bien abue, allí estaremos... - respondió jeon sin objeción alguna para luego colgar la llamada.

Que extraño, su abuelo parecía preocupado e inquieto y eso por algún motivo no le daba buena vibra, había pasado algo y ese idea no se la quitaría nadie de la cabeza.

Jimin al notar que su prometido estaba con cara de pocos amigos y bastante perdido en sus pensamientos, se acerco sutilmente y tomo su mano.

- Amor... ¿Estás bien?, ¿Sucede algo?. Preguntaba inquieto el peli azul.

- mi abuelo acaba de llamar y dice que quiere vernos está tarde, - informaba jeon.

- y... ¿Qué tiene eso de extraño?, No le veo nada malo. - Manifestaba confuso jimin.

-cielo es que el abuelo se escuchaba inquieto y nervioso, el estaba muy extraño y estoy casi que seguro que algo sucedió. - explicaba con desespero jeon.

- no te preocupes amor, cálmate, primero debemos arreglarnos y vamos donde tu abuelo inmediatamente, ¿Te parece?, - hablaba dulcemente jimin.

- si amor, necesito cerciorarme de que mi abuelo está bien. - expreso jungkook un poco más calmado.

El peli azul le brindo una hermosa sonrisa a jungkook y este le respondió con otra devuelta, ambos estaban dichosos y felices porque habían formalizado su relación la noche anterior con la propuesta de matrimonio, aquello había sido el empujoncito que necesitaban para darse cuentan que no podían vivir el uno sin el otro. Todo era como un cuento de hadas, mágico e irreal, dónde los dos estaban dispuestos a poner todo de su parte para que eso funcionará y lograrán ser felices.

Así, recordando cada detalle de la maravillosa noche, por la cabeza de jimin pasaban una a una las escenas vividas, desde confesarsen y prometer que de ahora en adelante se llamarían de forma cariñosa y no a secas por sus nombres, hasta la parte donde llegaron a casa y tuvieron sexo durante horas, y... Pum, como flahs llegó la escena del auto dónde también tuvo sexo con jungkook y para colmo del descaro sin condón, mierda, se dió un golpe mental y se reprochó, ya lo había olvidado, necesitaba tomar la pastilla del día después pero para eso primero tenía a la farmacia, muy apenado, miro directo a los ojos de jeon y se quedó viéndolo como un chachorro regañado.

- ¿Por qué me miras así?, ¿Hay algo mal?, Preguntó jeon algo dudoso.

-es que... debo ir a una farmacia a comprar la pastilla del día después, aunque solo tuvimos sexo en el auto sin condón aún así no nos cuidamos, además creo que es hora de comprar pastillas para seguir planificando, - le informaba tímidamente jimin a su amado.

- oh sí cielo tienes razón, entonces antes de ir donde el abuelo pasamos por la farmacia, no te preocupes - respondía amorosamente jeon.

Lo que prosiguió con la nueva y dulce pareja fue que tomaron un baño juntos y como siempre Jungkook salió en toalla directo a su habitación a vestirse, después se encontraron en el comedor, desayunaron un delicioso omelette acompañado de fruta y un amargo café.

De cierta forma jungkook se empezaba a sentír algo molesto, para él se había vuelto una costumbre quedarse a dormir de vez en cuando en la habitación de su amado y al otro día bañarsen juntos, pero eso no era el motivo de su molestia, no, el motivo era que como el quedarse ahí solía ser algo de improviso entonces él tenía que salir al otro día en toalla e ir a vestirse en su propia habitación luego de ducharsen deliciosamente ya que nunca tenía un cambio de ropa disponible allí, eso no le agradaba mucho, era tedioso tener que andar todas las mañanas casi desnudo por toda la casa expuesto a qué sus hombres lo vieran, y eso sí que no, aunque era consiente que su cuerpo era sexy y de envidiar, aún así quería mantenerlo oculto y pulcro de miradas indeseosas porque este solo le pertenecía a su futuro esposo. Por ende, se dijo a si mismo que tendrían que mudarsen al ala este de la mansión, pues ya la habían terminado de remodelar y por tanto su nueva habitación estaba lista para ser estrenada y en espera de ellos dos.

SALVATION- All for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora