la fiesta de bienvenida de jimin culminaba satisfactoriamente gracias a que ambas familias habían recibido al rubio enérgicamente y celebraron a todo lo que sus cuerpos daban.
Jungkook aunque inquietante por la presencia de Félix en la mansión, aún así disfruto el gran momento con su amado esposo y ni por un segundo se despegó del lado de este.
En ese preciso momento todo era maravilloso, nuevamente la dulce pareja estaba de regreso en casa y no podían estar más dichosos.
Mientras todos los presentes se retiraron a sus apocentos, los esposos se quedaron abrazados a la luz de la luna profundizando por un rato más su gran amor.
A simple vista aquella escena parecía una película romántica, una escena sacada de un mágico cuento de hadas, un cuento en el cual sus protagonistas se amarían por la eternidad y cualquiera que los viese sentiría orgullo o quizás envidia de aquel amor extraordinario.
Dos semanas pasaron en un abrir y cerrar de ojos, jimin con su fuerte temperamento permanecía de brazos cruzados frente a la cama mientras hacía un lindo puchero a su esposo, y es que al pasar los días eso se estaba volviendo una costumbre, hacer una rabieta por el simple hecho de que el quería tener sexo y jungkook seguia al pie de la letra las ordenes dadas por nam, maldición, si no había muerto por un balazo moriría de abstinencia, se decía para si mismo el peli rubio.
- sabes que eso que estás haciendo es muy cruel, ¿Cierto?, - decía jimin con leve molestia.
Desviando la mirada del libro que estaba leyendo y enfocándose en su esposo, jeon lo miró por sobre encima de sus lentes seductoramente y dibujando una leve sonrisa en sus labios, alzó una ceja y fingió ser inocente.
-no sé de qué me hablas cariño. - mintió jeon con picardía.
- no te hagas jeon Jungkook, sabes perfectamente de que estoy hablando, ¿Hasta cuándo vas a dejarme así?...- preguntaba jimin inquietante.
Jungkook al ver a jimin más enojado de lo normal, respiro profundamente y está vez dejo las bromas de lado, sabía que no podía bromear cuando el rubio estaba que lo mataba de la irá, es que él era un esposo obediente así que no quería molestar a su amorcito.
- nam dijo que sin sexo por dos meses jovencito, así que no juegues con mi poco autocontrol, no vamos a tener sexo hasta que pase ese tiempo, y no me hagas esos pucheros que no voy a ceder.... - advertía seriamente jeon
- ya veremos jeon... Ya veremos ... - refutaba jimin con maldad para luego darse media vuelta y dirigirse al baño mientras movía hermosa y seductoramente sus caderas de lado a lado.
Sonriendo para sus adentros y controlando sus impulsos, Jungkook contuvo las excesivas ganas de abalanzarse sobre su esposo y nuevamente dirigió su mirada al libro y lo siguió leyendo tratando de ignorar por completo la tierna rebeldía que su amado acababa de hacer, aunque aquello era lo más difícil de su vivir, por qué por él hace rato lo hubiese desnudado de un solo tirón y lo habría hecho suyo una y otra vez, pero no podía, tenía que controlarse.
Así, jeon se concentro en aquellas páginas y se sumergió en otro mundo totalmente diferente tratando de no seguir pensando en su esposo, estaba tan concentrado, que no fue consiente que un pequeño hombrecito malgeniado yacia ahora bajo la ducha con sus mejillas sonrojadas, sus ojos acuosos mientras que con su mano derecha atendía a su erecto pene y con dos dedos de sus mano izquierda "consentía" su rodada entrada, en un momento como ese se supone que lo más normal es soltar gemidos de placer, sin embargo, lo único que salía de la boca de jimin en ese instante eran gruñidos y alaridos ya que no era suficiente darse placer a si mismo.
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SALVATION- All for you
Fanfic¿Qué sentirías si un día de repente te conviertes en el prometido del mafioso más temible de corea del sur?, muy extraño ¿no?, pues bien, esa es la historia de park jimin y jeon jungkook, dos hombres cuyos polos son muy opuestos al del otro y se odi...