todo comenzó cuando ella cedió un asiento en el subte.
cuando unos ojos negritos no dejaban de verla mientras mordisqueaba su rechonchita mano.
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neo culture technology ; Jung Jaehyun
⚝ dad Saga #1
⚝ historia d...
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MinWoo despertó por las constantes notificaciones en su celular. Así que se sentó en la cama y tomó su teléfono para ver quien era.
Al desbloquearlo, pudo ver que eran mensajes del número de su madre. Eran más de cuatro mensajes seguidos. Ella fue por un vaso de agua aún leyendo los mensajes y sintió un nudo en la garganta que ni un trago de agua fresca pudo quitarlo.
«Estoy decepcionada de tener una hija tan asquerosa y repulsiva»
«No puedo creer que no tengas ni una intención de disculparte por el escándalo que hiciste»
«Como si fueses un ángel. Tú no matas ni a una mosca, ¿Verdad?»
«Ojalá el chico se de cuenta de la horrenda persona que aloja y te saque de allí a patadas»
«Por ser la razón principal por la que tu padre me dejó, gracias eh»
«Espero que tu vida sea igual de miserable que la mía. Porque gracias a tí yo vivo de esta manera.»
«Que te quede muy en claro que no te perdono ni perdonaré jamás»
«Desearía que no fueses mi hija.»
«Realmente debí hacerle caso a tus abuelos cuando me pidieron abortar.»
«Tal vez de esa forma estaría en un mejor plano y no contigo siendo una jodida molestia»
«Ah, y por si te interesaba, no. No voy a decirte dónde nos vamos, porque no quiero que tu lado amable y caritativo nos visite y joda un día más de nuestras vidas.»
«Ya te dije que dejaré de usar este número y no pretendo volver a contactarte, así que adiós.»
El celular cayó a la mesa, no desde muy alto, cuando MinWoo decidió alejarse y voltear a la mesada. Su mente recordaba cada insulto y mal momento que pasó conviviendo con su madre.
Su pie se movía contra el piso rápidamente, mordía el interior de su mejilla y trataba de distraerse de cualquier tipo de dolor.
En un impulso por cambiar de pensamiento, se sirvió una taza de café y le dió un trago sin pensarlo dos veces. El sabor amargo y fuerte recorrió su garganta, despertando en un segundo todos sus sentidos y resultando en una mueca de desagrado por la amargura del líquido café.
