Solo Él

Capítulo 10

Me despierto antes de que suene la alarma. Refriego mis ojos y estiro mis músculos, se me complica con un inconsciente Aspen. Está prácticamente sobre mí, tiene su cabeza apoyada en mi hombro con un brazo rodeando mi cintura y sus piernas arriba de las mías.

Se ve tan... tranquilo.

Lo hago a un lado, sin importarme que se pueda despertar y me apresuro a ir a la habitación de Jake. Me meto en su cama y a los segundos él comienza a removerse. Tengo un ojo abierto, viéndolo, y lo cierro cuando Jake abre los suyos. Me tapa con las cobijas y se pone de pie, puedo escucharlo moverse en la habitación y a los cinco segundos suena la alarma.

Finjo un bostezo y abro los ojos. Me apoyo en mis brazos y levanto la cabeza, veo a Jake terminando de ponerse una camiseta, se da la vuelta y me sonríe.

—Buenos días —me pongo de pie.

—Buenos días —saluda— .Haré café, ¿Quieres?

—Por favor. Yo me iré a duchar.

Asiente y se va.

Mis maletas están en el suelo de la habitación, por lo que me pongo en cuclillas y abro la que tiene ropa, elijo unas bragas, un pantalón anchos y una sudadera de Jake. Salgo y entro al cuarto de baño. Enciendo el grifo y espero que el agua esté caliente, me quito mi pijama y me adentro en la bañera cuando está lista.

Cuando termino pongo una toalla alrededor de mi cuerpo y otra en mi cabello. Voy a quitar la toalla de mi cuerpo, Aspen entra. Abro los ojos como plato y me aferro a mi toalla.

—¿Qué ha-haces?

Aspen se acerca peligrosamente, tengo que inclinar un poco la cabeza para verlo a los ojos. No sé qué está pasando o que está haciendo, y no puedo decidir si me agrada o no.

Me aferro aún más a mi toalla, no es que sea muy larga, apenas me cubre.

—Aspen —en lugar de contestar, pone las manos en mi cintura y me levanta, poniéndome encima de la encimera.

Joder, ¿Qué mierda hace?

—Kayla —susurra cerca de mi rostro y luego levanta la mano, con la...— .Penicilina.

Mi boca se abre ligeramente y lo miro, miro la penicilina y vuelvo a mirarlo. Le doy un empujón y aprieto mis muslos inconscientemente.

—¿Por qué me tienes que inyectar tú? —siseo— No es tu asunto.

—Eres mi asunto desde que te conozco.

Suelto un gruñido y él se vuelve a acercar con la inyección.

—En dos días es el control —dice luego de clavármela sin piedad.

—¿Tú hiciste la cita? —pregunto incrédula.

Me mira de reojo mientras guarda la jeringa en su bolsillo.

—No. La fecha me la dieron cuando te ingresaron.

Asiento, no muy convencida.

—Lárgate que me tengo que vestir.

—¿No puedo hacer de espectador? —sonríe inocente.

—Fuera. Ahora —le señalo la puerta y rueda los ojos, manteniendo su sonrisita estúpida. En un rápido movimiento me da un beso casto en los labios y sale corriendo.

¿Él acaba de... ? ¿En verdad hizo eso?

No reacciono hasta que oigo el grito de Jake diciendo que el café está listo. Me visto rápidamente y salgo. Jake está sentado al lado de Aspen y hablan, Isaac está concentrado saboreando unos panqueques, me siento a su lado.