Solo Él

Capítulo 5

Estoy leyendo un libro cuando siento a alguien caer a mi lado. No presto atención y sigo leyendo, me faltan pocos capítulos para terminarlo y necesito saber si Hasley se quedará con Luke o no. Es desesperante las emociones que me causa este libro. Flor págame la terapia.

—Las clases son aburridas —suspira y le doy un breve vistazo antes de volver al libro— .Sin ti todo se volvió aburrido.

—Sí, porque soy la persona más divertida e interesante que conociste —exclamo con ironía.

—Pero eres hermosa, y cuando estes mis clases al menos tendré algo hermoso para admirar.

—Admira a la profesora.

—Tú eres más bonita.

Suspiro y finalmente lo miro. Aspen sonríe de oreja a oreja de manera inocente y pestañea varias veces.

—¿Qué quieres?

—Salir contigo.

—¡Aspen!

—Tú preguntaste —se encoge de hombros.

—Tú no quieres salir conmigo, solo quieres follar.

—Sí quieres directo al asunto, no tengo problema...

—¡Quieto! —grito cuando lo veo acercarse, pongo mi mejor cara de horror— Yo no quiero nada contigo, ni siquiera tu amistad.

—Eso dices ahora —me guiña un ojo. Jake aparece y detiene sus pasos de golpe al ver la cercanía entre Aspen y yo, entrecierra los ojos en su dirección.

—Ven, Kayla —extiende una mano hacía mí, me pongo de pie y la acepto. Aspen frunce el ceño y mira nuestras manos unidas, no comenta nada y deja que nos alejemos. Entramos a su habitación y nos sentamos en su cama. En silencio.

—Yo... lo siento por lo de ayer, no debí...

—No tienes que disculparte —me interrumpe— .Puedes confiar en mí, si necesitas hablar de lo sucedido aquí estoy.

—Gracias. No creo que esté de más decirte que no se lo cuentes a Aspen y a Isaac, se los contaré en un mejor momento.

—O cuando estés lista. No les diré nada —ladea la cabeza y me mira atentamente— ¿No lo denunciaste?

Me tenso y desvío la vista.

—No, huí de allí lo más rápido que pude. Además, no me hubieran creído, él es el hijo de alguien importante en esa ciudad, o que se yo —me encojo de hombros.

—Pero...

—No, créeme que no me hubieran creído —interrumpo— . Me hubieran dicho que lo invento para llamar la atención, que sólo estoy jugando. Esa es la realidad. Nadie nos cree cuando imponemos una denuncia de ese tipo. Es lamentable.

Jake me abraza y se lo devuelvo, nos quedamos así unos minutos. Cuando nos separamos, me da un beso en la frente.

—Yo te creo, Kayla —acuna mi rostro en entre sus manos. Siento mis ojos llenarse de lágrimas y lo vuelvo a abrazar con más fuerza.

—Gracias, gracias. No sabes cuanto significan tus palabras para mi.

Luego de devolverme el abrazo me toma por los hombros y me separa.

—Conozco un buen terapeuta...

—No.

—Kayla, tienes un trauma. Hablar con un profesional te ayudará.

—¡No tengo un trauma, solo fui violada! —me pongo de pie, con los nervios a flor de piel. Paso las manos por mi rostro.

—¡Lo dices como si fuera una excusa! —también se pone de pie— No te puedes ni acercar a otro hombre sin temblar.