Solo Él

Capítulo 2

Al llegar al piso de mala muerte, no hay rastro de mamá. Esto no es común en ella; emborracharse, no volver a dormir al lugar donde nos hospedamos ¡Casi ni se preocupó por mi anoche!

Saco mi móvil y le marco. Un tono… dos tonos… tres...

—¿Hola? —creo que estaba dormida, tiene la voz ronca.

—Hola, Fiona —digo, molesta.

—Mierda —susurra pero lo he llegado a oír.

—¿Dónde cojones estás?

De acuerdo, tal vez estoy siendo un poquito dura.

—Estoy… eh… en… con mi amigo —balbucea.

—Claro, claro —ella suspira aliviada pero rápidamente agrego: — .No te preocupes por tu hija, total, en normal llegar al piso y no encontrarse con su madre.

—Lo siento, se me paso el tiempo y… un momento —mierda— ¿Acabas de llegar al piso? ¿dónde estabas?

—No cambies el rumbo de la conversación, Fiona Smith.

—Hablaremos muy seriamente, jovencita. No te muevas de ese lugar. En unas horas estaré allí —y cuelga.

Dios me salve de esto.

Estás en serios líos, cabrona.

Me voy donde tengo la maleta, que es "mi" habitación y saco un par de prendas para ponerme. Cuando me estoy por cambiar suena mi móvil. Un mensaje de Jake.

Oye, vente para la residencia

en cuanto puedas. Yo termino las

clases a las dos de la tarde. Pero

Aspen y Jake estarán allí.

Le envío mi respuesta.

Me has salvado en el momento

indicado. Iré a la universidad a inscribirme

e iré.

Su respuesta llega enseguida.

jaja vale, luego me cuentas.

Oye, me dejarías quedarme otra vez

a dormir?

Claro, por mí no hay problema, Kay, 

pero estarán los chicos...no sé si te

sientas cómoda.

Me ofendes, amigo. No te preocupes

por los chicos. A Isaac lo conocí anoche

y pareció que le agrade y a Aspen

ni puta idea de quién es pero lo voy a convencer.

Uf, vale. Tú ganas. Nos vemos, Kay.

No le respondo. En parte me agrada que intente de ¿protegerme?, no lo sé, pero puedo defenderme sola. Con Cameron fue distinto, me tomó con la guardia baja, además él tenía el cuádruple de mi peso y yo tampoco soy una ninja ni nada por el estilo. Además, Isaac parece inofensivo y a Aspen nunca lo vi, pero me lo imagino parecido a sus amigos.

Meto un par de prendas en una mochila, junto a la documentación que se requiere para inscribirse en la universidad y me voy del piso, antes de que llegue mi madre y me eche la bronca. Cuando esa mujer se enoja, pues se enoja de verdad. La llamo por el móvil cuando estoy entrando al campus.