Capítulo 31

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Cinco días han pasado y yo siento que envejezco más rápido, creo que hasta canas me han salido.

Aspen no ha salido del coma, sigue igual que cuando desperté. Mi familia me ha visitado demasiado seguido, incluido Ryan. Los chicos también me han visitado y se han quedado a dormir conmigo. Ah, y hoy me dan de alta.

—Te vendré a visitar todos los días —le digo a Aspen, sonriendo triste y le doy un beso en la frente— .Lo prometo.

Lo miro un segundo más antes de tomar mi mochila y salir de su habitación, resistiendo el impulso de correr hacía él y hablarle hasta que despierte.

Oliver me sonríe y me sorprende el gesto, ya que suele ser demasiado inexpresivo. Frunzo el ceño y le doy una mirada desconfiada —¿Y a ti que rayos te picó?

—No arruines el momento —me despeina el cabello y toma mi mochila— .Vamos, Bob quiere verte.

Ayer cuando me vinieron a visitar, me invitaron a pasar la tarde con ellos y no pude negarme. Así que Oliver dijo que vendría por mí y aquí está, ¡Lista para la reunión familiar!

No he salido del hospital desde que llegué, por lo que no tenía idea de que había un montón de reporteros en la entrada. Unos guardias aparecen de la nada y alejan a los reporteros que se enloquecen cuando nos ven.

—Seguridad extra —me dice Oliver cuando le pregunto sobre los guardias que nos abren un camino hasta su auto y asiento, tratando de ocultar mi rostro.

Suelto un suspiro de alivio al estar ya en el auto y él comienza a conducir a la mansión. Me fijo en su perfil y en lo perfecto que se es, noto que ser perfecto y guapo viene de familia. Y no se saltaron una generación conmigo.

—¿No deberías estar casado? —pregunto sin contenerme. Me mira de reojo— Es que tu hermana tiene su vida hecha. Esposo, hijos...

—Es mayor que yo.

—Por dos años —refuto y sonríe de manera inexistente. No entiendo porque un hombre como Oliver no tiene a una mujer a su lado, creo que es lo que cualquiera querría— .¿Por qué no tienes novia?

Se relame los labios antes de contestar: —Porque la única mujer que me interesa vive en San Francisco.

—¿Y...? —me ve como si me hubiera vuelto loca— ¿Qué?

—No es tan sencillo —fija su vista en la carretera mientras habla— .No cuando ella es una mujer completamente única y diferente a las demás.

—Eso suena a que estás enamorado —sonrío genuinamente al ver la manera en la que describe a aquella mujer, y si que debe ser especial para llamar la atención de Oliver Smith.

—Aurora Parker enamora a cualquiera.

—Así que ese es el nombre de la afortunada —subo y bajo las cejas con una sonrisa estúpida y él rueda los ojos.

—No menciones nada de esto frente a mis padres —me dice estacionando el auto frente a la mansión, no me había dado cuenta que llegamos y habíamos cruzado la seguridad.

Cuando nos bajamos del auto Oliver vuelve a tomar mi mochila y lo espero para entrar juntos a la mansión. Me siento como la primera vez aquí pero más calmada, aunque sigo igual de nerviosa. Juego con mis dedos y muerdo mi labio inferior.

Todo sigue exactamente igual, es como si el tiempo no pasara aquí y todo se detuviera. Vamos a la sala de la izquierda, donde Bob está sentado con el diario, en cuanto me ve lo deja a un lado y me sonríe.

—Los dejaré solos —Oliver no muestra ninguna emoción diciendo eso pero me da una ojeada antes de darme la mochila e irse.

—¿Solo seremos nosotros dos? —pregunto al no ver a nadie más.

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